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Jungkook.

Era ese sonido que tanto odiaba, más al saber que era para cambiar e ir a clase de biología, que por cierto no quería para nada verle la cara al pequeño que había entrado a mi habitación y pudo contemplar mi arte ¡nadie más que yo podía hacerlo!

Salí de allí y me dirigí al salón de biología donde inmediatamente me recosté en el escritorio.

—Espero que hayan adelantado el taller que les he puesto, ya ha pasado una semana y de seguro muchos ni han empezado ¿Verdad, Jeon?— al escuchar mi nombre levanté la cabeza y abrí muy despacio los ojos acostumbrándome a la luz del sol.

—¿Nos puede decir una pregunta y darnos la respuesta de algo de su taller?— bufé y antes de que diera alguna explicación alguien levantó la mano, llamando la atención de todos, pero yo no podía ver quién era por la luz que todavía molestaba a mis ojos hasta que escuché aquella suave voz.

—Profesor, disculpe, hemos tenido algunos problemas con el taller, pero le aseguro que estará listo para el día que usted dijo— dijo el rubio con una sonrisa tímida.

El profesor demostraba que lo apreciaba mucho a lo que asintió cariñosamente y me miró de nuevo.

—Tienes que agradecer que has dado con una excelente pareja, señor Jeon— bufé de nuevo y me acosté sobre mis brazos de mala gana en el escritorio.


•••


Ring~

—Ese sonido de nuevo, al menos ya me voy de aq...— No pude decir nada al chocarme con unos ojos avellanas que me miraban fijamente.

—Jungkook si quieres puedo hacer yo el taller solo, no hay problema— solté una corta risa sarcástica.

—Pues no me vendría mal, ¿sabes?— levantándome del asiento aún adormilado caminé hacia la puerta y me detuve antes de salir— Pero no necesito nada de ti, te espero en mi casa a las 6:00 —dije y salí del aula.

Ya afuera del aula escuché el sonido de algo ser golpeado pero no presté mucha atención y seguí mi camino, quien sabe a donde. 

.

Jimin.

Después de calmarme un poco, decidí por fin salir y ir a buscar a mi novia, ya que me estuvo llamando la noche anterior pero no estaba de humor para contestarle.

Después de buscarla por un largo tiempo la encontré en la cafetería leyendo un anime que lo más seguro es que fuera yaoi.

Jisoo estaba obsesionada con el amor entre hombres. Me quedé observándola por un momento antes de ir donde ella.

Antes de sentarme a su lado le plantee un delicado beso en sus labios y dirigí mi vista al libro que ella tenía, y si, como sospechaba era de dos chicos, a cualquier persona le parecería muy raro que su novia leyera historias de amor entre hombres pero la verdad para mí era más normal de lo que piensan.

Miré  un poco alrededor y me encontré a Jungkook, sentado detrás de Jisoo, en la mesa de al frente.

Su mirada era indescifrable, pero no le presté atención y seguí hablando con Jisoo de cosas triviales pero sentía esa penetrante mirada sobre mi que no me dejaba concentrar.

—Jisoo-ah, iré al baño antes de mi próxima clase, nos vemos en mi casa a las seis ¿Te parece?— ella asintió y me paré del asiento para después despedirse dándole un tierno beso en su frente.

Cuando llegué al baño vi que estaba completamente solo y algo oscuro, pero igualmente lavé mi cara, sentía que no aguantaría estar despierto para la próxima clase, pero me asusté al sentir unas grandes manos en mis hombros haciendo parar derecho.

—¿Qué pasa, Jungkook?

—¿Quien es esa chica con la que estabas allí? No la alcance a ver bien pero creo que...nada, dime— dijo.

—Pero tu mismo me dijiste que uno no debe meterse en los asuntos de las personas ¿me equivoco?— respondí.

Al ver que Jeon no diría nada, me solté de su agarre con todas las fuerzas posibles para salir de aquel lugar y dirigirme a la aburrida clase de matemáticas. 


Eres tú // KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora