EDWARD : Te quiero hasta las estrellas.

Capítulo 36 : "¿Amarías a mi bebé?"

Capítulo 36 : "¿Amarías a mi bebé?"

"¿El Beso? Un truco encantador

para dejar de hablar cuando

las palabras se tornan superfluas."

-Ingrid Bergman

El sol choca contra mi rostro y protesto ya que el brillo esta hoy demasiado de muy potente.

Veo a mi alrededor y recuerdo que no estoy en casa. Eh escapado con Edward anoche.

Me volteo aún en mi lado en la inmensa cama y ahí veo a el amor de mi vida acurrucado en su lado.

Sonrío y acaricio su mentón. Su cabello estaba un tanto rebelde hoy  , lo cual me causaba ternura.

Suspiro al recordar la conversación telefónica  anoche con Frank. La frustración y las dudas me caen como bomba.  Quisiera que todo esto de mi supuesto embarazo  fuera producto de mi imaginación y ahí quedara pero no , lamentablemente no lo es.   No digo que me arrepiento de haberme entregado a Edward ese día , fue la mejor experiencia de mi vida pero fui una tonta al no pensar en el más allá , al no recordar la protección y en las consecuencias. No quiero traer una pequeña persona a este mundo para que la pase mal. Quizás en el futuro no tan lejano quiero tener un bebé y mis más deseos son que su padre sea este hombre a mi lado , ¿Que digo? ¡Es lo que quiero! Pero todo a su debido tiempo.

-Wendy...

Al escuchar su ronca voz mañanera sonrío. Era lo más perfecto que eh escuchado  , alabanza para mis oídos.

-Edward , buenos días. - me le acerco y beso sus labios sin importancia.

Estábamos solos por fin después de tanto.

El sonríe al alejarnos y lleva sus grandes manos hasta mi mentón. Frunso el ceño pero luego sonrío al ver que deja suaves caricias en mi cabello.

Si de esto se trata toda la vida a su lado  , muero por pasar el resto de mi vida con el , solo con el y nadie más que el.

-¿Tienes hambre?- beso su mejilla y el asiente rápido con la cabeza.

-Bien. - salgo de la cama y me acerco a un armario en el fondo de la habitación.

Luego de una rápida búsqueda   encuentro un pantalones junto a una camisa de mangas largas y ropa interior. Esto nos iba a ayudar al menos por hoy.

-Ve a bañarte y cuando termines te pones esto. - le muestro la ropa y el frunse el ceño.

-¿De quien es?- sale de la cama y se me acerca.

No puedo evitar  ver su torso. Sonrío y desvío mi mirada a la suya.

-Es de un amigo pero puedes usarla. Ahora ve a bañarte y cuando termines bajas a desayunar ¿Esta bien? - beso sus labios y salgo de ahí emocionada. Ya tengo  planes para el día de hoy. Se que el lo va a amar.

Me encuentro comida en el refrigerador. Hay harina de Panqueques así que me dispongo a hacerle un buen desayuno como se lo merece mi hombre.

Sonrío ante esas últimas palabras. Mi hombre.

Preparo la mesa y rápidamente en cuestión de pocos minutos todo esta listo.

-Hola.

Doy un brinco en mi lugar y me volteo para entonces ahí encontrarme a Edward parado en la entrada de la cocina.

-Hola. - saludo y le hago señas para que se acerque.  El sonríe y se me acerca. A solo centímetros  , sonrío y el me extiende una bonita flor ; Un diente de León. -Gracias Edward. - acepto la bonita flor y beso sus labios.