18 | El antiguo Forks

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Capítulo dieciocho

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Capítulo dieciocho.

—¿Esta interesante tu libro?—alza la mirada para ver a Garrett entrar a la casa, sentándose a su lado.

—No me quejo, han sacado libros peores.—Responde regresando la vista a su libro, dando vuelta a la hoja.

—Seguiré diciendo que los mejores libros son los de hace treinta años.

—Aun no existía, lamento decepcionarte Garrett.

—¿Y tu novio?

—Bañándose, ¿No escuchas la regadera?

—Honestamente si, pero no se que preguntar.

—Podría ser tal vez, ¿Por que estas aquí y no en la mansión?

—Mi compañera se fue de compras con Alice y las demás, Carslile y Esme fueron a cazar, no conozco a nadie, y escuché que les habían regalado una casa, tenía que conocerla.

—¿Y como es que has entrado?—enarca una ceja, levantando la mirada del libro.

—Estaba la puerta abierta—la chica ríe volviendo a leer.—Es linda la casa, me gusta, no es tan grande como la de Carslile claro pero, me gusta la decoración.

—Tu estás loco hombre—ríe subiendo las piernas el sillón, sin dejar su lectura.

—¿Retrato de Dorian Gray? Jamás lo he leído.

—Es interesante.

—¿Garrett?—Pregunta Edward apareciendo en el pasillo, con una camisa azul rey y sus jeans negros, se sienta junto a su novia, rodeando su cintura—¿Que haces aquí?

—Isabella esta en la casa y los demás salieron, fue exactamente lo mismo que me preguntó tu novia.

   Camila se acomoda el pecho de Edward, volviendo a leer su libro, el vampiro levanta su mano, colocandola alrededor de los hombros de su novia, dejando suaves caricias en sus brazos.

—Hacen una gran pareja, se ven muy bien juntos.

—Gracias. 

—Bueno Garrett, te quedas en tu casa, mi hermosa novia y yo iremos a pasear.

—Edward son las once de la noche.

—Nosotros no dormimos cariños—besa su frente—Te veo afuera en cinco minutos.

    La vampiresa bufa para dejar el libro en la pequeña mesa para correr a velocidad a la habitación, colocándose un short color negro y una blusa azul, junto unos pequeños tacones azules.

   La chica sale de la habitación, viendo a Garrett sentado cómodamente en el sillón viendo un partido de futbol en el televisor.

—¿Irás con tacones, enserio?

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