Lo mejorcito para el corazón

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A la mañana siguiente tiene que venir Marina a despertarnos porque ni Alba ni yo habíamos puesto la alarma del móvil. Hemos pasado toda la noche en la misma posición en la que nos dormimos, abrazadas.

- ¡Buenos días, marmotas! - nos grita alegre.

Yo me despierto a la primera, pero Alba suelta un gruñido y esconde su rostro en mi pecho.

- Vamos, bella durmiente, nos están esperando - digo y a continuación le doy un beso en la cabeza pensando que así reaccionará mejor.

Marina se va de la habitación con una sonrisa que no sé interpretar muy bien. Finalmente Alba se levanta y aprovecho que va al baño para dejar el regalo que tengo para ella con el resto.

Nos reunimos en pijama y con los calcetines nuevos en el comedor, a los pies del árbol. Hasta la abuela ha salido con camisón y bata. La verdad es que estamos para foto, así que vuelvo corriendo a la habitación para coger el móvil e inmortalizar este momento con un selfie grupal. Las jóvenes nos quedamos sentadas en el suelo, mientras que Rafi y Trini lo hacen en el sofá. Van abriendo regalos y llega el turno de Alba con el mío. Estoy nerviosa, espero que le guste. Cuando quita el papel y descubre que es el libro La biblia del guitarrista se levanta para sentarse en mi regazo y darme un achuchón.

- Hala, Nat, no tenías por qué.

- Espero que lo disfrutes mucho - digo y, a continuación, le doy un beso en la mejilla.

- Ohhh, qué monas habéis salido.

La hermana de Alba ha aprovechado que estábamos en nuestro mundo para hacernos una foto con mi móvil.

- Venga, que solo falta uno - señala Rafi.

Marina lo coge, es un sobre grande, y nos lo pasa.

- Es para vosotras, de nuestra parte.

Efectivamente, pone NATALIA + ALBA en la etiqueta. En cuestión de segundos he recuperado la ilusión que tenía de niña el día de Navidad. Cuando veo lo que es la emoción me bloquea la garganta y no me salen las palabras para darles las gracias. No soy la única que se ha conmovido, Alba está a punto de ponerse a llorar también. ¡Tenemos dos entradas para el concierto de Billie de marzo en Barcelona! En unos minutos recupero el habla y les agradezco a las tres tanto el regalo como haberme hecho sentir una más en su casa.

Desayunamos tranquilamente todas juntas y depués vamos a prepararnos para cuando venga el padre de Alba a recogernos para ir a casa de sus tíos.

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Sigo flipando con los regalos de este año, entre el libro, las entradas para el concierto y la guitarra de mi padre, el 2019 va a ser un año muy musical. Él también ha querido tener un detalle con Nat y le ha regalado un libro que le gustó mucho, Pájaros dormidos.

Vamos de camino a casa de mis tíos, que tienen un chalet en las afueras. Conduce mi padre, Marina se ha puesto de copiloto, y en el asiento de atrás estamos Natalia, Queen en su transportín y yo.

- Ya verás que vas a estar muy bien con todos hoy, Natalia - le dice mi padre.

- Bueno, igual se te atraganta un poco el tío Enrique - le aviso yo exasperada.

- Venga, Alba, déjalo estar por un día - intenta conciliar mi padre.

Nat me coge de la mano y empieza a acariciarme el dorso con su pulgar para tranquilizarme.

- Pasa si te dice alguna burrada y ya está - aconseja Marina.

- Me estáis dando miedo, ¿para tanto es? - pregunta Natalia.

La chica del metro // AlbaliaWhere stories live. Discover now