misplaced criminals ー nct dream

special chapter: genesis. the beginning of chaos (2)

Las cosas no siempre salen como uno las planea, y este caso es exactamente eso. Nunca pienses que porque tú tenías todo planeado saldrá así, porque la verdad de las cosas es que el destino siempre tiene otra cosa prescrita.

Él no sabía eso. Pero tampoco recibió una mala consecuencia, sino que todo lo contrario, él podía decir que había sido el error más lindo de toda su vida.

Jeno no era un niño cuerdo. En el momento en que entró a la adolescencia todo cambió, y no hablo de los cambios hormonales, sino que parecía que algo dentro suyo se había quebrado, pero no lo hizo por voluntad propia, sino que su cerebro lo quiso así, y desde ese entonces que vivió en un tormento por un largo periodo infernal.

Sus pensamientos no lo dejaban vivir en paz, Jeno no hacía más que imaginar sangre y cadáveres, muertes y cosas sádicas, y lo peor de todo es que le gustaba, le atraía demasiado pensar en aquello, era como casi adictivo. Pero ahí estaba su lucha, porque no quería convertirse en un psicópata, tenía miedo. Y cómo no, si el deseo de matar era cada vez más y más grande.

Se quiso probar a sí mismo, y eso fue lo que lo llevó a la perdición.

Le gustó, tanto así, que se volvió adicto.

No había vuelta atrás.

Pero, qué más daba, ya lo había hecho, y tampoco era necesario que todos se enteraran. Por eso, ese mismo día se prometió no decirle absolutamente a nadie sobre esto, lo haría a escondidas, claro, pero trataría de mantenerlo en secreto por mucho tiempo. Jeno era bueno ocultando secretos.

Hay quienes dicen que los asesinos no tienen sentimientos, y bueno, hay un poco de verdad en todo eso, pero no era del todo cierto. Jeno sí que estaba enamorado, y mucho.

Desde niño que estaba enamorado, y él, a diferencia de los demás chicos de su clase, no era necesariamente una niña. No lo era para nada, de hecho. Jeno siempre fue la excepción entre su grupo de amigos, todos hablaban de chicas, diciendo cosas como «¡ella es demasiado linda!» «de verdad que estoy demasiado enamorado, ella es perfecta» «¡el otro día me besé con ella! Seguro le gusto», ella esto, ella lo otro, ella lo aquello. ¿Dónde quedaba el él? Jeno no podía llegar donde sus amigos y decirles «hey, me gusta él», nadie lo entendería, y lo más seguro es que hasta se empezaran a alejar de él por ser diferente, por tener gustos distintos. Pero, eso no lo hacía menos humano, ¿dónde estaba lo malo en que le gustara alguien de su mismo sexo? Todos tenemos gustos distintos, pero no todos entienden eso.

El miedo de Jeno era que el chico que le gustaba se enterase de todo, y tenía dos opciones: o le correspondía, o lo rechazaba. La segunda era la más probable.

Era por eso que lo vigilaba todos los días, lo seguía todos los días, y se aseguraba de que llegara bien a casa, y de que todo lo que hiciera estuviera bien, no quería que a JaeMin le sucediera algo, no, claro que no.

Él sólo deseaba aceptación, desde que se volvió como era ahora, se sentía apartado, no querido. Por más que lo consintieran y le dijeran que lo querían, que todo lo que hacía era perfecto, se sentía mal, porque en el fondo sabía que lo que hacía no estaba bien.

Y así fue como eventualmente empezó a alejarse de su familia, ellos no se daban cuenta, pero Jeno sí que sí, pero de alguna forma se sentía mejor así. Era una forma para que ellos estuvieran a salvo, libres de él, porque sí, se había convertido en una real bestia, un monstruo temible, aunque por dentro aún conservara esa esencia de lo que era antes.