CORASHE | albalia.

1 - Stop the time

Vivimos en una sociedad acojonantemente rápida.

Nuestra vida se basa en correr de un lado a otro dejándonos llevar.

Corre, gradúate.

Corre, elige una carrera de la que ni siquiera estás seguro, que probablemente acabes dejando.

Corre, busca trabajo.

Uf, corre, ¿Ya 25 y soltera? deberías sentar cabeza.

Deberías trabajar más horas, ganarás el suficiente dinero para comprar esa mierda extra que no necesitas.

Deberías renovar ese bolso,

ese coche,

esa casa,

ya no se lleva, corre que se agotan.

PARA.

Frena un momento, y plantéate una cosa:

¿De qué sirve correr tanto, si te adelantas a tí mismo por el camino?

Tenemos tantos incentivos para ser más falsa y superficialmente felices, que perdemos el concepto real.

¿Qué es ser feliz?

¿Qué necesito en mi vida para sentirme lleno y realizado?

La respuesta es TIEMPO.

Tiempo para reflexionar, para analizar, para conocernos.

La sociedad nos obliga a desconocer nuestro verdadero yo.

Empezamos a construir la casa de nuestra vida por el tejado,

en vez de dejarnos fluir y poner cada ladrillo de forma lenta pero sólida.

Vivimos en medio de un caos, de una vorágine de gente corriendo de un lugar a otro que levanta un polvo

que no nos deja ver nuestra triste y distorsionada realidad.

¿Por qué corremos?

¿Hacia dónde?

Quizás si fuésemos más despacio,

podríamos leer la señal que indica que vamos en dirección contraria.

Natalia.

Me encontraba en mi terraza como todas las mañanas, me encantaba desayunar allí y a veces escribía cosas que se me venían a la mente ya que tenía una vista preciosa y eso era una de las cosas que más me inspiraban.

Ser escritora siempre fue mi sueño desde pequeña, pero no era todo tan fácil como parecía. Cuando eres pequeña ves todo super fácil y alcanzable, pero cuando te vas haciendo mayor te das cuenta que no todo es color de rosas y que la vida es complicada, en mi caso, bastante. O simplemente puede que sea una dramática de cojones, pero lo cierto es que no me sentía bien últimamente.

Bajé la vista a la libreta en la que había escrito algo recientemente y le di un sorbo a mi café. Mayormente escribía textos basados en mis sentimientos.

Tengo 23 años y soy fotógrafa, una muy buena, sinceramente. Tengo una empresa de fotografía en las que van modelos muy importantes para marcas bastantes conocidas, y yo soy la dueña de todo ello, si.

Sé que muchos se preguntaréis ¿23 años y tienes un rol tan importante? ¿Cómo? la respuesta es muy simple, chavales: dinero.

Mis padres son abogados muy importantes y adinerados, siempre me dieron todo y nunca me faltó absolutamente nada.