EDWARD : Te quiero hasta las estrellas.

Capítulo 28 : "Nos han descubierto"

Capítulo 28 : "Nos han descubierto"

"El mal no es lo que entra en la boca del hombre, sino lo que sale de ella."

-Jesucristo (4 AC-30)

Estaba destrozada una vez más. Mi cuerpo dolía mucho. Veo a mi lado y ahí veo a ese asqueroso hombre de ojos azules. No puedo creer lo tonta que fui.

Me muevo poco a poco y busco algo que ponerme. Tenía que ir por Edward , tenía que asegurarme que el estuviese bien.

-¿A donde crees que vas?- habla el a mis espaldas y una ola de nervios sube y baja por todo mi cuerpo.

Me quedo quieta pero lo escucho como se me acerca.

Tengo que ser fuerte.

-¡Dije que...-

Antes de que termine comienzo  a correr fuera de mi habitación lo más rápido que puedo.  Escucho sus gritos a mis espaldas y acelero un poco más.  Mis piernas eran demasiado cortas  así que mis ventajas no eran muchas.

Los gritos de mi padre se unen con los de Leonardo y ahí el temor crece y crece en mi.

Ya estaba afuera. Las calles solo eran alumbradas por uno que otro poste.

Los gritos desaparecen pero aún así no me detengo. Puede que sea una trampa así que acelero un poco más.  

Debía admitir que la oscuridad me daba miedo pero ahora lo único que cruzaba mi mente era el ; Edward. Tengo que verlo , tengo que sentirlo , besar sus suaves labios y pedirle disculpas. De seguro y me odia pero lo entiendo completamente.

Cuando estoy ya bastante lejos de mi casa voy reduciendo velocidad a mis piernas hasta que pronto me detengo en medio de la acera.

Veo a mi alrededor y ahí caigo en cuenta de que estoy cerca de su casa. Unos pasos más y ahí ya estaba.

Estaba todo apagado lo cual me ponía en duda. ¿Estará en casa o en la comisaría?

Muerdo nerviosa mi labio y comienzo a dar vueltas en el mismo lado. Estaba desesperada , tenía que hacer algo antes de que me encuentren , no podía volver a casa , no aún.

Unas luces llaman mi atención al final de la calle. El miedo se apodera de mi al escuchar claramente el motor , era un auto lo que se acercaba.

Pienso correr pero borro esos pensamientos al ver que el auto se estaciona justo a mi lado y de ahí sale Javiera y seguido de ella  Edward.

Mi corazón comienza a correr rápido. El estaba bien o al menos eso creo.

Quedo atónita al ver como Javiera se voltea quedando frente a frente a el y seguido de esto le lanza un golpe a la mejilla.

-Javiera.

Alguien más estaba ahí y era ese hombre. Supongo que el marido de Javiera ya que siempre está en casa.

Javiera se da la vuelta echa una furia y ahí su mirada se encuentra con la mía.

-¿Que haces tu aquí?

Nuevamente me sorprendo. Nunca la había escuchado hablar en ese tono. Era definitivamente otra Javiera.

-¡Wendy!

Desvío mi mirada a sus espaldas y una sonrisa se apodera de mi rostro.

Al menos se que el no está enojado.  Estaba sonriendo y se le veía feliz.

-Edward...- susurro.

El se me va a acercar pero Javiera lo empuja lejos de mi. 

Se estaba pasando.