Capítulo XXVI (Final)

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— ¿Están listos? —preguntó el director de escena, mirándonos a Jasmine y a mí. La mayor asintió inmediatamente, pero yo elevé mi dedo índice para señalar a mi maquilladora, quien le daba los últimos toques a mi maquillaje, o más bien fingía hacerlo mientras me repetía que estaba bien y que haría un excelente trabajo. Ella me conocía desde la primera vez que trabajé con Sia, hacía 10 años. Le sonreí, agradecida y le di un abrazo antes de que ella volviera al detrás de cámaras. El director seguía observándome, paciente. Solté un pequeño suspiro nervioso y asentí, señalando que estaba lista. Él sonrió, un tanto divertido con mi nerviosismo, pero es que había pasado un largo tiempo desde la última vez que hice esto. Sin embargo, asentí una vez más, esta vez a mí misma, repitiéndome que en definitiva estaba lista— Muy bien, salimos en tres... Dos... Uno... —pronunció el último número casi en un susurro, antes de que el pequeño cartel de "Al Aire" se iluminara con un brillante color rojo, y la introducción del programa sonara en los altavoces. Respiré hondo una vez más, antes de girarme a Jasmine, esperando que la audiencia no notara lo muy nerviosa que estaba.

— Buenos días, América. Bienvenidos una vez más. —introducía la mujer adulta a mi lado, sonriendo a la cámara a unos metros de ella— Ésta mañana tenemos una invitada, que debo decir, es más que especial. —sugirió, divertida, haciéndome reír y dejar un poco atrás a los nervios— Por 5 años ha estado un tanto desaparecida de las redes sociales, tras haber decidido tomar unos años sabáticos al entrar a la universidad, para dedicar toda su atención a su carrera, y cito, como una adulta ordinaria. —me sonrió de reojo— Ahora, está en la última racha de su carrera universitaria, a solo un mes de graduarse en Danza y Coreografía en la Universidad de Artes Escénicas Juilliard, y nos contará un poco de su experiencia como universitaria, sus planes de hacer su propia cadena de estudios de danza y su reciente compromiso con su fiel compañera y también bailarina profesional, Kalani Hilliker. —sonreí con la última linea. Se hacía más real cuando estaba en televisión nacional— Por favor, démosle la bienvenida a mi querida, Maddie Ziegler. —la audiencia aplaudió, junto con Jasmine, quién se giraba en su asiento para quedar frente a mí, mientras yo sonreía y me acercaba a ella para saludarla con un abrazo cariñoso.

— Hola, Jasmine. Es un gusto estar aquí devuelta. —le dije, sincera. Ella sonrió y arrugó las cejas con ternura.

— Aw, sigues siendo un pequeño ángel. —comentó ella, a lo que la audiencia rio— También es un gusto para mí y para todos nosotros tenerte aquí devuelta, después de cinco años. —enfatizó dramáticamente la última oración, a lo que sonreí, elevando las cejas y asintiendo— Cuéntanos, Maddie. Has estado perdida un largo tiempo, así que, creo que todos queremos un resumen de tus últimos años en New York. —dijo, elevando sus brazos y mirando a la audiencia, que aplaudió, asintiendo a su comentario. Reí un poco mientras esperaba el silencio antes de responder.

— Bueno, han sido definitivamente unos locos cinco años. —empecé, abriendo un poco los ojos, mientras Jasmine asentía, podía ver la compasión en sus ojos— Entrar a la universidad fue sin duda uno de los cambios más difíciles que he atravesado. No conocía realmente a nadie cuando llegué a New York, sólo a mis amigas y a Kalani. Estaba asustada. Tenía miedo de que incluso alejándome de los medios, los chicos de la universidad pensaran que sólo estaba ahí porque era Maddie Ziegler. Y fue así por un tiempo, pero luego conocí a gente maravillosa, que no me veían como a la «Maddie Ziegler» de los vídeos de Sia y la película con Naomi Watts. Sólo me veían como a Maddie, la chica del primer semestre. —me encogí de hombros para enfatizar mi punto. Jasmine asintió, sin siquiera mirar las notas de la tabla en sus manos.

— Imagino lo duro que puede ser, y entiendo que hayas querido alejarte de todo el espectáculo para vivirlo por tu cuenta. —comentó ella, sincera, a lo que asentía— Me hablaste en los camerinos de esas amigas tuyas, Keana y Kylie. —aludió, sonriéndome para que hablara sobre ellas, y yo reí, porque lo haría con gusto.

An Ordinary Girl (Malani)Where stories live. Discover now