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Navidad y año nuevo se habían vuelto ahora las primeras celebraciones que había tenido sin él. El año en que Taehyung murió, no hice nada mas que llorar en la soledad de mi habitación, pero ésta vez, Mi-Suk había decidido organizar una pequeña cena para todos en Rydell en ambas ocasiones. No fue una gran fiesta llena de lujos, pero sí fue un momento agradable en el que no veía más que sonrisas y diversión.

Me tomé el tiempo de mirar con atención todos y cada uno de los rostros dentro de la gran habitación. Nunca lo había hecho realmente, no solía prestar atención a las demás personas ni un poco, siempre estaba demasiado metida en mis propios asuntos. Todos sonreían, de veían saludables y felices. Era esa clase de ambiente que nunca imaginé ver en un lugar como Rydell. No sólo lo imaginaba, sino que desde mi llegada, siempre había visto todo gris, triste y solitario. Pero esa era sólo la percepción de una chica tonta sumida en su depresión negándose a salir completamente de ella. Porque ahora, podía ver todo más claro y la verdad era que ese lugar parecía ser un segundo hogar para todos los que ahí nos encontrábamos. Entonces recordé las incontables veces que al caminar por los pasillos, el personal, los pacientes, cada persona que formaba parte de Rydell siempre me dedicaba una sonrisa o incluso unas palabras de saludo, mismas que yo nunca respondía.

Sin importar cuanto tiempo llevara cada persona en ese lugar, definitivamente había una mejora. Por primera vez en mucho tiempo, aún sin conocer el nombre en particular de cada uno de los individuos sentados en la mesa, me sentí como en casa. Sentía que tenía amigos junto de mi, familia.

Entonces, al pasar la vista por los asientos, me topé con Yoongi; junto a él, Haneul. Ambos jugaban con la comida de una manera torpe y realmente parecían divertirse.

Sonreí al notar lo mucho que Yoongi amaba a su pequeña hermana y recordé a Taehyung una vez más.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por la directora Jung, quien se puso de pie e hizo algo de ruido con una copa.

-Su atención por favor.- pronunció.- Bien, quiero comenzar agradeciendo a todo el personal de Rydell por hacer ésta noche posible. Realmente espero que todos estén pasando un buen rato. Durante los últimos años, he sido capaz de notar una muy rápida mejora en todos ustedes y estoy muy orgullosa por ello...- En algún punto de su discurso, las palabras se perdieron dentro de mi cabeza. A decir verdad, estaba muy lejos de prestar atención.

Me di la vuelta y comencé a caminar hacia la puerta del comedor, claro que entre tanta gente, nadie notaría mi ausencia; así que sólo me fui.

Subí por las escaleras, casi corriendo hasta llegar a mi dormitorio con la respiración acelerada. Tomé el violín y me dirigí a la sala del piano. Mi cabeza no paraba de tener memorias referentes a Taehyung. Ers como si toda nuestra vida pasara en una cinta de película.
Comencé a llorar, pero no eran lágrimas de tristeza, eran de felicidad. Sentía a mi hermano muy cerca de mi, pero no era suficiente. Comencé a acelerar el paso hacia la gran habitación, cuando llegué, tiré de las puertas con fuerza y entré.

El gran ventanal dejaba completamente libre mi vista hacia el gran cielo azul oscuro. Las estrellas brillaban más que nunca y la luna de abría paso entre todas ellas. Mi atención fue captada por una estrella específica, brillaba de manera particular en el cielo. Tragé saliva y comencé a tocar.

"Warm affection".

Cerré mis ojos y sentí la música. La imagen de un Taehyung sonriente llegó a mi cabeza, entonces me percaté de que no había visto ese momento nunca antes. Él vestía de blanco y al rededor de él no había más que flores de distintos colores, un sol radiante y árboles con frutos de colores vibrantes. No llevaba zapatos y su cabello estaba desordenado. Se miraba muy guapo y relajado.
Entonces se acercó y me sonrió.

-Hola, Hye.

-¿Taehyung?, Taehyung, yo...

-Shhh, no debes decir nada. Está bien.

-Pero...

Entonces me envolvió en sus brazos, pero no era sólo en mi imaginación, en la vida real, mientras tocaba el violín una presión extraña se sentía alrededor de mi.

-Estoy bien, hermana. Soy inmensamente feliz aquí.- Sonrió una vez más y estiró sus brazos, mostrándome todo lo que había alrededor de él.- No te preocupes por mi, Hye. Yo quiero que tú seas feliz siempre.

Tiró de una cadena que colgaba de su cuello. Era un collar que nos habían puesto a ambos al nacer, yo tenía uno casi identico y nunca me lo había quitado, al igual que él, que lo había llevado hasta el día en que enterramos su cuerpo ya sin vida. La miró en su mano y luego pasó su vista a mi. Se acercó y la colocó en mi cuello.

-Por favor, sé feliz. Vive una vida plena y déjame ir.

-¿Cómo podré hacer eso sin ti?

Él tomó de mi mejilla, miró algún punto detrás de mi y sonrió.

-Te he enviado a alguien que se encargará de eso. Te amo, hermana.- Comencé a llorar.

-¡Yo también te amo, Taehyung!

Dejé de tocar el piano y llorando, mis brazos buscaron su cuerpo, pero él ya no estaba ahí. Entonces, antes de caer, unos brazos fuertes rodearon mi cintura.

-¡Hye!- Reconocí su voz y al instante me giré.

-Yoongi...- Le abracé fuerte por el cuello aún llorando.- Se ha ido, Yoongi. Para siempre, se ha ido.

-Tranquila...relájate.

-Estaré bien, ¿verdad?- Me separé un poco de él y lo miré a los ojos. Él me sonrió y me abrazó más fuerte.

-Claro que estarás bien.

Algo entre nosotros sonó cuando el ejerció presión sobre el abrazo. Entonces, nos separamos.
Colgando de mi cuellos, dos cadenas habían chocado produciendo ese sonido. Levanté ambos dijes.

"Kim Taehyung. Diciembre 30, 1995.
Has venido al mundo a dar luz".

"Kim HyeRi. Febrero 21, 2000.
Has venido al mundo a dar amor".

~

Kim Taehyung's story concept.

𝓚𝓮𝔂 || ᴍ.ʏ.ɢWhere stories live. Discover now