Aunque no pueda verte (NaruSasu)

Capítulo 11: Llorar

Narra Naruto

Decidí irme a la cafetería y saciar mi hambre. Al regresar Sasuke no estaba en el aula, lo esperé pero no llegó. Fue entonces que fui a dar una vuelta para ver si lo encontraba y me detuve a una distancia prudente al ver a Sakura alzar la voz a Sasuke, ¿qué estaba pasando? Me quedé un rato oyendo todo lo que decían hasta que mi enojo no me permitió quedarme estático y tuve que intervenir.

Aclaré a Sakura mis advertencias y luego de irse me concentré en Sasuke.

-¿Por qué no me dijiste que tenías problemas con Sakura?- le dije situándome frente de él.

-No soy un niño, sé arreglármelas solo- habló mientras miraba hacia un lado.

-Solo te diré que todo lo que dijo Sakura no es verdad, tú no tienes la culpa de nada.

-Quizá tenga razón, perdón- dijo Sasuke mirando hacia el suelo.

-¡Sasuke!- le tomé de los hombros y lo sacudí para que me mirara a los ojos. -No lamentes algo que no fue tu culpa, ya pasó, no te sigas atormentando- tomé su rostro en mis manos.

-De alguna forma sé que soy culpable, quería pensar que todo estaba bien pero no puedo... - susurró Sasuke sorprendiéndome al notar sus lágrimas mojar mis manos. -Perdón, perdón- decía Sasuke sollozando y mostrándome su rostro lleno de tristeza.

Me partía verlo así, no me puse a pensar en lo que Sasuke sentía y ahora se me hacía un nudo en la garganta al verle tan vulnerable.

-No hay nada que perdonar, no llores me duele verte así, te amo y lo sábes, no llores, no te culpes por favor- quité con mi pulgar sus lágrimas que seguían saliendo.

-Naruto. -susurró y deshizo mi agarre y me abrazó ocultando su rostro en mi cuello mientras seguía llorando. Esta vez dejé que se desahogara, le abrazé muy fuerte y acaricié su cabello. El timbre sonó y anunció que el receso había terminado y con ello las lágrimas de Sasuke pararon. -Tengo hambre- miró hacia un lado, sonreí con alivio al ver que regresó a su estado.

-Solo por está vez nos saltaremos una hora clase- le dije con un pesar fingido.

-Dobe, si de ti fuera no vendrías nunca a estudiar.

Fuimos a comer a la cafetería, ya nadie había a esa hora, todos los demás debían estar en clase. Toda ese tiempo la pasamos bien, dándonos de vez en cuando muestras de cariño y conversando de cosas triviales. Al terminar esa hora regresamos al aula.

El problema llamado "Sakura" había sido resuelto. ¿qué podría pasar ahora?