01. Lo Prohibido |YM|

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- No YoonGi...— el mayor intentó detenerle pero los brazos del pálido fueron más rápidos y le propinaron un certero golpe en el rostro.

Ya no había proyecciones de el mismo en Jimin, ahora de verdad golpeaba con coraje al chico que tanto le gustaba.
Y eso fue algo que Park no pudo impedir, ya que apesar de tener más edad, era más débil que el contrario. Fue entonces donde solo parecía que un chico rudo y problemático golpeaba a una víctima más.

- B-Bast...— Trató de articular el rubio pero su mirada conectó con el pelinegro y sintió miedo.

Aquél joven tenía una mirada fría y dura, sus ojos llenos de coraje y el rostro de color debido a la furia, su hiperventilación ni hacía más que darle un aura más oscura e intimidante.

- ¡Hijo de puta!— una voz externa llegó a ambos oídos, y fue ésta quien separó a YoonGi de un ya exhausto Jimin.

- Quítate imbécil— le renegó el pálido al chico más alto que llegó junto a ellos acompañado por un círculo pequeño de jóvenes, quien a lo lejos vieron una pelea.

- ¿Porque golpeas a Jimin? ¿Eh, bastardo?— el más alto gruñó y amenazó con atacarle— Mejor métete con alguien a tu altura Min YoonGi.

- ChanYeol basta— dijo jadeante Jimin y poniéndose de pie— Lo siento pero esto no te incumbe.

- ¡YoonGi!— llegó el pelirrojo y mejor amigo del mencionado. — Joder, ¿Que ocurre con ustedes?— Cuestionó al llegar frente a él y ver el estado de ambos familiares.

- Claro que me incumbe Jimin-ah— habló ChanYeol— Saliste corriendo detrás de este imbécil y...me preocupé mucho.

Min chasqueó la lengua bufando— Ya te dijo que no te incumbe maldito orejón, ahora pierdete— espetó frívolo.

HoSeok veía la disputa con el ceño fruncido y se acercó un poco más a YoonGi, hasta el punto de detenerle sobre un hombro cuando sintió que las cosas se volverían a tornar feas.

- Vámonos Hyung...— le dijo en voz baja, pero solo recibió que su mano fuera sacada bruscamente de la anatomía contraría.

- ¿Cómo me has dicho?— el más alto se acercó al pálido amenazante— Mira, nunca me has caído del todo bien y créeme que en estos momentos podría partirte la cara, maldito idiota.

- ¿Uh, si? Atrévete estúpido—

Y bueno, la tensión entre ambos fue cortada cuando se envolvieron entre sus puños y golpearon sus cuerpos con fuerza y coraje.

YoonGi desde que se enteró que a ChanYeol le gustaba Jimin quiso darle una paliza, así que no estaba de más hacerlo de una vez. Los jóvenes al rededor quedaron expectantes al show que el par de chicos daban.

- ¡Basta!— Dictó el mayor y tomo de la cintura al de mayor estatura, HoSeok le ayudó a retener al pálido.— ¿Pueden dejar de golpearse a lo estúpido? — irritado les empezó a hablar— ChanYeol. Te dije que...

- ¿Sabes qué Jimin? Quédate con tu noviecito de cuarta— Se zafó nuevamente del agarre de Jung— Pudrete.

Se dió la media vuelta y comenzó a caminar a pasos firmes rumbo a su casa, siendo llamado a gritos por el pelirrojo y perseguido por un chico castaño.

El cuál llegó rápidamente a él y le hizo encararlo— ¡YoonGi!— Y cuando éste pensó en decir una palabra, el choque de unos labios sobre los suyos se lo impidieron.

Jimin posó ambas manos en las mejillas ajenas y le atrajo más a su boca, le tomo por sus labios de una manera demandante, con seguridad y plasmando en ese movimiento qué no quería que se fuera sin decir todo lo que no había podido explicar.

Min segundos después de sorprenderse de una manera furiosa, se relajó un poco y abrazó la cintura contraría dejando el nulo espacio entre ellos. Siguió el beso de una manera pasional y territorial por si alguien a su alrededor tenía una duda entre la relación mútua o por si Jimin pensaba en que no quisiera besarle.

Un fuerte chasquido culminó la acción— Escúchame imbécil — jadeó posando su frente sobre la contraria— Tienes razón en que fuí un hijo de puta, pero lo fuí por qué tenía miedo...joder, estaba aterrado YoonGi-ah por qué me hacías sentir cosas que jamás había sentido por alguien, por qué te empecé a querer con locura y sabía que tenía que detenerme y no podía hacerlo ni tenía idea de cómo. — seguía respirando de forma irregular y el menor se encargó de dar pequeños masajes sobre su espalda dispuesto a escuchar todo lo que le quería decir— Si, tal vez yo fuí el primero en enamorarme de ti y cuando tú me lo dijiste e intenté decirte que estaba mal y que dejaras esas estupideces, lo decía para mí. Te dije a ti todo lo hiriente por qué era lo mismo que me decía a mí mismo todos los días y pensé que así las cosas se arreglarían pero me equivoqué.

- Jimin...

- No, espera— le impidió el habla al menor— También tenías razón cuando dijiste que solo quería tener a alguien a mis pies...— Sorbió su nariz un poco incómodo— Tal vez no tal cuál, pero es cierto que quería tener a alguien a mi lado, pero es por qué ya estaba harto de una vida monótona y vacía, quería algo que me hiciera feliz y me diera la tranquilidad de que todo estaría bien junto a ella, entonces me di cuenta que todo lo que buscaba, que todo lo que soñé se encontraba en...el hijo de mi maldita hermana.

Bufó con un poco de gracia y ambos rieron al saber que aquella declaración era ridícula e irónica.

- Estamos jodidos— opinó el menor y Jimin pasó ambos brazos por el cuello de éste.

- Estámos muy, muy jodidos — ambas sonrisas seguían plasmadas en ellos, pero poco a poco fueron desapareciendo cuando se perdieron en sus miradas.

Con un poco de vergüenza sus rostros fueron acercándose, y un extraño miedo recorría a ambos ya que lo que estaba por venir sería difícil pero valdría la pena si al final podrían ser felices ¿Cierto?

Cuando tímidamente sus labios se conectaron no pudieron evitar el sonreír entre el beso y suspirar aliviados ante la calma que sus corazón se transmitían.

Aquel beso era pura dulzura y melosidad en su extensión, con toda la paciencia del mundo permitiéndose el disfrute del otro al saboreo de sus bocas. Aquellos esponjosos y otros finos labios encajaban a la perfección y se deleitaban gozosamente al consecutivo movimiento, ladraban sus cabezas y probaban cada centímetro del otro. Sus húmedas y cálidas lenguas bailaban entre sí compartiendo un sentimiento de felicidad y relajación.

- Noona se ha de estar preguntando dónde estámos

- No quiero ir a casa— YoonGi hizo un puchero que el mayor pudo notar al abrir lo ojos y no contuvo una risita.

Suspiró contemplando al menor— Te quiero mucho— Dijo sincero y recibió un besos en ambas coloradas mejillas junto a unas ligeras mordidas que lo dejaron ensalivado — ¡YoonGi!— Chilló

El mencionado sonrió ladino— También te quiero mucho— Fundió en un abrazo al de menor estatura y escondió su rostro sobre el cuello ajeno— Te quiero mucho Jimin-ah.

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Tremendo salseo que se viene esta semana amixes.

¿Que les pareció?