018

537 64 4
                                    

Jungkook.

—Jimin ¿qué tal, cómo va la fiesta?— preguntó el mismo chico de la vez pasada ¿Era Sihon? 

Sihon me miró y sonrió ¿Pícaro? descarado.

—Bien Sehun, apenas llegué pero la fiesta está buena, por cierto, no sabía que vendrías.

Yo solo me dedicaba a escuchar su aburrida conversación. 

—No lo iba a hacer pero cuando me di cuenta que estarías tú me animé— sonrió— Y tú debes ser Jeon ¿no?

Asentí de mala gana.

—Me han hablado mucho de ti...como que eres un completo mujeriego.

Me tensé enseguida, no era así.

—¿Y a ti quién carajos te dijo que lo soy?...no es verdad— rodé los ojos.

Mi vista se posó en el rubio, me miraba amenazante, si las miradas mataran estaría en el cementerio y no específicamente de visita.

—Ademas fue hace mucho, no es lo mío ahora, ¡Igualmente no te importa!

—Vaya... entonces ¿No estás con Jimin solo por tener un buen polvo?

—¡¿Qué?! ¡¿Quién te crees tú?! Hijo de puta. No te vuelvas a meter en mi vida, nadie te pidió que lo hicieras, jódete— me paré del mueble y salí al patio trasero.

Estaba sintiendo mi sangre arder, si no fuera porque quería ser una persona civilizada y no quería problemas que después me llevarían a recordar cosas que hice en el pasado...le hubiera dado una buena paliza al entrometido ese.

Me alejé de toda la gente y me senté en una banca que daba vista a una gran piscina, no había nadie y por un momento me sentí tranquilo.

Cerré mis ojos intentando calmar mi furia pero cuando sentí que se sentaban a mi lado los abrí con el ceño fruncido.

Estaba enojado muy para ser exacto pero al sentir los gorditos y suaves labios del rubio me calmé completamente.

—¿Por qué saliste así?

—Porque me jode que se metan en mis cosas y Sehun lo hizo.

—No le prestes atención, solo lo dijo porque es mi amigo y quiere asegurarse que no seas mala personas para mi. Ahora quiero que disfrutemos de muchas cosas...—dijo pasando su cálida mano por mí entrepierna, que de inmediato creció por debajo de mis pantalones y el rubio lo notó.

Alejó su mano y se acercó a mi oído— lástima que no es el lugar adecuado para hacer lo que deseo— se paró de la silla y por último me dio un fugaz beso en los labios y se alejó de mi hasta que lo perdí de vista.

Me paré minutos después y busqué a Jimin con la mirada, caminé hacía él pero Hyuna me lo impidió cuando se paró enfrente mío.

—¿Qué dices si...nos escapamos de ésta fiesta?— susurró a milímetros de mis labios.

—No puedo, hyuna— la separé un poco de mi— tengo cosas por arreglar...con otra persona.

—Será otro día entonces— se alejó de mi y miré de nuevo al frente pero el rubio ya no estaba ahí.

Maldiciendo salí de la mansión y al mirar a mi lado derecho pude ver cómo Jimin se montaba a su auto y de inmediato arrancó.

Aún no estaba del todo borracho, solo había tomado un poco de cerveza, así que saqué las llaves de mi bolsillo trasero y me monté en la motocicleta. 

Manejé hasta la casa de Jimin, donde pude ver como las luches se encendieron y se apagaron al minuto después. No quería que los señores Park me vieran en esas condiciones pero necesitaba estar con Jimin.

Me bajé de la moto rápidamente para luego ir a tocar la gran puerta de madera al frente, minutos después fue abierta por la señora Park, ya traía su pijama y se le notaba que ya estaba durmiendo porque sus ojos estaban más achinados y el cabello alborotado.

—Disculpe señora Park, es que...bueno, quiero hablar con Jimin.

—Cariño, pero el debe estar dormido, es la una de la madrugada, ven maña...

—¿Dormido?— claro, seguro sus padres no sabían que estaba en una fiesta— Eh...es urgente, lo prometo— hice un puchero.

—Está bien pero no puedo permitir que te devuelvas a éstas horas a tu casa y en la moto, quédate a dormir entonces.

Dudé pero acepté. Entré a la casa y subí a la habitación de Jimin, entré y lo encontré mirando su celular.

—Jiminie— lo llamé bajito mientras caminaba hacía él.

—¿Qué h-haces aquí?— preguntó con los ojos abiertos hasta más no poder y se tapó levemente con la sábana, pero no sirvió de nada, pude ver que sólo tenía una camisa larga que tapaba poco sus muy tonificadas y sexys piernas.

—¿Por qué te fuiste así? — pregunté— me preocupé, vine y ahora me toca dormir contigo.

—¿Como que a dormir conmigo?— abrió más sus ojos.

—Si, cómo escuchaste— dije acostándome a su lado y corrí un poco la sábana— pero respondeme, ¿Por qué te fuiste así?

—Estabas muy ocupado con esa la chica esa ¿no? hasta me pareció que estaban a punto de besarse— se iba parar pero yo lo detuve y lo puse entre mis brazos, quedando él con su linda cabellera en mi pecho.

—Solo se acercó a mí, yo la rechacé— dije alzando su cabeza y lo besé suavemente, el me correspondió de la misma manera y en pocos segundos nuestras lenguas ya estaban jugando a la par.

Nos separamos por falta de aire— ¿Por qué lo hiciste? — preguntó.

—Porque solo me importa estar con alguien.

—¿Ah sí? ¿Y quién es ese "alguien"?

—Mhm, es el chico más lindo que he visto en mi vida, se llama Jimin.

Sonrió y me besó de nuevo.

—Pues vaya casualidad...el chico más lindo que he visto se llama Jungkook ¿qué extraño, no?— reímos y lo abracé más fuerte.

—Ahora solo me importas tú, y estar a tu lado.

—Me gustas mucho, Jungkook.

Sonreí— Si es así, entonces... ¿Por qué no continuas lo que dijiste que no podías hacer en la fiesta? 

Me golpeó el pecho suavemente y rió bajito— Cállate, idiota. 


Eres tú // KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora