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Dylan se encontraba sentando, mirando por la ventana, eran las 8:45 am, un domingo tranquilo, veia los arboles que se movian ligeramente por el viento, el cielo celeste y escuchaba el cantar de las aves, mientras miraba aquel paisaje seguía pensando en todo lo ocurrido el dia de ayer por la tarde, la última vez que vio a lulu fue cuando se desmayó, el estaba aterrado cuando la joven colapsó frente a él, charly logro atraparla antes de que se lastimara por la caída. Mas tarde, después de internarla, Charly le dijo que fue por agotamiento y un resfriado que había atrapado por estar bajo la lluvia, que ya estaba mejor y solo necesitaba descanso. Un suspiro se hizo presente en él, se pregunto si ya habria despertado, pero otra preocupación también estaba presente en él, sabia que no fue un accidente ni que se tropezó, alguien lo habia empujado, pudo sentirlo claramente pero no logro ver quién fue, recordo un muy leve aroma a rosa, pero no estaba seguro si era alguna pista o solo habían rosas cerca, sacudió la cabeza y otro suspiro salió.
-Dylan..- aquella voz y aroma que reconocería siempre lo hizo voltear a la puerta y logro ver a la chica de cabellos negros como el azabache, piel blanca y esos ojos azules que le recordaban el cielo.
-Lucía...- dijo y una sonrisa se presento en sus labios.
-como te encuentras? - la Alfa se acerco a la camilla y se sento en el sofá que estaba a un lado, se veía preocupada pensó dylan.
-ya mejor!- dijo intentado animar a la menor.- tendre que estar aqui un poco más y no puedo hacer movimientos bruscos pero...- se detuvo al ver como las lágrimas amenazaban por salir en aquellos ojos azules tan hermosos.

Lulu tomo la mano de dylan y lo miro preocupada.
-c..como paso?- la chica sintió un nudo en la garganta al hacerle esa pregunta al castaño. ¿Decirle lo que sospechaba o no? Dylan no queria preocupar más a la pequeña que lo veía con los ojos llebos de lágrimas.
-n..no lo se bien, parece que había mucha gente y solo paso.- dijo mientras baja la mirada.
Oculta algo!
lulu se encontraba de acuerdo con su lobo, podia sentir un poco del miedo de su Omega, ¿Sera porque son una pareja destinada que siente la preocupación del Omega?
-cuanto estaras aquí?.- preguntó con voz un poco baja la menor.
-am... creo que unas 3 semanas?.- Dyla se rasco la nuca y se regaño por no haber prestado mucha atención al doctor cuando le dijo sobre su estadía en el hospital. Lulu solto una pequeña risita baja al escuchar esa respuesta del castaño.
-no pusiste atención cuando el doctor lo dijo?- dijo sonriendo lulu y el mayor imitó su sonrisa.
-la verdad... no.- dijo apenado y sonriendo nervioso, aquel comportamiento le pareció tierno a la Alfa y sonrio aliviada al sentir que su Omega estaba mejor.
La Alfa acariciaba la mano del castaño y este ronroneaba bajo ante las suaves caricias de la menor, Dylan estaba levemente sonrojado, el aroma de la Alfa realmente lo calmaba y para lulu ese dulce aroma del té de miel la hacia sentir calidez.

Sam veía por la puerta a aquellos dos mientras sonreía, después de pasar la noche ahí con lulu desde que la llamaron al hosputal, iba a decirle a lulu que ya se podian ir a casa pero al encontrar esa escena decidí no interrumpirla, ambos jóvenes sonreían y platicaban, se encontraban en su propio mundo y decidió no ser la que perturbara su espacio, salió de la habitación lentamente y se puso a caminar por los pasillos, en su mente repasaba lo que el doctor le habia dicho, se acercó a una máquina dispensadora para comprar un bote de agua en eso le llego un aroma familiar, olia a cacao, volteó y vio a aquella joven alta, era esbelta, su cabello de un color cafe obscuro y ondulado que le llegaba un poco por debajo de los hombros. Recordó aquel dia que fue a hacer las compras y se la encontro por primera vez, su olor no pudo olvidarlo desde ese momento, después de algunos accidentes y de que perdió el dinero para regresar a la casa aquella Alfa ofreció llevarla, sabía que se llamaba Colette y que tenia 25 años, sam era solo un año mas grande que ella; la Alfa se acercó a ella con una sonrisa.

Eres mi Omega?Where stories live. Discover now