01. Lo Prohibido |YM|

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El pálido volteó hacia atrás encontrándose al intruso, quién está muy ocupado tratando de no caer del segundo piso.

- ¡Largo de aquí animal!— le empujó un poco por los hombros cuando estuvo frente a él

- ¿Que? ¿Porque...? ¡Joder! Estás desnudo— Abrió más los ojos al ver el cuerpo contrario — Ugh estás de caliente— hizo una mueca

- Si y vete de aquí HoSeok estoy ocupado

- Oh vamos Bro, déjame pasar y te espero en la sala, ya estoy por entrar— suplicó y era cierto, tenía medio cuerpo metido por la ventana.

- Que no ¿No entiendes?— dijo molesto y empujándolo para afuera— Estoy con Jimin

- Andaleeee...Espera ¿Jimin?— paró su berrinche— ¡¿Jimin?!

- ¡Si joder!

- Su puta ma...¡No Espera!— exclamó cuando fue totalmente sacado a la fuerza por la ventana resbalando hasta el suelo— ¡Jodete Min YoonGi!

- Bah — rodó los ojos el joven y se alejó de la ventana para resolver su asunto

Y lo que vió cuando su atención regreso a la cama fue algo que casi le hace venirse con el simple estímulo visual.

Jimin sacaba y metía sus pequeños y rechonchos dedos de su entrada mientras su cuerpo se meneaba y de su boca salían gélidos gemidos con el nombre del menor.

- YoonGi... YoonGi— decía una y otra vez con sus ojos cerrados en busca de placer mientras el otro no le hacía caso.

Sin embargo sus manitos no le eran suficientes y se desesperaba, movía su cuerpo en espasmos tratando de llegar a su punto dulce.

- Ngh~ YoonGi~— suplicaba.

- Oh Joder — soltó un jadeo — Gracias diosito — volteó hacia arriba y agradeció a una deidad.

A grandes zancadas llegó detrás de Jimin y retiro sus manos con un manotazo procediendo a colarcar las suyas en las caderas del mayor.
Aproximó su miembro a la rosada entrada y de nuevo se abrió paso en ella.

- ¡Mgh! Uh...— Gemía el cachetón

YoonGi llevó su cabeza hacia atrás disfrutando la sensación de ser apresado por su familiar en su caliente aro, ahí se mantuvo unos instantes para después comenzar con las embestidas, qué no eran tan agresivas en lo que Jimin se acostumbraba.

Min se acercó al mayor y apoyo sus manos en las contrarias que se encontraban a los costados, le envolvió de las muñecas siendo su soporte para aumentar la fuerza y velocidad.

El sonido de las pieles chocar inundaba la habitación junto con el chillido de la cama en movimiento, sus jadeos y gemidos eran parte del coro entre la grandiosa melodía que emanaban dentro de esas cuatro paredes.

- Más... Más...— Pedía hecho un desastre Jimin, su rostro se restregaba en la almohada y su boca no podía ser cerrada.

Como todo un obediente Sobrino, el movimiento se hizo más brusco y pasional, El menor buscó de los labios ajenos y los atrapó una vez estuvieron a su disposición.

El beso era condenadamente sucio y lascivo, sus caras cubiertas de una ligera capa de sudor compartían el calor entre ellas.
Jimin se separó y llevó la cabeza hacia atrás dejando libre su cuello, listo para ser nuevamente profanado por YoonGi, quién no perdió el tiempo besando coquetamente dándole un esquisto cosquilleo a su mayor.

Éste, tomaba entre sus dedos los suaves cabellos del pálido, brindándole un ligero masaje mientras jadeaba con su chillona y suave voz, totalmente perdido en el éxtasis de la situacion.