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Era de mañana en las oficinas centrales de Dai Tech Seúl, una gran compañía comercial que trataba con importaciones extranjeras.

Para cada trabajador asalariado, la mañana de los lunes traía una punzada de infelicidad. Kwon Ji Yong cuyo tiempo con Dai Tech pronto se extendían a tres años, estaba pasando parte de ese tiempo en una habitación subterránea de consulta enterrado bajo una enorme montaña de papeles.

"¿Donde están el resto de esos papeles de 1960?" murmuró. Aquí en el segundo nivel del sótano, no había nadie que escuchara a Ji Yong quejarse sobre su trabajo sin sentido. Considerando cuanto odiaba este trabajo, tendría probablemente sentido solo renunciar. Pero hacerlo seria como admitir que había cometido un error, y eso era difícil de soportar para Ji Yong.

Después de graduarse de la Universidad, Ji Yong había decidido tomar un trabajo en Dai Tech porque había estudiado en el extranjero y sabía un poco sobre lingüística. Tratar con ciudades extranjeras sonaba interesante, pero después de su orientación, había sido asignado no a la división de ventas, sino a la división secretarial en el departamento de asuntos generales.

Aunque había empezado como el hombre más bajo en la jerarquía, uno de los presidentes de sección se había fijado en Ji Yong. Había terminado pasando días ocupados en el nivel más alto de la compañía, observando la magnífica vista del escenario central. La mayoría de los nuevos empleados tenían que pasar un período de tiempo haciendo trabajos serviles, pero Ji Yong se había disparado a la cima relativamente rápido.

La razón que había caído tan bajo ahora era su ilícita aventura amorosa con Choi DongWook, quien había sido transferido de la sucursal de Dai Tech en Hong Kong el año pasado, y se había convertido en el presidente de la división secretarial.

"Todos en Hong Kong amaban hablar contigo por el teléfono," dijo DongWook. "No solo porque eres fluido, pero porque tu voz es tan sexy. Verte en persona me hace pensar que habrán algunos beneficios al ser transferido aquí."

Recordando ahora, Ji Yong podía claramente ver que engañoso era realmente ese piropo.

De alguna forma, Ji Yong todavía se comportaba como un ingenuo estudiante de universidad. Se llevaba bien con las personas, hacia su trabajo eficientemente y era inteligente. El treintañero DongWook, quien deseaba alcanzar la misma cima, le había parecido glamoroso y atractivo. Probablemente había caído en los trucos de DongWook porque había estado recién salido de la universidad no había sabido mucho del mundo. Y tal vez era solo porque Ji Yong, como un idiota, siempre se las arreglaba para recoger perdedores.

Mientras hacía horas extras una noche en la oficina, Ji Yong había cedido a las flagrantes invitaciones de DongWook. Por un año entero, habían ocultado la relación homosexual entre el jefe y su empleado del resto del departamento, lo cual no había sido una hazaña pequeña. Ji Yong había sido fiel a ambos DongWook, su jefe y DongWook, su amante. Su oculta relación había llenado sus días con conmovedora felicidad.

Así es, había sido feliz hasta el día hace un mes cuando DongWook había dejado caer la bomba sobre él.

"Qué estúpido,"  Ji Yong pensó mientras los dolorosos recuerdos lo ahogaban nuevamente.

[...]

Hace tres meses, Lee Dong-sun, El presidente de Dai Tech, de repente había fallecido a la relativamente joven edad de 57 años. La sorpresa lanzó a la compañía dentro de un caos. El equipo secretarial de Ji Yong, quienes habían atendido al presidente, habían estado inundados por demasiado trabajo que apenas tenían un momento para respirar.

Durante esos días agitados, DongWook había estado secretamente inventando un plan que le traería un ascenso que tan fervientemente deseaba. Cuando lo había puesto en práctica, Ji Yong había estado completamente devastado.

『Esclavo enjaulado』 » GTOPWhere stories live. Discover now