Capítulo 6. ¿Os Estabais Enrollando?

3.3K 168 12
                                    

EDITADO

CAPÍTULO 6. ¿OS ESTABAIS ENROLLANDO?

     — He dicho que te vayas — mi voz es casi inaudible, pero sé que me ha escuchado perfectamente por la leve sonrisa de superioridad que aparece en la comisura de sus labios. Odio sentirme tan pequeña cuando lo tengo cerca. Le odio a él.

     — Tus labios dicen que me vaya, pero tus ojos me indican otra cosa — susurra muy cerca de mí.

     — ¿Ah, sí? — contesto irónica. — Y ¿qué dicen? — le sigo el juego a ver si con suerte se pira pronto de aquí.

     — Que te bese — me responde al final. Me estremezco con sus palabras.

     ¿Podría besarme? ¿Me podría llegar a gustar? ¡¿Pero qué estoy diciendo?! NO, claro que no. Lo odio. Es un presuntuoso y un prepotente. No me gustan esta clase de chicos.

     "No son tu tipo, para nada. Solo has salido con un chico así por aburrimiento, ¿verdad?". Apunta sarcásticamente mi subconsciente.

     Touché.

     — Dudo que mis ojos digan eso.

     — Oh ya lo creo que sí. — me asegura mientras se relame como un auténtico pervertido al verme.

     — Aparta — le empujo harta de su agobiante cercanía. No se esperaba mi reacción así que consigo desestabilizarlo haciendo que retroceda un par de pasos dándome el espacio necesario para irme hacia la parte de la cama y el escritorio.

     — Oh, ya veo — ¡¿por fin lo ha entendido y se va? Genial! —. Prefieres ir a la cama para estar más cómoda, ¿no? — una sonrisa ladina se instaura en sus labios y yo solo pongo los ojos en blanco.

     — Tengo que estudiar.

     — ¿Eres la niña perfecta todo el tiempo? Suéltate la melena — dice sin más, despreocupado. Sus palabras parecían una especie rara de consejo, pero me ha dado la sensación de que en realidad era una queja hacía mi forma de ser.

     Preferí no contestarle y darme la vuelta para organizar todas mis cosas de mañana.

     ¿Dónde está mi libreta de matemáticas? Busqué y rebusqué hasta debajo de la cama. Llegué a pensar que Nick se había ido hasta que dijo :— ¿Buscas esto, princesa? — me volví hacía atrás para verle sostener de lo más divertido mi libreta de mate entre sus manos.

     — Dámela — pedí, cansada de su molesta presencia y sus incordiantes acciones.

     — Cógela — me retó.

     — Nick, déjate de juegos y devuélvemela — exigí autoritariamente.

     — Me pones mucho cuando te pones mandona — ruedo los ojos. Si las miradas matasen estaría más que enterrado desde hace rato.

     No me la devolvía, así que opté por ir a por la libreta. Me acerqué hasta donde él estaba y estiré mi mano para alcanzarla. Pero él es más alto que yo y también estiró su mano hacia arriba. Salté para intentar llegar de algún modo, pero no daba resultado. Si mi antiguo entrenador me viera saltar así estaría muy orgulloso de mí, pero eso no me vale para recuperar el maldito cuaderno. Intento alcanzarlo una vez más saltando y sin comerlo ni beberlo, aterrizamos sobre mi cama. Quedando él abajo y yo arriba. Mi cuaderno ha terminado en el suelo, pero da igual. Ahora mismo solo estoy concentrada en Nick, en sus ojos penetrantes que me atraviesan. Salgo de mi ensoñación e intento moverme.

Eras tú ✔️#Tú 1Where stories live. Discover now