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-¿eso te mando?- Charly miraba el regalo que sostenia el castaño, el habia entrado poco después de que el repartidor se fuera, aunque iba demasiado bien vestido como para ser un simple repartidor.
-si, es muy linda- dijo entre un suspiro sonriendo sin quitar la vista del pequeño pastelito de chocolate.
-yo quiero un poco- dijo el pelirojo haciendo que el omega escondiera su pastelito y gruñera bajo.
-No! Es mío! Sólo mío!, comprate el tuyo- se escucho una queja del Alfa.
-que malo eres!, igual ni quería.- ambos rieron, Dylan no podia evitar seguir preocupado pero ahora sabía y sentía que Lucia se encontraba bien, sonriendo dio una mordida a su pastelito mientras sus mejillas tomaban un ligero color rosa, a él le encantaban los pasteles y más de chocolate, y recibirlo de aquella persona con la que se sentía tan conectado y complementado era una sensación muy hermosa.

Sentada en el pasto Lulu sonrio aliviada al ya no sentir la tristeza ni la angustia del Omega.
-parece que le llego el mensaje.- Sonrio al lado de ella Catherine.
-Gracias Cat, ahora me podre concentrar en ir con él.- ambas chicas se sonrieron sentadas juntas en el jardín.
Aquella mansión donde vivia Cat era muy hermosa, tenia amplios jardines y un estanque con patos los cuales dejaron encatada a la curiosa Lulu, aunque, a pesar de ser todo muy hermoso, entendía porque Cat se sentia sola ahí, casi no se encontraban a nadie de servicio, parecia que las personas de ahí evitaban entrar en contacto con aquella delicada Omega, La Alfa suspiró y poso su mano en la cabeza de la contraria.
-¿que hace señorita Lucia?- riendo y revolviendo levemente el cabello negro de Cat le respondio Lulu con tono de regaño.
-Ya te dije que solo me digas Lulu, no seas formal conmigo Cat- una risa leve salio de la omega.
-esta bien, Lulu, ah esto es raro.- ambas rieron, para Cat era algo nuevo hablarle a alguien de manera informal y le agrado poder llamar así a la Alfa.
-¿Crees que podamos encontrar una forma de salir de aquí?- la chica de ojos azules miro al cielo; tan claro, las pocas nubes pasaban libres y algunas aveces pasaba por este, la brisa suave levantaba levemente el cabello de aquellas chicas.
-No lo se- se limito a decir Catherine mientras jugaba con sus manos, pensando lo maravilloso que seria poder salir de ahí.

Lulu se levanto rápido y sonriendo miro a Catherine la cuál no sabía que pasaba por la mente de la contraria, aveces le costaba acostumbrarse a la personalidad de la de ojos azules.
-Escaparemos esta noche!-

Eres mi Omega?Where stories live. Discover now