antisocial...

2. Disculpa sí no finjo interés.

Mi cuarto ya esta vacío, todas mis cosas están ya guardadas. Este lugar ya no es mío, con las cortinas corridas dejando pasar el sol. Ya sin mi ropa por todos lados, sin mis cuadros con fotos de árboles secos decorando las grises paredes, sin mis patinetas en sus bases que por cierto tampoco están.

Como dije, este lugar ya no es mío, ya no es mi escondite, mi mundo donde solo importa una cosa: la música. Y al parecer ya no lo volvería a ser, pues mis padres se disputaban sobre en que convertir mi cuarto, hasta ahora no decidían si un gimnasio o una pequeña biblioteca. A poco no son lindos mis padres, ni siquiera me he ido y ya se deshicieron de mi cama, mis muebles, mis discos, mi laptop, mi teléfono, la mayoría de mis patinetas dejándome solo mi favorita (y eso por que les rogué y casi llore). Pero si se deshicieron de mí, ¿porque no lo harían con mis cosas?

Tomé mi maleta y me despedí de mi vida, si es que así puede llamársele. Mis padres ya habían guardado las dos cajas que contenían prácticamente mis 16 años de vida. Les di mi maleta y también la metieron en el portaequipajes del auto.

-apúrate que perderemos el vuelo- me dijo mi padre

-si y eso sería terrible- conteste sarcástica y logre que mi papá se enojara mas conmigo, aunque hace tiempo que dejo de importarme.

-Rápido- se limito a decirme.

Algunos vecinos habían salido a ver como me iba, ¿que puedo decir? nunca fue muy querido en este lugar. Era la típica chica problemática que querían lejos y ahora seguramente festejaban los cientos de kilómetros. Unas enormes sonrisas se asomaron en sus rostros cuando me acomode en el asiento trasero del auto de mis padres.

Mis padres tomaron sus lugares y encendieron el auto, voltee y pude ver las estúpidas sonrisas por mi partida. No resistí más, saque medio cuerpo por la ventanilla y me "despedí" de los chismosos de mis vecinos mostrándoles el dedo de en medio de ambas manos. Adiós malditos hipócritas, gracias por dejarme cuando perdí a Sebastián y después a Jared, cuando necesitaba a alguien que estuviera conmigo. Gracias por demostrarme que en la vida, se esta solo.

Después volví a entrar, esta vez con una sonrisa, mínimo que les había arruinado el día, y tendrías las caras que pusieron al verme guardadas en mi memoria, principalmente la de Juliet, la que se dijo mi mejor amiga por mucho tiempo.

-Joy compórtate- me regaño mi padre

-¿para que? Ni que los fuera a volver a ver-

-pero podrías dejar de avergonzarnos- mi padre tan lindo como siempre. Esas palabras me dolieron pero no estaba dispuesta a que lo notarán.

-más avergonzado- dije alargando la primera palabra y con falsa incredulidad. -tus dos hijos salieron drogadictos y uno intento suicidarse-

-no menciones a Jared- escupió el nombre molesto.

-¿Por qué si es tu hijo? Del que estabas muy orgulloso- esto no iba a acabar bien pero no podía callarme

-eso fue antes de nos arruinara la vida.- Nunca me van a creer que no fue su culpa, que él no sabía. -ahora esta muerto para mí-

-pues considérame muerta a mi también- le grite molesta -felicidades ya no tienes hijos que te avergüencen-

Saque mi iPod de las bolsas de mi pantalón, me puse mis audífonos y puse mi música muy fuerte. Que bueno que me dejaron conservarlo, sin mi música me moría. La única cosa que me hace feliz en este mundo es el baile y este pequeño aparato es como mi hijo, uno querido. Le puse en aleatorio y empezó a sonar "welcome to my life" de Simple Plan y recordé a Sebastián, lo extrañaba demasiado y pensar que estuve a punto de lograr irme con el hizo que se me escaparan un par de lagrimas que limpie antes de que mis papás lo vieran.