El viaje.

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El viaje a Berlín había sido simplemente espectacular, tenía que asistir a una junta y cosas un poco más importantes sobre su trabajo, así aprovechando para conocer más a fondo el lugar.

Unas seis semanas afuera, las horas de vuelo en el avión cambiaban muchísimo sus horarios rutinarios para dormir, siempre llegaba muy cansada al aeropuerto y terminaba durmiendo en el asiento trasero del taxi de ida a su casa.

Esa madrugada, el vuelo se había retrasado un poco en salir del aeropuerto, así que probablemente llegaría una o dos horas después de la hora original.

Jimin había extrañado no por haber hablado con ella, la esperó en el aeropuerto, desde la media noche, esperando impaciente que pasará por aquella puerta para estrecharla en brazos.

Había comprado una bebida energética para combatir el sueño, tenía que estar totalmente despierto cuándo ella llegase.

La plataforma de unas botas lo puso alerta, el lugar estaba tranquilo y silencioso, solo se escuchaba el sonido que hacía la plataforma con el suelo encerado.

Jimin se levantó de inmediato al ver aquellos cabellos grises moverse levemente. Ella caminaba mirando el suelo, con las manos entrelazadas, seguramente por el frío.

— Veo qué te encogiste por el frío de Berlín.

Ella levantó la cabeza, sonriéndole a Jimin casi al instante, se abrazaron y Jimin la alzó un poco del suelo.

— Te extrañé muchísimo.

Ella sonrió y dejó un suave beso en sus labios.

Jimin la besó, lentamente, tomándole de las caderas y apretándole un poco hacia él.

— Puedo darte la bienvenida si quieres.

Ambos sonrieron y Jimin la tomó de las manos y la llevó hasta los baños del lugar, cerrando la puerta con llave y presionándole contra la pared.

Jimin le desabrochó los pantalones, y luego los suyos, presionándose contra ella, haciendo que sintiera toda su intimidad contra la suya.

La apoyó contra el granito de los lavamanos y a través del espejo le dio una breve mirada antes de bajarle las bragas, bajarse un poco los boxers y entrar en ella de golpe.

Dejó caer un poco la cabeza mientras se mantenía callada, Jimin la tomó fuertemente por las caderas y comenzó a penetrarla de la manera más fuerte y seca posible, enviándole corrientes por toda la espina, sacándole unos pocos gemidos ahogados.

No tardaron mucho en llegar al orgasmo, Jimin la ayudó a vestir de nuevo y se besaron un poco más antes de salir de los baños.

CoollHousee

One shots -Jimin- (Primera parte)Where stories live. Discover now