Harry Estefan Riddle Prince

capitulo 13

Harry despertó algo tarde, ese día comenzaría a practicar magia Parcel junto a su padre porque dominar a las serpientes le sería muy útil, siendo sigilosas y discretas eran mejor en tiempos que se necesitaba discreción, si contar que desde que entendió porque hay tantos tallados de serpientes en Hogwarts los cuales funcionaban como los espías para los hablantes en una vía que llegaba hasta la oficina del director, aprender a dominarlos le darían una ventaja pues sabrían sus planes desde su fuente.

Había pasado parte de las vacaciones y por primera vez desde que se entero que era un mago no quería ir a Hogwarts, quería seguir aprendiendo en casa a lado de sus padres en medio de todo ese amor y cariño que le profesaban, sabia no era condicionado como el que le ofrecían los demás a su alrededor, solo por ser quien derrotó al señor tenebroso.

Bajo al comedor para desayunar con su familia solo para llevarse una gran sorpresa, una ligera decoración en el salón, con una gran torta de dos pisos con diferentes decoraciones con motivo de Quidditch habían más regalos a su alrededor y a los pocos miembros de la casa, elfos incluidos, en ese lugar.

- Feliz cumpleaños Harry – gritaron todos al mismo tiempo, dejando confundido al menor.

- ¿Es hoy? – dijo confundido era la primera vez que lo olvidaba

- Si mi niño – le confirmo su papa – ven pide un deseo y apagas las velas, que hoy tenemos un día ajetreado.

- ¿Qué vamos a hacer? – dijo acercándose

- Sin comer ansias – le advirtió su papa Severus.

Una vez junto a la mesa con las manos de cada una sobre sus hombros solo podía pensar en un deseo, algo que deseo a lo largo de su niñez y ahora se había hecho realidad, cerró los ojos tomando aire "deseo que sigamos estando juntos" apago las velas sin problemas dejando que el homo subiera, la torta se corto y ese fue el desayuno como no estar feliz por eso.

Abrió los regalos encontrando que también había de todos sus conocidos, los gemelos le enviaron más de sus productos, Ron le envió un coleccionables de Quiditch, Hermione le mando un libro sobre defensa de las artes oscuras, comenzaba a ver cierto patrón entre los regalos de ambos, Sirius le mando un pedazo de espejo cosa que hizo que sus padres se vieran preocupados, Remus le mando un juego de tintas y plumas, regalos de la señora Weasley entre otros, los regalos enviados por los Malfoy fueron túnicas realmente hermosas y elegantes entre otros.

- Bueno ahora los más importantes – Dijo Severus entregándole cuidadosamente una caja – este es de mi parte.

Harry retiro la tapa con el mismo cuidado del que le fue entregado el regalo, dentro había una serpiente de no más de veinte centímetros, tenia líneas de diferentes colores desde la cabeza que descendían a lo largo de su cuerpo combinándose en la cola completaren blanca, la pequeña asomo curiosa la cabeza mirándolo solo para volver a esconderse rápidamente, causándole gracia a los presentes.

- Sal de ahí pequeña.

- Un hablante, un hablante – dijo alegre la pequeña serpiente – ¿tú serás mi amo?

- Yo cuidare de ti, puedes llamarme Harry, ¿Cuál es tu nombre?

- Reiris

- Ese es un hermoso nombre, estaremos juntos de ahora en adelante – aseguro Harry - Gracias papa es hermosa.

- ¿Qué nombre escogiste?