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Capítulo seis.
—Hola—saluda el vampiro entrando a la casa.
—Hola Jasper—Carlisle sonríe y Edward mira cada detalle del vampiro, aún no podía creer que Jasper sea el tío de su pequeña Camila.
El particular olor de su compañera hace a Edward colocarse de pie y salir hacia ella, las hermanas del vampiro sonríen divertidas para alejarse al ver como abrazaba a su alma gemela.
—Solo me fui un par de horas Cullen, no pensé que me extrañarás tanto—sonríe acariciando el cabello del vampiro, sintiendo como este sonreía en su cuello—¿Como te ha ido con Bella?
—Supongo que bien—la chica asiente para voltear a la casa, aún en los brazos del vampiro.
—¿Esta aquí, verdad?—el vampiro asiente para entrelazar sus manos.
—Cami, si no estas lista, o no quieres verlo, no lo harás. No te obligaremos, es tu decisión.
—Tranquilo, esta bien—suspira—Quiero verlo—el vampiro besa su frente y con sus manos entrelazadas entra a la casa.
Los chicos la miraban sonrientes, Camila sonríe incomoda de recibir todas las miradas de ella, jamás le gusto eso. Edward aprieta levemente su mano al notar el nerviosismo de Camila, entran a la sala y cierto vampiro voltea al captar su aroma, podrían pasar años pero el siempre reconocería a su familia.
—¿Camila?—pregunta mirando a su hermana, la chica aprieta sus labios para darle una débil sonrisa.
—La misma—el vampiro sonríe y la abraza fuertemente.
—Los dejamos—Dice Alice para salir junto al resto. Se escucha como corren al bosque, dándoles privacidad.
—Así que, ¿Como es que eres un vampiro?
La vampiresa se encoge de hombros para sentarse en el sillón, el mayor la mira y se sienta a su lado, observando cada detalle de Camila.
—No supe más de ti, ¿Cómo iba a saber que estabas con ellos?—lo mira a los ojos, dejando a la vista de su hermano sus brillantes ojos dorados.
— ¿Quien te convirtió?—pregunta entre dientes, recordando todas las versiones que le daban los vecinos cuando preguntaba por ella.
— Ese vampiro me salvó, de no ser por él en estos momentos estaría en un burdel o estaría muerta, le debo mucho.
—Camila
—Escucha, Jasper. Entiendo que quieras ponerte en plan de hermano sobreprotector, pero es lo último que quiero y necesito en estos momentos.—dice la chica viendo sus manos.
En otro momento lo hubiera abrazado y llorando por jaberlo encontrado, pero ya había sufrido demasiado, había aprendido por las malas como era la realidad, había aprendido a afrontar los problemas, sola. Ella misma había tendió que mantenerse, que cuidarse, que amarse.
Camila Hale careció de amor toda su vida humana.
Su padre los abandonó, no lo dudo ni un segundo, su madre dió lo máximo de ella para que nada le falte a sus hijos, su hermano se fue a sus dieciséis años, su madre le lloró y tiempo después falleció, ella pago el entierro de su madre.
Cada noche se veía a una pequeña niña de diez años mirando por la ventana con lágrimas en los ojos, rogando al cielo que su hermano regrese.
Sin embargo jamás paso, jamás fueron a rescatarla de su dolor. Estaba sola.
—Te fuiste mucho tiempo Jazz—sonrie nostálgica al recordar cómo lo llamaba de niños.
— Camila siempre te cuide, me fui porque me aterraba dañarlas, ¿Cómo les explicaría lo que era? Tuve que irme, pero nunca te deje sola, siempre te cuide desde lejos, cuando murió mamá estuve tentado a acercarme a ti, pero los Cullen me dijeron que era peligroso para ti, y te deje, tres años regrese por ti, pero nadie me dijo nada, todos daban versiones diferentes, te busque día y noche.
— Jasper eso ya no tiene caso—voltea a ver a su hermana, encontrando dolor a través de ellos.
Jasper sentía las emociones de su hermana en ese momento, sentía dolor, tristeza, abandonó.
—Al menos se que las esperanzas de mamá no eran en vano, cada noche decía entre lágrimas que su hijo la cuidaba.
—Lamento dejarte.
—Lo importante es que estás bien, le prometí a mamá que te encontraría, fue su último deseo.
—¿Sólo has venido por eso?
—Principalmente, no le iba a fallar una promesa a mi madre.—se levanta y al momento Edward entra por la puerta.
Camila no había bloqueado sus pensamientos, por lo que había escuchado toda la conversación.
—¿Te irás?—pregunta acercándose a la vampiresa, rodeando su cintura, luciendo asustado al abandono de su compañera.
—¿Que?—el vampiro analiza a su y su “hermano”, quién abrazaba a Camila por la cintura—¿Sales con ella?.
Alice aparece luciendo preocupada, pero antes de hablar Jasper había hecho a Edward incrustasrse en un árbol, haciendo que salga por el balcón, hasta chocar con los árboles.
—¡Jasper!—La voz de Alice quedó en el aire.
—¡Tiene dieciocho años Cullen!—reclama molestó.
—¡No tiene nada de malo!
—¡Es mi sobrina!
—¡Gracias a mi la has vuelto a ver! De no ser por mi seguirías creyendo que esta muerta.
El vampiro lo golpea haciéndolo caer contra otro árbol. Camila se acerca rápidamente, sin embargo Alice la detiene.
—Dejalos, ambos terminarán más unidos que nunca en un par de años.
Los chicos comienzan a mirar la escena, notando como peleaban, rompiendo algunas ramas y haciendo correr a algunas ardillas.
—¡No me la quitarás! No después de haberla encontrado.
—¡Ella estará conmigo!
—¡No hables como si te perteneciera!
—¡Lo mismo te digo Hale!—se miran retadoramente.
—¿Ya acabaron nenas?—pregunta Emmett de brazos cruzados, viendo la escena fijamente.
Ambos vampiros se miran a los ojos, gruñendose mutuamente hasta ambos terminan en el suelo.
—No le pertenezco a ninguno idiotas—Dice Camila segura escuchando la carcajada de Emmett tras ella.
—¿Había dicho que amo a mi cuñada?
Pregunta Rosalie, quien sonríe viendo como las vampiros se miraban para levantarse al instante y gruñirse unos segundos hasta que escuchan el carraspeó de Camila.
Voltean lentamente mirando a la vampiresa, los Cullen intentaban retener la risa al ver como ambos miraban como niños regañados a la sobrina de Jasper.
