Elsa Vestida de Sangre (Adaptación)

Capitulo Dieciocho

Las imágenes que tengo ante mí también pueden ser imágenes de noticias reproducidas en silencio. Las luces de todos los coches patrulla suenan en rojo y blanco intermitente, pero no hay sirenas. La policía camina con chaquetas negras monótonas, con el mentón bajo y sombrío. Están tratando de parecer tranquilos, como sucede todos los días, pero algunos de ellos parecen preferir estar en los arbustos en algún lugar vomitando sus donas. Algunos usan sus cuerpos para oscurecer la vista de los curiosos lentes de la cámara. Y en algún lugar en el centro de todo esto hay un cuerpo, hecho pedazos.

Desearía poder acercarme, tener un pase de prensa de repuesto en la guantera o tener el dinero para mantener a algunos policías en mi bolsillo. Tal como están las cosas, me estoy quedando en los bordes de la prensa, detrás de la cinta amarilla.

No quiero creer que fue Elsa. Significaría que la muerte del hombre está en mis manos. No quiero creerlo porque significaría que ella es incurable, que no hay redención.

Mientras la multitud observa, la policía sale del parque con una camilla. Encima hay una bolsa negra que normalmente debería tener la forma de un cuerpo, pero en lugar de eso parece que está llena de material de hockey. Supongo que lo volvieron a armar lo mejor que pudieron. Cuando la camilla golpea la acera, los restos se mueven y, a través de la bolsa, podemos ver caer una de las extremidades, claramente desapegada del resto. La multitud hace un ruido sordo de disgusto perturbado. Me abro camino a través de ellos hasta mi auto.

***

Me detengo en la entrada y me estaciono. Ella se sorprende de verme. Ha pasado menos de una hora desde que me fui. A medida que mis pies aplastan la grava, no sé si el ruido proviene de la tierra o de mis dientes rechinantes. La expresión de Elsa cambia de sorpresa a preocupación.

"¿Jack? ¿Qué pasa?"

"Tu dime". Me sorprende descubrir lo enojado que estoy. "¿Dónde estabas anoche?"

"¿De qué estás hablando?"

Ella necesita convencerme. Ella necesita ser muy convincente.

"Solo dime dónde estabas. ¿Qué hiciste?"

"Nada", dice ella. "Me quedé cerca de la casa. Estuve probando mi fuerza. Yo ..." Ella hace una pausa.

"¿Tú qué, Elsa?" Exijo.

Su expresión se endurece. "Me escondí en mi habitación por un tiempo. Después de darme cuenta de que los espíritus todavía estaban aquí. La mirada en sus ojos es resentida.

 "¿Estás segura de que no te fuiste? ¿No trataste de explorar Thunder Bay nuevamente, tal vez ir al parque y, no sé, desmembrar a un pobre corredor? "

La expresión afligida en su rostro hace que la ira se filtre a través de mi ropa. Abro la boca para explicarle, pero ¿cómo le explico por qué estoy tan enojado? ¿Cómo le explico que necesita darme una coartada mejor?

"No puedo creer que me estés acusando".

"No puedo creer que no puedas creerlo", respondo. No sé por qué no puedo dejar de ser tan combativo. "Venga. La gente no es asesinada en esta ciudad todos los días. ¿Y la misma noche después de liberar al fantasma asesino más poderoso del hemisferio occidental, alguien aparece sin sus brazos y piernas? Es una gran puta coincidencia, ¿no te parece? "

"Pero es una coincidencia", insiste. Sus delicadas manos han formado puños cerrados.

"¿No recuerdas lo que acaba de pasar?", Hago un gesto salvaje hacia la casa. "Arrancar partes del cuerpo es, como, tu MO".

"¿Qué es un" MO ?", Pregunta ella.

Sacudo la cabeza "¿No entiendes lo que esto significa? ¿No entiendes lo que tengo que hacer si sigues matando? "

Cuando ella no responde, mi lengua enloquecida avanza.

"Significa que tengo que tener un momento serio de Old Yeller", le espeto. En el momento en que lo digo, sé que no debería haberlo hecho. Era estúpido y cruel, y ella captó la referencia. Por supuesto que lo habría hecho. Old Yeller se hizo en 1957. Probablemente la vio cuando salió en los cines. La mirada que me está dando está conmocionada y herida; No sé si alguna mirada me ha hecho sentir peor. Aún así, no puedo reunir una disculpa. La idea de que probablemente sea una asesina lo sostiene.

"No lo hice. ¿Cómo puedes pensar eso? ¡No soporto lo que ya hice! "

Ninguno de nosotros dice nada más. Ni siquiera nos movemos. Elsa está enojada e intenta mucho no llorar. Mientras nos miramos, algo dentro de mí está tratando de hacer clic, tratando de encajar. Lo siento en mi mente y en mi pecho, como una pieza de rompecabezas que sabes que tiene que ir a algún lado, así que intentas empujarla desde todos los ángulos. Y luego, así como así, encaja. Tan perfecto y completo que no puedes imaginar cómo era sin esa pieza allí, incluso hace unos segundos.

"Lo siento", me escucho susurrar. "Es solo eso: no sé qué está pasando".

Los ojos de Elsa se suavizan y las obstinadas lágrimas comienzan a retroceder. La forma en que se para, la forma en que respira, sé que quiere acercarse. El nuevo conocimiento llena el aire entre nosotros y ninguno de nosotros quiere respirarlo. No puedo creer esto. Nunca he sido del tipo.

"Me salvaste, tu sabes eso", dice Elsa finalmente. "Me liberaste. Pero solo porque soy libre, no significa que pueda tener las cosas que ... " Ella se detiene. Ella quiere decir más. Sé que ella lo hace. Pero al igual que sé que lo hace, sé que no lo hará.

Puedo verla a ella debatiendo internamente sobre acercarse. La calma se instala sobre ella como una manta. Cubre la melancolía y silencia cualquier deseo de algo diferente. Mil discusiones se acumulan en mi garganta, pero apreto los dientes sobre ellas. No somos niños, ninguno de nosotros. No creemos en los cuentos de hadas. Y si lo hiciéramos, ¿quién seríamos? No el príncipe azul y la bella durmiente. Corto las cabezas de víctimas de asesinato y Anna estira la piel hasta que se rasga, corta huesos como ramas verdes en pedazos cada vez más pequeños. Seríamos el maldito dragón y el hada malvada. Yo sé eso. Pero todavía tengo que decirle.

"No es justo".

La boca de Elsa se torna en una sonrisa. Debería ser amarga, debería ser una burla, pero no lo es.

"Sabes lo que eres, ¿no?", Pregunta ella. "Eres mi salvación. Mi manera de expiar. Para pagar todo lo que he hecho ".

Cuando me doy cuenta de lo que quiere, parece que alguien me dio una patada en el pecho. No me sorprende que ella sea reacia a salir en citas y pasear de puntillas por los tulipanes, pero nunca imaginé, después de todo esto, que querría que la enviara lejos.

"Elsa", le digo. "No me pidas que haga esto".

Ella no responde.

"¿Para qué fue todo esto? ¿Por qué peleé? ¿Por qué hicimos el hechizo? Si solo fueras a ... "

"Ve a recuperar tu cuchillo", responde ella, y luego se desvanece en el aire justo en frente de mí, de regreso al otro mundo donde no puedo seguir.