La Decoradora

Capítulo 22

- ¿Ya me vas a explicar lo que te pasa? ¿o vamos a seguir aquí toda la tarde?

- Mamá...

- Mamá nada Estefania. Es normal que Raquel haga esas cosas de emborracharse y salir, ¿pero tú? Mira que dejarle el niño a tu hermano y a Paty...

- Mamá, tengo derecho a salir, divertirme y...

- ¡Amamantas a tu hijo Estefania! Salir a divertirte con tu hermana no es el problema, el problema es que aún le das pecho a ese niño. Es el colmo de la irresponsabilidad.- mamá me voltea a ver - Y tú ¿por que la dejaste sola? ¿por que la dejaste tomar?

- Mamá yo no sabía...

- Por dios. Es sentido común. Por cierto, tú y yo jovencita, tenemos que hablar seriamente.

Una semana después de la visita a la ultima luna, Mamá nos está regañando por que el bocón de mi cuñado le dijo todo lo que pasó en el bar. Desde la borrachera de mi hermana, hasta mi escena en el lugar con Joel. No quiero dar explicaciones de nada ya que eso implica que tenga que hablarles de Pablo y no quiero.

Mamá en lleva su habitación y me pone en el banquillo de los acusados, como solía hacerlo cuando eramos chicos.

- ¿Ya me vas a decir quien es Joel o tengo que preguntarle de nuevo a Ernesto?

- No es nadie importante.

- ¿Y por eso tienes tanto tiempo deprimida? Mañana es navidad Raquel, y dios sabe que quería que vinieras acompañada. Pero te empeñas en seguir sola, y toda triste ¿Que pasó con mi niña?

- Se enamoró por primera vez en su vida y le rompieron el corazón. Eso paso. No quiero hablar de ello, Joel ya no es, ni quiero que sea parte de mi vida. Así que ya olvida el tema mamá.

- Muy fácil para ti decirlo, por que no eres tu la que ve que su hija está desmoronándose día a día. ¿Que tan grave pasó para que tu no lo quieras en tu vida?

- Me ilusionó, me beso, me hizo el amor, me humilló, me mintió y me ignoró. Le rogué de todas las maneras posibles y le creí cuando dijo que me amaba. Eso pasó, y el tema ya está cerrado, ese hombre no se merece nada de lo que sentí por él.

Mamá se queda en silencio y mientras me desmorono sentada al pie de la cama, ella me abraza y me besa la corona de la cabeza. Me da palabras de aliento.

Debo de empezar de nuevo.

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Pasan las fiestas de navidad, año nuevo y reyes. Me he vuelto más cercana a la familia y me entero de que seré tía por segunda vez, pero ahora de Oscar y Paty.

Los días son eternos y Joel no me deja en paz. Me ha llamado a cada rato, me manda flores, ha ido a mi trabajo casi tres veces por semana y no lo he recibido. Estoy a sólo una llamada de mandarlo a la mierda con una orden de restricción.

- Bueno?

- Hola Raquel!

- Samuel! que bien saber de ti!, como estás?

- Muy bien, oye acabó de llegar a la ciudad hace rato y... me gustaría mucho verte.

- Claro! Si, en donde nos vemos?

- Tengo ganas de pizza, te parece si en el Moroco?

- Grandioso, nos vemos ahí en media hora.

Samuel y yo nos hemos hecho amigos, me hace reír y es muy libre. Eso me gusta en el. Aparte creo que sus tatuajes son estúpidamente sensuales.