Capítulo 24

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Baile y travesuras con el enemigo


En la tierra no existía un hombre más orgulloso que Jeon Jungkook en ese momento, con su brazo rodeando la pequeña cintura de Jimin mientras caminaban  a la discoteca.

Su rubio había decidido vestirse con un pantalón de cuero apretado que no dejaba nada a la imaginación, ese trasero se veía tan jodidamente sensual que al castaño se le hizo agua la boca, se le formo una tienda de campaña en el pantalón y no pudo evitar darle un par de nalgadas, llevándose un regaño por parte del rubio por ser un descarado, pero…

¿Cómo creía Jimin que Jungkook iba a soportar ver esas enormes y sensuales nalgas sin darles una probadita?

Jungkook definitivamente se sentía fuera de control, quería estar alrededor de Jimin  todo el tiempo y no solo para hacerle el amor, sino también para cuidarlo, protegerlo, mimarlo   y sobre todo amarlo, si Jungkook había reconocido para sí mismos que amaba a ese hermoso rubio que caminaba a su lado, siempre lo había hecho, desde que era niño no tenía ojos para nadie más que no fuera Jiminnie, y ahora que estaban juntos no lo dejaría ir jamás.

Hacía mucho tiempo  que el castaño no iba a una discoteca, cuatro años para ser exactos, si cuatro desde que había decidido ser responsable.

Cuando entraron al lugar lleno de luces neón, con el olor a sudor y alcohol llenando sus pulmones, Jeon observó a varios tipos mirando a su esposo, devorándose el cuerpo de Jimin con los ojos, <<Malditos infelices>> Jungkook los quería estrangular y sacarles los malditos ojos en ese momento, con el ceño fruncido y apretó más a Jimin contra su cuerpo, escuchando una risita traviesa por parte del enano.

—Jungkook deja los celos —susurró el rubio en su oído con voz divertida.

—Yo no soy celoso— bufo Jungkook y siguió caminando con el ceño fruncido mirando a todos lados, viendo como esos bastardos pervertidos, se mordían los labios observando el trasero de Jimin.

El rubio soltó una risa al ver el rostro de Jungkook, le causaba gracia las muecas que hacia cuando estaba celoso, al parecer el castaño no se había dado cuenta que llevaba su lengua empujada contra la mejilla, negando con la cabeza jalo a su esposo a la barra, lo hizo sentar en una de las sillas altas y se metió entre sus piernas, ese acto hizo a Jungkook sonreír de oreja a oreja para volverse a apoderar de la cintura de Jimin.

—Un Martini y… ¿amor que tomaras?— Preguntó Jimin sonriendo, cada vez era más fácil usar ese tipo de palabras con Jungkook, palabras cariñosas que usan las parejas de verdad.

Además a Jungkook parecía encantarle ser llamado así, —Un Wiski bebé— susurró dejando unos juguetones besos en el cuello de Jimin.

—Una pareja de novios muy enamorados por aquí — Habló el barman con una sonrisa preparando las bebidas que habían pedido.

—Esposos— Corrigió Jungkook mostrando su anillo de matrimonio y Jimin lo imitó orgulloso de que el castaño hubiera corregido el error del barman.

— ¡Oh! Eso es muy inusual en este sitio, por lo general estamos acostumbrados a ver que los esposos esperan en casa mientras la pareja trae a otra persona a disfrutar, me alegra los matrimonios sepan divertirse juntos eso ayuda a avivar el fuego en la relación— El barman había presenciado muchas peleas donde esposas o esposos llegaban a su discoteca y encontraban a su pareja con sus amantes, armándose siempre grandes peleas y algunas veces hasta la policía había tenido que interferir.

𝕮𝖆𝖘𝖆𝖉𝖔 𝕮𝖔𝖓 𝕰𝖑 𝕰𝖓𝖊𝖒𝖎𝖌𝖔 ♡KookMin♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora