Mientras te miraba

Capitulo XXVIII. El vestido perfecto

Ambas llegaron a la facultad de Derecho y se dirigieron a la cafetería de la misma para esperar a que Ino terminara sus clases.

Sakura esperaba a que trajeran su ensalada de pollo mientras Hinata comía un poco de fruta, fue entonces que Ino se aproximó a ellas.

-Lo siento no pude salir antes, ahora si ¿Qué es lo urgente que tenían que decirme? – comentó la rubia mientras tomaba un pedazo de sandía de la comida de Hinata.

-Bu... bueno Sakura-chan esta...

-Voy a casarme – comentó sin tacto la pelirrosa mientras extendía su mano y mostraba el anillo a su mejor amiga, Ino se atraganto con la fruta y Hinata le dio su botella para que tomara agua.

-¿Hablas enserio? – pregunto incrédula, la pelirrosa asintió.

-¿Pero cómo? ¿Por qué? ¿Acaso estas embarazada Sakura? – pregunto la rubia acercándose al vientre plano de la joven.

-No seas idiota Ino, por supuesto que no estoy embarazada – comentó ofendida.

-¿Entonces porque diablos vas a casarte sin haber tenido una relación? No malpensada no me refiero a una relación sexual me refiero a una relación de noviazgo, que yo sepa no solías tener novio desde hace como 5 años y hasta ayer seguías soltera ¿Lee te ha chantajeado para que te cases con él a cambio de la plaza en el Kinder? Ese idiota, podríamos demandarlo por acoso laboral Sakura, yo misma hare la demanda.

-Cállate bruta, no ha sido así, Lee no ha hecho nada por el estilo

-¿Entonces con quién demonios vas a casarte?

-Con Sasuke Uchiha – comentó en un susurro

-¿Es un juego cierto? ¿El adonis de Sasuke Uchiha? – pregunto aún sin creerlo la rubia, la pelirrosa asintió – bueno, supongo que tiene sentido entonces porque lo haces tan pronto, yo tampoco dejaría perder una oportunidad como la tuya – sonrió la rubia – felicidades Sakura, tendremos que pensar en la fecha, ir a ver vestidos y lugares, por supuesto que será una boda en grande ¿han hablado sobre la fecha de la boda? Un año, seis meses, no seis meses es muy poco tiempo para planearla.

-Sera este sábado Ino.

-¿Este sábado? ¿Estás de juego? Es demasiado pronto, llevas como dos horas comprometida y vas a casarte este fin de semana, no tendré tiempo para encontrar el vestido adecuado ni el estilista correcto.

-Ino-chan, es el momento de Sakura-chan, creo que debemos pensar más bien en como ayudarla a que este lista para dentro de... 2 días, por supuesto que te ayudaremos en lo que necesites Sakura-chan eres nuestra amiga y no te dejaremos sola en esto – comentó dulcemente Hinata y Sakura abrazó a sus dos mejores amigas.

-Bien, porque no vamos a ver los vestidos hoy mismo, auqnue sea por el civil amiga debes de verte fabulosa, porque no vamos hoy mismo a buscar vestidos – sugirió la blonda.

-En realidad ya he quedado con la madre de Sasuke en ir a buscar el vestido hoy.

-Oh eso suena maravilloso, ¿podremos acompañarte? Estoy segura que a la señora Uchiha no le importará, vamos todos saben que mi mejor talento es la moda y lucir muy bien, yo podre ayudarlas, por favor Sakura hemos sido siempre como hermanas – comentó en un puchero.

-Bien, hablare con Mikoto por teléfono, yo tampoco creo que haya problema, además me sentiré mucho más en confianza estando con ustedes que solamente con ella – sonrió la pelirrosa y llamo a su futura suegra.

Mikoto en vez de molestarse se había puesto feliz, Ino y Hinata eran unas señoritas encantadoras y muy agradables, Ino era energica, audaz y atrevida mientras Hinata era tímida, tierna, Sakura era un termino medio entre ambas chicas, Mikoto jamás tuvo hijas y supuso que la tarde con ellas había sido una compensación a la falta ellas, pues aunque amaba a sus hijos más que a nada en el mundo, una niña hubiera sido su adoración.

Finalmente después de acudir a varias tiendas y discutir entre que luciría Sakura el día de la boda, encontraron el vestido perfecto.

-Estoy segura de que Sasuke no podrá dejar de babear cuando te vea entrar con esto al salón – Ino sonrió ampliamente mientras limpiaba una lagrima de felicidad al ver a su mejor amiga, Sakura sonrojo y no podía dejar de verse en el espejo lucía realmente hermosa, el vestido había sido creado sin duda para ella.

-Estoy segura de que ya lo hace Sakura-chan – comentó Mikoto mientras abrazaba con dulzura a su futura nuera.

Sasuke llegó a su casa, estaba cansado, no tanto por el trabajo en el rancho pero no había podido estar cien por ciento concentrado después de que Sakura se hubiera negado a creer en su declaración, había sentido una enorme opresión en el pecho y una gran decepción al imaginar que sus sentimientos no eran correspondidos y quizá jamás lo serían por su amada niña.