Capítulo 28: Esperanza.

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Narro yo

Los días fueron pasando muy lentamente, Naruto comenzaba a adaptarse a la casa, casi ya no tropezaba con las cosas.

Las clases habían empezado y el rubio lamentablemente no podía ir. Ahora era considerado una persona con discapacidad por lo que no avanzaría al nivel de los demás. Adaptarse al colegio no sería nada fácil por lo que decidió que se saltaría ese año, no quería que los demás supieran de su condición, su problema aumentaba ya que al no conocer nada sobre el braile estaba perdido. Debía empezar a aprenderlo si quería estudiar.

La condición económica se mantenía gracias al arduo trabajo de su madre. No era una familia acomodada y debían utilizar prudentemente el dinero en lo necesario. Tenían unos ahorros en el banco pero sus padres se habían puesto de acuerdo en no utilizarlo porque con ello pagarían el transplante. Aunque faltaba un porcentaje para completarlo.

Tras el despido de su padre y encima el fatídico accidente, se tuvo que pagar al hospital por las atenciones y medicina. Antes, Minato y Kushina se dividían las responsabilidades para así poder vivir sin ninguna queja, ahora, con la Uzumaki al frente, los gastos eran mínimos.

Suspiró al saber que su madre no daría el brazo a torcer, a él no le importaba si se gastaba el dinero ahorrado. Tan sólo quería que su madre no se excediera en su trabajo, pedir horas extras la estaba agotando físicamente.

Sentado en un sillón, Naruto prácticamente había estado horas pensando en eso. En las mañanas se dedicaba a escuchar música y desayunar lo que su mamá dejaba antes de irse. En las tardes, gracias al gran corazón de Sasuke, Naruto almorzarba ya que éste le llevaba comida luego de que sus clases terminaban. En la noche, esperaba a su madre, cenaban y luego iban a dormir. Los fines de semana visitaban a Minato, y a veces Itachi y Sasuke ayudaban a cocinar e invertir en los alimentos.

La puerta se oyó y supo que su madre había llegado.

-Hola cariño...- habló su madre y sintió un beso en su mejilla. -¿Que quieres de cenar?

-Algo que no sea tan trabajoso...- respondió.

-Bueno. -la escuchó sacar cosas de la alacena. -Haremos un té y....

Se oyó la puerta ser tocada, Kushina salió a ver. No se imaginó que frente a ella estuviera nada más y nada menos que el ex jefe de su esposo.

-¿Qué se le ofrece señor?- preguntó.

-¿No me invitará a pasar?

-Usted no es bienvenido. -respondió mirándolo seriamente. Aquel hombre suspiró desganado.

-Me enteré de la situación de Minato...- habló. -Lamento lo que le sucedió.

-Gracias...-respondió, ante todo, el respeto.

-No he venido aquí a decirle esto, vengo a pedirle disculpas. -hizo una reverencia. -Las acusaciones contra su esposo fueron falsas, se descubrió al verdadero culpable. Me dejé llevar por los comentarios de los demás trabajadores y cometí un error.

Kushina no dijo nada, estaba asombrada por la actitud arrepentida que tenía el hombre.

-Minato es un gran hombre y así como yo he reconocido mi error, compensaré el daño causado en los meses de despido de su esposo. -dijo el hombre sacando un sobre. -Además, sus compañeros de trabajo, están arrepentidos, ellos han decidido colaborar con la cantidad restante de la operación de su hijo. -sacó otro sobre.

-Esto... ¡Dios!- exclamó y sus lágrimas salieron sin más.

El hombre conmovido tomó las manos de Kushina y puso los dos sobres en ellas. La Uzumaki lloraba a mares.

-No sé como agradecerle...-sollozó.

-No se preocupe, es lo mínimo que puedo hacer. -sonrió el hombre. -Espero que despierte pronto, hay un puesto que tiene que ocupar en la empresa.

Y sin decir más hizo una reverencia y se fue en su auto.

Cuando cerró la puerta fue dónde su hijo y lo abrazó llena de felicidad.

-¿Mamá?- preguntó Naruto extrañado al oírle llorar. -¿Pasó algo malo?

-Al fin, al fin podrás ver cariño.- le dijo abrazándole con más fuerza.

-....

-Un milagro hijo, eso es. El dinero está completo.

-¿Qué pasó? ¿cómo?- preguntó con la voz temblorosa. -Podré ver...-susurró sin creerlo.

Kushina le contó lo que había pasado. Su pequeño con una sonrisa derramó lágrimas, era la señal que esperaba.... aquella esperanza.

Tomaron el té y se fueron a dormir. Mañana sería el nuevo día, uno distinto...

Fue en medio de la madrugada cuando el teléfono sonó.

-¿Diga?- contestó Kushina somnolienta.

-Señora Kushina Uzumaki, le hablamos del hospital Konoha.

-¿Pasó algo?- se despertó completamente.

-El paciente Minato Namikaze acaba de despertar.











Holix... lamento el retraso, es que me perdí en el sendero de la vida xd.

Tengan un lind@ día- tarde- noche- madrugada xd...

Nos vemos, bai :v!

Aunque no pueda verte (NaruSasu)Kde žijí příběhy. Začni objevovat