Elsa Vestida de Sangre (Adaptación)

Capítulo Siete

Dejamos las cataratas y conducimos de regreso hacia Thunder Bay, navegando bajo las faroles de color ámbar y avanzando demasiado rápido a través de señales de tráfico borrosas. Kristoff y Tadashi se están riendo con las ventanas abiertas, hablando de Elsa, haciendo que su leyenda crezca. La sangre en mis oídos canta tan fuerte que me olvido de buscar señales en las calles, olvidando trazar mi camino.

Les costó un poco de delicadeza dejar atrás la fiesta, convencer a los demás a seguir bebiendo y disfrutando The Edge of the World. Merida en realidad tuvo que hacer un movimiento que era esencialmente "Hey, ¿Qué es eso de allá?" En Annie y Hallie antes de sumergirse en el SUV de Aster. Pero ahora solo estamos atravesando el aire de verano.

"Largo viaje", Aster me dice, y recuerdo que él también fue el conductor designado en la fiesta de Trowbridge Falls el año pasado. Me hace curioso; su estado de inteligencia hace que parezca que solo se junta con estos idiotas para encajar, pero es demasiado inteligente, y algo en su comportamiento hace que parezca que él es el que mueve las piezas sin que los demás sepan. "Ella está fuera de un camino. Al norte".

"¿Qué vamos a hacer cuando lleguemos allí?", Pregunto, y todos se ríen.

Aster se encoge de hombros. "Beber unas cervezas, tirar botellas a la casa. No lo sé ¿Importa?"

No importa. No mataré a Elsa esta noche, no frente a toda esa gente. Solo quiero estar ahi. Quiero sentirla detrás de una ventana, observándome, o tal vez retirándose mas adentro. Si soy honesto conmigo mismo, sé que Elsa Arrendell se ha metido en mi mente como pocos fantasmas han hecho antes de ella. No se por que. Hay un solo fantasma aparte de ella que ha ocupado mis pensamientos de esta manera, que ha despertado tanto sentimiento, y ese es el fantasma que mató a mi padre.

Ahora estamos conduciendo cerca del lago, y puedo escuchar a Superior susurrándome en oleadas sobre todas las cosas muertas que esconde debajo de su superficie, mirando a través de las profundidades con ojos turbios y mejillas mordidas por peces. Pueden esperar.

Aster gira a la derecha por un camino de tierra y los neumáticos del SUV se quejan y nos lanzan de un lado a otro. Cuando levanto mi mirada, puedo ver la casa, abandonada durante años y comenzando a destruirse, solo una forma negra agazapada en la oscurida. Se detiene en lo que solía ser el final de la calzada y salgo. Los faros parpadean en la base de la casa, iluminando la pintura gris descascarada y las tablas planas y podridas, un porche sobrepasado por hierbas y malezas. El viejo camino era largo; Estoy por lo menos a cien pies de la puerta principal.

"¿Estás seguro de que esto es todo?" Escucho a Kristoff susurrar, pero sé que lo es. Puedo decir por la forma en que la brisa mueve mi cabello y mi ropa, pero no molesta nada más. La casa está tensa, vigilándonos. Doy un paso adelante. Después de unos segundos, sus pasos vacilantes crujen detrás de mí.

En el camino me dijeron que Elsa mata a cualquiera que entre a su casa. Me contaron acerca de los vagabundos que tropezaron en busca de un lugar para dormir, solo para ser eviscerados cuando se acostaban. No podrían haberlo sabido, por supuesto, aunque probablemente sea cierto.

Hay un sonido agudo detrás de mí seguido de pasos rápidos.

"Esto es estúpido", Merida gruñe. La noche se ha vuelto más fría y ella se ha puesto una chaqueta de punto gris sobre el top. Sus manos están metidas en los bolsillos de su falda color caqui y tiene los hombros encorvados. "Debimos habernos quedado en la fiesta".

Nadie escucha. Todos están tomando demasiadas cervezas y hablando demasiado alto para cubrir su nerviosismo. Me arrastro hacia la casa con pasos cuidadosos, mis ojos se mueven de ventana en ventana, ansiosos por un movimiento que no debería estar allí. Me agacho cuando una lata de cerveza pasa volando por mi cabeza para aterrizar en el camino y saltar hacia el porche.