Parte sin título 16

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Estaban desayudando en el jardín como era costumbre todo parecía machar muy bien era todo muy agradable, para Estefan como preferían que lo llamaran, sentía que Harry Potter era alguien completamente distinto a él aquel chico dependiente, en busca de aprobación y afecto, reprimido hasta olvidar que tenía decisión propia, ya no existía más, ahora tenía más confianza en sí mismo y sus habilidades y ya no buscaba la aprobación continua.

Estaba más relajado y vestía de colores menos escandalosos, con ropa de su taya tenía confianza en su apariencia, ya no estaba delgado y había sanado física y mentalmente, no podía negarlo se había vuelto un poco quisquilloso pero ese era un lujo que antes no podía darse así que lo disfrutaba, esa era su vida pero era hora de darle sentido a las cosas.

- Quisiera saber ¿Por qué comenzó la guerra, en primer lugar? – interrumpió.

- Veras – comenzó Tom – como sabes tanto Sev y como yo venimos de lo peor del mundo muggle, yo quería justicia y protección para todos los de sangre mágica sin discriminar, entre en el ministerio apenas salí de Hogwarts y mis ideas eran apoyadas por la gran mayoría de los magos sangre pura, cerrar el mundo mágico no se permitirían la entrada de muggle, colocar hechizos para prohibir que se difundiera la información más allá del núcleo y sus hijos con habilidades serian introducidos a nuestro mundo haciendo valer las tradiciones enseñándolas desde que entraran, tenía un gran apoyo – dio un largo suspiro de añoranza – pero Dumbledore, él convenció a todos de que mis ideas eran prosangre pura y que hacían parecer a los muggle muy poco confiables, cada avance que lograba realizar él lo truncaba con algo estúpido y sin sentido dando a entender lo equivocado que estaba yo como respecto a los muggle y que todo mis movimientos se debía a que mi infancia fue mala en el orfanato y que guardaba muchos rencores por eso, pero intente demostrar mi punto en una familia disfuncional cuyo hijo era un mago pero... - Harry vio como todo lo dispuesto sobre la mesa temblaba bajo la presión de la magia e Tom y como Severus extendió su mano tomando la del mayor para calmarlo un poco.

- Todo salió terriblemente mal – continuo más calmado – fui el primero en llegar, y poco antes de que los demás llegaron todo exploto, saque la varita para intentar ayudar a detener el fuego pero... llegaron me inculparon del accidente pues Dumbledore comenzó a recriminarme acerca de mis ideas prosangre habían llegado demasiado lejos y que debió haberme detenido mucho antes para evitar ese terrible crimen, consiguió que los jefes del ministerio se pusieran en mi contra... hui fue lo mejor que pude hacer en ese momento, poco después comencé a moverme nuevamente desde las sombras pues aun habían personas que seguían con mis ideas, pero todo siguió empeorando... un ataque sin precedentes ocurrió en un pequeño pueblo muggle todos murieron, buscaron culpables señalado a quienes me apoyaban, comenzaron a perseguirlos y poco después lord Voldemort nació como respuesta a los ataque... y fue cuando la guerra tal y como se conoce, se desato.

Harry estaba confundido, todos conocían las historias de la guerra mágica pero escuchar de sus inicios era nuevo en especial ¿por que dicha información parecía completamente perdida?, como si les hubieran borrado la memoria de las personas o como si el inicio ya no tuviera una importancia real en la vida diaria, pero lo que más lo toco era la forma en que Dumbledore aquel que supuestamente debería pelear por la Luz en busca de la seguridad de todo los habitantes, era impensable, estaba consciente de que no le importaba mucho lo que le ocurriera a él con los Durley y que eso era de verdad extraño y lo peor era que él mismo no había hecho nada para contradecirlo en ningún momento, hasta que punto estaba dispuesto a llegar Dumbledore por el control del mundo mágico.

- Pero, ¿Por qué ponerte una trampa así?

- Comencé a presentar un problema para sus planes, él piensa en largo plazo el tiempo no es un problema para él, su plan era muy simple hacer que los magos confiaran tan ciegamente en él que simplemente no preguntarían nunca, por la misma razón tiene una gran influencia en el ministerio porque él siempre piensa "en un bien mayor", el problema es jamás dice para quien es ese bien.

Harry Estefan Riddle PrinceWhere stories live. Discover now