"Soy el pecado que te dio nueva ilusión en el amor, Soy lo prohibido...
Soy la aventura que llegó para ayudarte a continuar en tu camino...
Soy ese beso que se da sin que se pueda comentar, soy ese nombre que jamás fuera de aquí pronunciarás,
Soy...
- ¿Entonces fueron al río Han? ¿Que les pareció?— Preguntó la madre de YoonGi, la familia estaba reunida en familia para comer.
Bueno casi toda.
- ¡Es hermoso!— exclamó Jimin— Es diferente a los ríos en América, se sientan tan...¡No sé! Solo me encanta— chillo llevando a su boca unos cuantos fideos.
- Tenía tanto que no paseaba por ahí— suspiró nostalgica la mujer mayor, y su esposo le dió la razón asintiendo
- Me alegro mucho que estén disfrutando de la ciudad— expresó pacíficamente el Sr. Min —Espero que sea así los próximos días.
- Si... Deberíamos salir los seis, ya saben, un paseo familiar— propuso la mujer mayor comiendo de su platillo.
- ¡Si!— secundó su hija emocionada, pero después hizo una mueca— Pero será difícil que YoonGi acepte, es un amargado de primera.
- ¿Por cierto dónde está?— inquirió el padre del joven pálido.
Y como si fuera invocado un portazo se escuchó por la puerta principal enseguida de un chico delgado y con ropas oscuras, con una pequeña sorpresa para sus padres.
Sin embargo no pensaba enseñárselas en estos momentos, pero fue llamado.
- YoonGi ven acá— ordenó su madre al ver como les ignoraba sentados en el comedor.— ¿Se puede saber dónde estabas?
El joven suspiró exhausto y poniendo sus ojos en blanco fue hasta ellos— Con HoSeok— dijo como si fuera lo más obvio del mundo.
Una vez que llegó a la vista de los demás, su madre se sintió a morir, un infarto no sería una idea tan loca.
- ¡MIN YOONGI! ¿QUE DIABLOS TRAES EN LA BOCA?— Exaltada habló su madre.
- ¿Eso es un piercing?— Insistió su padre extrañado ( o no tanto)
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Sus abuelos, junto con Jimin, le miraron sorprendidos por aquel arete en el belfo del menor, mientras que el solo ponía sus ojos en blanco.
- Si, es un piercing— Bufó— ¿Que necesitan?
- ¡Necesito que te quites esa cosa inmediatamente!— ordenó furiosa la madre.
- ¿Que? No, me lo acaban de poner no puedo quitarmelo y ya— se defendió indignado.
- Oh no, si que lo harás ¡Ven acá!— La madre se levantó de su asiento y se encaminó hacia el joven hecha humo.
¿Cómo se le ocurría ponerse semejante cosa?
- ¡No mamá! ¡Vete!— asustado exclamó YoonGi ocultando su labio con su mano cuando vió a su madre con unas tijeras— ¡No!
El joven corrió hasta la sala siendo perseguido por su progenitora, una vez ahí dieron vueltas por la mesa del centro.
