4 - Back to the past

3.1K 170 23
                                    

El escrito de aquí abajo NO es de Natalia. Simplemente lo he encontrado en mis notas y me pareció guay ponerlo porque va con el capítulo.

Hace tiempo en twitter, vi una foto que decía que cuando uno llora no es porque sea "débil", sino porque fue fuerte demasiado tiempo.

Como algunas personas dicen "nadie sabe que tiene la mochila, nada más quien la carga". Lo que quiere decir es que solo uno mismo sabe todas las preocupaciones, los problemas, las noches, los días tristes, todo lo que siente realmente. Nadie puede llegar a un entendimiento o tener una idea de cómo nos sentimos, ni siquiera la persona a la que tenemos más confianza, porque no está en nuestros zapatos. Mi punto es que a veces está bien estar triste, porque como escuché en una canción, "el dolor es lo único que nos hace sentir vivos".

A veces no podemos evitar sentirnos vacíos, incompletos, infelices, solos, vulnerables...

Sentirnos realmente humanos.

Muchos dicen que una acción vale más que mil palabras, yo digo que depende de muchas cosas. Podes herir a una persona físicamente, pero nada le va a hacer más daño que la insultes con palabras, que le mientas, que la hagas sentir menos. Los golpes rompen huesos, pero las palabras rompen un corazón. ¿Qué es lo que te atormenta esta vez? ¿Con qué estás lidiando? Cuando hablamos, aunque sea con nosotros mismos, aliviamos mucho o poco nuestro malestar. Es algo así como una de las mejores medicinas desahogarnos.

6 AÑOS ATRÁS.

PAMPLONA - ENERO.

Aquella mañana el frío inundaba las calles de Pamplona. Podía visualizar fácilmente el rocío que había mientras caminaba ya que mis zapatillas se mojaban automáticamente al pisar el césped, aunque aquello me daba bastante igual.

Era principio de año y eso significaba que las vacaciones de invierno habían terminado, para mi desgracia.

Había pasado todas las vacaciones encerrada en mi habitación escribiendo, cantando y muchas veces llorando. La mayor parte del tiempo, para ser sincera. No había pasado ni un mes de lo ocurrido en aquel baño del instituto con Alicia y mi vida ya se había convertido en un caos. Llegó a tal punto que ni siquiera tenía ánimos de salir fuera de casa, porque me sentía completamente vacía.

Todo el maldito instituto se había enterado de lo que pasó con Alicia y en este momento era el hazmerreír del lugar. Hace unos pocos días salí a caminar e intentar despejarme un poco y me encontré con un grupo de cinco chicos los cuales no tardaron en burlarse de mí y hacer comentarios despectivos hacia mí. Y, desde ese día, no había vuelto a salir de mi casa. Hasta hoy, claro.

Al entrar al Instituto, todo había cambiado. El agobio hacia mi ahora era constante, y me era imposible controlar las ganas de salir de allí lo más rápido posible. Me acerqué a mi taquilla y cuando ví aquello me quedé en shock. Alguien había escrito "bollera" en grande, había notado que aquello estaba escrito con spray rojo.

Cuando me dí la vuelta habían más de diez personas mirándome fijamente. Algunos con un gesto burlón, otros casi lloraban de la risa, y otros simplemente estaban mirándolo todo en silencio. Me di la vuelta intentando ignorarlos para luego abrir la taquilla con bastantes dificultades, ya que mis manos no dejaban de temblar por mi notable nerviosismo. Como si no fuese poco lo anterior, cuando abrí la taquilla me encontré con un montón de notas de regalo. "Bollera de mierda" , "Enferma" , "Rarita" , "Suicídate" , entre otras tantas.

Sin pensarlo dos veces me fui corriendo a los baños y me encerré en uno de ellos. Me senté en el suelo y escondí mi rostro en mis piernas abrazando estas con mis brazos y comencé a sollozar descontroladamente.

CORASHE | albalia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora