Capítulo 26: Pesadumbre.

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Narra Kushina

Luego de un momento el teléfono comenzó a sonar, y con sigilo dejé descansar a Naruto.

Al atender, oí la voz de Sasuke.

-Buenos días, ¿hablo con Naruto?

-No, en este momento está dormido.

-Señora Kushina, un gusto. ¿Él está bien? ¿No le pasó nada?- al oírle preguntar aquello me extrañé, ¿es que acaso ese muchacho tenía poderes? Le dije a Naruto que no le diría nada, el debe tener sus razones.

-No, todo está bien.- le dije.

-No sabe el alivio que me da.- comentó y luego de unas cuantas palabras más colgó.

..........

Narra Naruto

-¿Mamá? ¿Estás ahí?- pregunté al despertarme. Me senté de golpe y busqué su mano.

-Aquí estoy cariño, me acabo de despertar.- dijo mi madre tomando mi mano.

-Discúlpame.- dije, de seguro estuvo en vela todo el tiempo que dormí.

-No te preocupes. ¿Tienes hambre?

-Un poco.

-Iré a prepararte algo, no tardo, tu no te muevas de ahí.

-Está bien. -dije, de repente se me vino a la mente aquella persona tan importante para mí.- Mamá, ¿le dijiste a Sasuke?- le dije antes de que se fuera.

-Llamó pero no se lo dije.

-Gracias...

Oí la puerta cerrarse, el silencio y la oscuridad perturbaron mi mente. Comencé a tararear una canción para tratar de no sentirme tan ansioso.

Sasuke....

Saber que he perdido la vista, no lo hará feliz. Pero lo extraño tanto. Mi mente se centró solamente en él, en lo feliz que era cuando me demostraba su amor con pequeñas actitudes, típicas de alguien orgulloso, de su sonrisa, de las veces en que nos amamos dentro de cuatro paredes.

Sin darme cuenta las lágrimas se regaron de mis ojos, aunque tuviera los mejores recuerdos, no tuve la oportunidad de verle la última vez.

Tomé la cobija entre mis manos y la apreté, la impotencia y la angustia me hacían desesperar.

La puerta se oyó abrirse, y rápidamente limpié mis lágrimas.

-Naruto....

-No es nada mamá. -traté de sonreír, viendo a la nada.

-Te traje un poco de fruta hasta que esté el ramen.- contestó mi mamá. -Mi vida, no me ocultes lo que te pasa.

-Yo... tengo hambre.- sonreí.

Mi madre suspiró y comenzó a darme de comer la manzana que en ese momento pelaba y cortaba, me sentía pequeño de nuevo.

Narra Kushina

Soy su madre, se que lo que le pasa, me queda claro que Sasuke no es solamente su amigo. Lo supe cuando mientras dormía pronunciaba su nombre y murmuraba cosas.

También se que esas lágrimas representan el gran dolor que estaba sintiendo, no puedo hacer nada, soy su madre pero no puedo consolar a mi hijo cuando lo que él necesita es a su persona amada.
Al acabar de darle de comer, salí a supervisar el ramen.

No pasé por alto el hecho de que mi hijo sufra, se me ocurrió que lo mejor era llamar a Sasuke, aunque eso significaría traicionar a mi hijo.

Puse a cocer los fideos, luego tomé el teléfono y marqué a su número.

-¿Si? ¿Naruto?- se oyó al otro lado de la línea.

-Soy Kushina.

-Oh, buenos días. ¿Cómo está?

-Bueno... de lo que te quería hablar es de... mi hijo.

-¿Qué sucedió?. -la voz de Sasuke bajo su nivel de vigor.

-Lo mejor es que vengas, suena egoísta quitarte tus vacaciones pero... se lo mucho que te importa.

-¿Le pasó algo?

-Él, él ya... su visión... el ya no no puede ver...- mi voz salió temblorosa. -Esto es muy duro para él y te pido por favor que...- no seguí hablando, aquel muchacho había colgado.

Suspiré, y me dirigí a la cocina. Estaba perdida, ¿que debería hacer? No podía dejar a mi hijo, y a mi esposo, pero necesitaba trabajar para mantener a la familia. Me preocupé de como sería la situación los siguientes días.

Un estruendo me sacó de mis pensamientos, el cielo de pronto se nubló y anunciaba una tormenta. Era extraño que a primera hora de la mañana comenzara a llover, lo más habitual era que lloviera en las tardes.

Supuse que el ruido asustó a Naruto por lo que subí a su habitación. Lo encontré sentado en el piso abrazado a una almohada.

-¿Qué haces allí hijo? Sube a la cama.

-Mamá, no tengo sueño y odio estar en un solo lugar.

Sonreí ante su comentario, era verdad, desde pequeño no podía estar quieto.

-¿Quieres acompañarme a cocinar?- pregunté.

-Claro que sí.- respondió animado.

Lo ayudé a levantarse, y con cuidado nos dirigimos a la planta baja. Lo hice sentar cerca mío y mientras yo preparaba el ramen, él conversaba amenamente conmigo. Sabía que aunque mi hijo no pudiera ver, él sería siempre el mismo, con su sonrisa y su forma de ser.

Espero que pronto la situación mejore, mi esposo despierte y mi hijo vuelva a ver. Tengo la esperanza de que habrá una luz en este oscuro túnel.

Todo se resolverá...




















Hola soy yo de nuevo xd, espero que sea de su agrado (el capítulo :v)

Tengan una buena noche 7u7- día- tarde- madrugada xd...hasta pronto.

Cuento con sus estrellitas ^^!
Bai bai

Aunque no pueda verte (NaruSasu)Where stories live. Discover now