9 - El arrepentimiento a veces no sirve de nada

2.7K 139 25
                                    

-¿Cómo te ha ido en Pamplona? -Me preguntó Alba, mientras se encendía un cigarro.

Hacía ya varias horas que estábamos en aquel bar, y como la mayoría de nuestros compañeros estaban muy pasados de alcohol decidimos salir a tomar un poco de aire.

-Bien. -Me encogí de hombros, sin querer hablar mucho de aquello.

Desde que Alba me había presentado a sus amigas horas atrás, no había podido sacar una frase que una de ellas me había dicho nada más presentarse.

"Dios, Alba. Tenías razón, es super guapa."

¿A qué se refería aquella chica con eso?

¿Le parecia guapa a Alba? ¿Le gustaba?

Claro que no. Nunca podría gustarle a alguien como ella.

Ella es todo lo opuesto a mí. Es amable con todo el mundo, cariñosa, habla de su pasado y de sus cosas como si aquello fuese lo más normal del mundo, y una de las cosas que más me sorprendía de la rubia es que siempre tiene tiempo para todo el mundo.

Pero, a pesar de eso, era cierto que a veces imponía muchísimo. Podía ser la persona más amable del mundo y al mismo tiempo la más cabrona. Además de ser super guapa, claro.

En cambio yo soy distante, amable a veces y fría la mayoría de ellas, mi humor es super cambiante, y hablar de mi pasado me da pánico.

Mi pasado oculta tantas cosas que con solo pensarlo se me eriza la piel y un sentimiento de incomodidad aparece en mi instantáneamente cada vez que lo hago.

-Qué cambiante eres. Madre mía. -Dijo esto último en un susurro, como si aquello se lo hubiese dicho a ella misma pero inevitablemente lo escuché.

-¿Por qué lo dices? -Le pregunté confundida.

-Hace unas horas dijiste que me contarías todo y ahora cuando te pregunto que cómo te ha ido me respondes con un "bien" -Le dió una calada al cigarro luego de encogerse de hombros, mirando hacia otro lado mientras soltaba el humo.

-No sé que decir. -Me encogí de hombros sin mirarla. -No suelo hablar de mis cosas.

-Y menos con alguien que conoces hace apenas dos semanas, lo entiendo. -Asintió lentamente mientras me miraba.

-Me cuesta expresarme con las personas. -Me excusé.

-¿Por qué? -Me miró confundida.

-Porque mi pasado ha sido una mierda y gracias a eso tengo miles de inseguridades.

-¿Tampoco le cuentas nada a María o a Miki?

-Sí, pero cada vez me cuesta más hacerlo. Tengo miedo. -Dije en un susurro.

-¿A qué le temes?

-A perder a las personas que me rodean si cuento toda mi mierda. Siempre me han dejado sola, y no sé si volvería a soportarlo una vez más. Ya te he contado lo de Paul y no entiendo por qué lo hice si apenas te conozco. -Me encogí de hombros.

-Si te preocupa que cuente algo, no voy a decir absolutamente nada, tranquila.

-Espero que sea así.

-Puedes confiar en mí, Natalia.

-A eso me lo han dicho miles de veces. -Hice una mueca y me encogí de hombros, restándole importancia.

-¿Hay alguna manera en la que me pueda ganar tu confianza para hacerte dar cuenta que realmente puedes confiar en mí? -Preguntó hablando apresuradamente y moviendo sus manos al hablar.

CORASHE | albalia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora