Capítulo XXIV "What About Angels?"

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*en reproducción: not about angels, de Birdy y lovely, de Billie Eilish & Khalid*

Central Hospital of Los Ángeles.

El frío del hospital me recordaba al frío de New York. Me recordaba lo maravillosa que había sido la mañana anterior, y como las cosas finalmente parecían cobrar un sentido. Recién había notado el hecho de que Kalani y yo estuvimos de compras sin molestias por parte de los paparazzi. Parecía casi irreal el giro de 360 grados que había dado el mundo desde ese día hasta el siguiente. Jamás me imaginaría aquella mañana que terminaría sentada en la sala de espera del hospital central de LA, observando una pequeña mancha en el piso mientras mi novia hablaba con su madre a través del teléfono celular, explicándole que en unas horas volaríamos a Arizona al funeral de la novia de mi hermana pequeña, que recién había despertado. Melissa aún no se había atrevido a contarle la verdad sobre lo que había sucedido con Brynn, ya que mi hermana parecía estar recobrando la memoria por partes, habiendo olvidado cómo había llegado al hospital. El doctor había recomendado esperar a que ella misma recordara el accidente, que según él no tardaría mucho por las señales que daba. Por el momento, sólo se le permitía a mi madre verla, mientras la sala de espera se llenaba de más y más personas que morían por saber cómo estaba. Tati Mcquay estaba sentada en la otra esquina de la sala, jugando nerviosamente con sus manos, aún vestida de fiesta, mientras Kendall le explicaba cómo había sucedido el accidente. Podía ver la culpa en la pobre chica, pero debía estar consciente de que ella no hubiese podido evitar lo que pasó. Ninguno de nosotros lo hubiera hecho. Podía contar a varios amigos de Mackenzie en la sala, a algunos de ellos no los había visto en años. Vi a Lauren acercándose a la puerta de la habitación de Mackenzie, queriéndose asomar por el pequeño ventanal en ella. Sonreí triste ante su cara de fracaso al darse cuenta de que no podría ver nada. Decidí levantarme de mi asiento por primera vez en horas y acercarme a ella. Sus brazos estaban cruzados sobre su estómago y parecía estar congelándose del frío. Me saqué mi chaqueta y la coloqué sobre sus hombros, yo estaba más acostumbrada al frío de lo que lo estaría ella en años. Una débil sonrisa atravesó su rostro, tratando se agradecerme sin decir ni una palabra. No hizo falta que lo hiciera, ninguno de nosotros estaba de ánimos para hablar, especialmente ella que pocas veces hablaba. Habían pasado meses desde la última vez que vi a la mejor amiga de mi hermana, y no pude evitar sentir pena por ella.

- ¿Todo bien? - le pregunté cuidadosamente, aunque con genuina preocupación. Ella echó un vistazo a la habitación de Mackenzie y asintió, aparentemente sin intenciones de decir una palabra. Sujetó con fuerza la chaqueta alrededor de ella. Mackenzie una vez mencionó que Lauren literalmente temblaba cuando estaba nerviosa o ansiosa por algo, no importaba si estaban a 40° centígrados, ella sentía frío. Como nunca había tenido la oportunidad de ver a Lauren nerviosa, porque ella nunca estaba nerviosa por nada, no creí que fuera cierto. Pero ahora parecía tener razón. La joven rubia parada frente a mí estaba notoriamente tratando de ocultar cuan temblorosa estaba.

- Deberías sentarte. - comenté, intentando ocultar mi preocupación. Ella no se negó cuando coloqué mi mano sobre su espalda y la guie a nuestros asientos. Miré significativamente a Kalani, quién se despidió de su madre y colgó el teléfono para luego acercarse a nosotras.

- Hey, Laur. ¿Estás bien? - le preguntó mi novia, inclinándose ligeramente para dirigirse a la joven ahora sentada y completamente pálida. De nuevo, ella sólo asintió sin pronunciar una sola palabra. Suspiré y me senté a su lado, ahora entendiendo que tampoco podía hablar en la situación en la que estaba, y no sólo estaba siendo tímida como usualmente era.

An Ordinary Girl (Malani)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora