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11 | Yo no soy Bella.

Capítulo once.

—Hola—voltea dando una sonrisa al chico, quien se sienta a su lado con la mirada fija en el bosque, como si fuera lo mas maravilloso que haya visto en sus años de vida.

—¿No te cansas de pasarla en el bosque? 

—Sinceramente no—responde para mirar a su hermano, quien niega con una débil sonrisa.—Dice Edward que parezco niña pequeña cuando corro en el—ríen.

—Sigues siendo una niña pequeña Cam.

—Me transformaron a los trece años pero ahora tengo dieciocho, ya no soy una niña Jazz, han pasado cinco años.

—Es frustrante no saber que fue de ti esos seis años que me fui, estuviste un años con mama pero tras su muerte, pero—niega con la mirada en el suelo.

—Es una larga historia, no muy agradable que digamos.

—¿Tan mal fue?

—No tienes idea—sonríe con nostalgia—Solo después de la muerte de mi madre las cosas fueron malas, querían llevarme a un orfanato ya que no había ningún familiar, fue entonces cuando escape y aquellos hombres me encontraron, pase una semana encerrada en un sótano con diez chicas más, cada noches las arreglaban para llevarlas con un hombre, algunas regresaban, otras eran compradas por ellos, pero a mi me cuidaban, era una niña de trece años, valía demasiado para ellos, hasta que las chicas se acabaron, en ese momento supe que era mi final—voltea a verlo—Porque yo era la siguiente.

—Fue entonces cuando Alec te encontró.

—Me habían arreglado, horrible, pero en el camino a la casa de aquel hombre escuche como algunos de ellos gritaban de dolor, y lo siguiente que vi fue como alguien se encontraba frente a mi, me miraba fijamente, el hombre a mi lado, Marcus, le apunto con su arma, pero antes de disparar el chico había encajado sus dientes en el cuello de aquel hombre, yo grite y el chico se alejo de el. Le pedí que me mate en vez de hacerme algo, pero lo único que hizo fue abrazarme.

   Su hermano frunce el ceño, Rosalie se había unido a la conversación sentándose frente a Camila, y en ese momento los pensamiento de su horrible experiencia fueron remplazados.

   Ahora sabía todo por lo que Camila Hale había pasado, y eso solo provocaba que la rubia admire la fuerza interior de la vampiresa.

—Tiempo después me entere que me parecía a su Tua Cantante, a quien habían asesinado algunos años atrás, esa fue la razón por la que me cuido, me entreno, Alec me salvo, siempre estaré agradecida con el.

—Y yo no estuve ahí.

—No sirve culparse de nada Jazz, no podemos hacer nada por el pasado, pero podemos mejorar el presente y arreglar el futuro.

—Tienes razón—sonríe colocando su mano en su espalda.

   Los chicos pasan unos minutos en silencio hasta que la rubia levanta la mirada hacia la chica, quien sonríe tras escuchar sus pensamientos.  

—¿Enserio pensabas entregarte a los Volturis?

—No pensaba en entregarme, no soy suicida—ríen—Simplemente quería hablar con ellos, intentar llegar a un acuerdo sin tener que hacer una guerra, es todo.

—Aun después de tu explicación sigo sin estar de acuerdo, pero como se que no te rendirás—la chica ríe mientras su hermano se levanta para colocarse frente a ella—Entrenemos, a ambos nos servirá, quiero saber que tan buena es mi hermanita en esto.—dice sonriente.

   Camila se congelo en su lugar al escucharlo decir: hermanita esa palabra logro hacer que su cuerpo se congele en su lugar, si fuera humana ya estaría llorando a mares.
   Jasper siente en ese momento las emociones de la chica, lo que lo obliga a dar un paso hacia ella.

—Bien, prepárate para perder—su hermano ríe para comenzar a luchar, mientras la rubia se sienta en el tronco donde ellos antes estaban, observando entretenida como entrenaban.

   Ambos vampiros se movían con agilidad, la gran experiencia de Jasper con los neófitos lo hacían tener una gran ventaja sobre cualquier vampiro.

   Sin embargo Camila, a pesar de tener poco tiempo de haberse transformado, gracias a los entrenamientos con Alec y a su experiencia con los Volturis sabia luchar, y esas habilidades las estaba demostrando en esos momentos.

   Los chicos peleaban entre risas hasta que ambos terminan volando por los aires, voltean rápidamente para ver a Emmett, quien reía fuertemente.

—Eso dejenlo para los niños, vamos a luchar—dice el vampiro tronando sus huesos de las manos.

—Dios no de nuevo—dice Alice saliendo de la casa, sentándose junto a Rosalie.

—¿Que? Imagina que intentan llevarse a Cami, debemos enseñarla a defenderse.

—Camila no va a luchar—voltean al escuchar la voz de Edward hablar con seguridad, el vampiro sale de la mansión colocándose junto a Alice, quien cierra los ojos.

—¿Disculpa?—la vampiresa se cruza de brazos mientras sus ojos se tornan rojos, siendo mas que obvio que estaba furiosa.

—Camila

—No Edward, primero te opones a que vaya a Volterra, de acuerdo, gracias por no quererme dejar sola, pero impedir que luche por algo que en primer lugar es asunto mio, eso es—ríe sarcásticamente.

—Esto lo hago por tu bien, deja de intentar ser la heroína, sola no puedes contra ellos.

—Dios dime que no dijo eso—susurra Alice tapando su cara con sus pálidas manos.

   Camila ríe al leer los pensamientos del vampiro, ahora entendía el porque no la quería en la pelea.

—¿Disculpa?—su ceño se frunce y camina unos pasos hasta quedar frente a  el— Déjame recordarte que yo no soy Bella, Edward, tal vez ella siempre pedía tu protección y se escondía tras de ti esperando a que todos la salven, pero recuerda esto Cullen, yo no soy ni seré Bella Swan, espero algún día dejes de compararme con ella—termina furiosa dando media vuelta, desapareciendo por el bosque, escuchando como los pájaros volaban.

—No debiste decirle eso, sabes muy bien que puede con esto y mas.

—Si pero yo no—susurra arrepentido, comienza a caminar al bosque pero Jasper lo detiene.

—No, es mejor que este sola.

—Jasper

—Prácticamente el amor de su vida le acaba de decir que no puede defenderse, que no puede con esto ¿Como crees que se siente en estos momentos? La hiciste menos, Edward, esta furiosa, lo menos que necesita en este momento en verte.