Harry Estefan Riddle Prince

Parte 23

La mañana siguiente fue un poco más calmado para los jóvenes, aunque lo más resaltante es que la profesora Umbridge no se encontraba en la mesa de los profesores como debía, lo cual llamo la atención de más de uno ya sea del alumnado o del profesorado pero nada se podía hacer al respecto, aunque la mayoría alumnos estaban muy felices al respecto de eso o al menos los que tuvieron la desgracia de ver una de sus clases, mientras que la cara del director parecía haberse comido una gragea de todos los saberes con sabor a mocos, pues parecía no tener lo que quería en sus manos o algo parecido.

Las lechuzas llegaron puntuales al comedor como todas las mañanas, lo que extraño a algunos fue ver que la lechuza blanca de Harry llevaba una carta en el pico para él, pues era bien conocido por toda la escuela que eran muy pocos los que le escribían al niño que vivió en los años pasados, y ya en los pocos días que tenían de clases el joven no pasaba un día sin recibir por lo menos cuatro cartas y dos paquetes, en el transcurso del día, Harry abrió la carta encontrando una pequeña nota no muy larga pero bastante explicita.

Nos vemos en la torre de astronomía a medio día.

D.M.

Solo unas pocas personas se dieron cuenta del pequeño sonrojo que apareció en las mejillas del pelinegro, una su mejor amigo que lo miraba con una sonrisa cómplice pues ella sabia mejor que nadie las constantes cartas que habían entre él y el peliplata se mandaban, aunque no sabía a ciencia cierta lo que ponían, otra de las personas lo miraba inquiridoramente sin que este se percatase de nada, con una de sus oscuras cejas alzadas en total desconcierto, aunque se alegraba de verlo actuar como un adolecente normal apenas había recuperado a su bebe y no dejaría que nadie se lo quitara tan rápido, sin importarle mucho quien fuera.

Las clases comenzaron sin mayores contratiempos ese día, donde nuevamente las felicitaciones viajaron hasta el ojiverde por su nuevo conocimiento en casi todas las materias, también el cambio a meterías más complicadas extraño mucho a los profesores pero quedaron complacidos al ver el desempeño, dejando a Ron casi completamente solo en la mayoría de las asignaturas que cruzaba y sin muchas posibilidades de pasar las materias pues no tenia de quien copiarse las tareas, la profesora McGonagall era la más feliz de todas alegando que su buena influencia era la causante del cambio del chico, a la cual más de un profesor alzaba la ceja confundido por la afirmación.

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Por fin cuando ya era medio día se logro escapar de sus compañeros de clase y la mayoría de Gryffindore con mucha ayuda de Hermione, pues nadie quería dejarlo solo por alguna extraña razón, aunque para lograr llegar hasta la torre de astronomía le tomo más tiempo del pensado, los corredores y pasillos estaban llenos de estudiantes que tenían horas libres o se dirigían a almorzar al gran comedor, no le dejaban muchos pasadizos por donde colarse, pero al final y después de un gran rodeo consiguió llegar a su destino, donde su acompañante ya lo esperaba.

- Tardaste mucho – fue lo primero en decir el peliplata al verlo.

- Pudiste a ver escogido un horario menos concurrido – comento como si nada – ha pasado algo.

- No, la casa de las serpientes simplemente está esperando la señal – comento – realmente nadie desempaco del todo sus baúles en espera de una salida de en emergencia, aunque ya les he dicho que no es necesario.

- Nos avisarían una semana antes – comento con gracia - para estar preparados, pero eso no se espera hasta el año que viene y además mis padres no han comentado nada.

- Somos algo tercos – comento Draco encogiéndose de hombros, causándole risa al pelinegro.

- Sabes estaba pensado en un plan, aunque tengo que consultarlo con mis padres.