CORASHE | albalia.

3 - Bang

-Tienes que decírselo, cobarde.- Me repetía a mi misma ya desde hace más de un mes. Estaba enamorada de mi mejor amiga Alicia y tenía muchísimo miedo. ¿Qué dirían mis padres, mis hermanos y mis amigos? Me gustaba una chica. Me gustaba mi mejor amiga.

Me encontraba en los vestidores del colegio después de gimnasia. Hacía bastante frío y, a pesar de eso, iba bastante sudada por la actividad física y necesitaba cambiarme para mi siguiente clase.

El vestidor estaba completamente vacío. Siempre me quedaba última porque me ponía bastante incómoda cambiarme frente a todas las chicas ya que tenía miedo de que vean mi cuerpo, siempre había tenido complejos con él porque mis padres me decían que tenía que comer más y que estaba muy delgada, aunque yo no lo veía así, pero me hacía sentir bastante mal a veces.

-¿Qué haces aquí? Te estaba esperando para almorzar.- Escuché la voz de Alicia y automáticamente me puse nerviosa. Mi mente repetía siempre las mismas palabras "Hazlo" "Díselo, Natalia"

-Me estaba terminando de cambiar.- Dije en un susurro y me maldecí internamente por ser tan idiota y ni siquiera tener el valor de hablar en un tono normal.

-¿Te pasa algo?- Tocó mi hombro y yo me tensé, todavía de espaldas a ella.

-No, no me pasa nada.- Hablé sonando lo más creíble que podía.

-No, a tí te pasa algo y quiero que me lo digas ahora mismo. Te conozco y te estás comportando rara últimamente.- Dijo en un tono firme y yo cerré los ojos para luego dar un largo suspiro y al fin tomar el valor para darme la vuelta y mirarla a los ojos. -Háblame, me tienes preocupada.

-Me vas a odiar, Alicia.- Mis ojos se humedecieron y comencé a temblar, me sentía una inútil.

-¿Cómo te voy a odiar? Habla conmigo, me estás asustando Natalia.- Se estaba empezando a desesperar por mi comportamiento y yo no sabía si mentirle, pero en el fondo no quería hacerlo, no más.

-Me gustas.- Silencio. Alicia me miró confundida y abrió levemente su boca, pero no salía ninguna palabra de ella. -Dime algo, por favor.- Dije sollozando y ella retrocedió dos pasos.

-Tú.. ¿Eres bollera?- Noté como dijo la palabra 'bollera' en un tono de voz más alto y automáticamente me dí cuenta que la había cagado. -No me lo puedo creer, ¡No me lo puedo puto creer, que mi mejor amiga es bollera! ¡JODER!- Golpeó un casillero con el puño y yo pegué un salto por el susto que me había pegado.

-Alicia...- Intenté hablar pero me cortó al instante.

-No, que te calles la puta boca.- Dijo enfadada, acercándose peligrosamente a mí. -¿Por qué no me dijiste antes que eras lesbiana? ¿A tí te parece eso normal, Natalia? No quiero una mejor amiga lesbiana.- Soltó con asco y yo no podía dejar de llorar.

-Lo siento.- Decía entre sollozos y ella soltó una risa sarcástica.

-¿Eso es lo único que vas a decir? ¿Lo siento? No seas ridícula. No te vuelvas a acercar a mi ni a mis amigos, nunca más.

-No puedes decirles nada, por favor. Alicia.- Hablé en un tono desesperado.

-Claro que les diré, no quiero que se junten con una rarita como tú.- Notaba como decía cada palabra con desprecio.

-¡No! ¡No puedes decirle nada a nadie, por favor, no me hagas esto!- Gritaba desesperada mientras intentaba detenerla cuando noté que quería salir de allí. No podía permitir aquello, no.

-Hubieses pensado antes.- Habló finalmente luego de soltarse de mi agarre y salir rápidamente del vestuario, dejandome completamente destrozada.