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Jimin.

—¡No, por favor!

—Jimin, amor ¿qué pasa?— me preguntó Jungkook al verme despertar con un grito ahogado y mi respiración agitada.

—N-no es nada, la misma pesadilla de la vez pasada, no te preocupes.

Asintió— ¿Me puedes contar lo que soñaste?

—No es necesario, s-simplemente no lo quiero recordar.

—Está bien, amor— me dio un beso en los labios, Jungkook me hacía sentir protegido, me hacía olvidar de tales recuerdos con dolor, todo debía estar en el pasado.

Y agradecía inmensamente que no me preguntara o insistiera sobre contarle de las pesadillas, en el fondo sabía que el sospechaba algo pero aún así me entendía, Jungkook era un ángel.


...

Ya en la universidad estacioné mi auto, Jungkook bajó de él y abrió mi puerta para que yo bajara igual.

—Te veo en el almuerzo, nochu— lo besé y me alejé de él.

Caminé despacio por los pasillos recordando aquel sueño lo único que veía en él era a alguien que me golpeaba hasta dejarme en el suelo,  claramente los recuerdos de mi adolescencia estaban volviendo, aquel horrible tiempo, cuando me hacían bullying.

Entré a las clases de danza contemporánea, últimamente me llamaban mucho la atención a tal punto que entré en las clases que daban en la universidad.

Saludé a mí compañeros con una fingida sonrisa. Odiaba sentirme así...tener que fingir, pero era lo mejor después de todo porque te evitas incómodas preguntas.

La clase se fue rápida y estuvo excelente, cada vez mis movimientos iban mejorando pero no podía negar el hecho de que estuve asustado todo el día, me preguntaba ¿qué haría donde volviera a pasar, donde me pasara de nuevo esa etapa? No, jungkookie estaba a mi lado, nada malo pasaría. 

Me senté relajándome en el frío suelo y perdiendo mi mirada en alguna parte del salón, no podía dejar que pasara de nuevo porque yo ya no era tan débil.

—¡NO, TE LO RUEGO!— grité cuando sentí mi cuerpo estaba siendo empujado hacía el frío suelo.

—¡Amor! P-perdón no quise asustarte.

—J-jungkookie— suspiré de alivio al ver que era mi hermoso novio, no ese patán de secundaria.

Me abrazó— ¿qué te pasa, bebé? ¿por qué reaccionaste así?

—Estoy cansado, es normal estos cambios de humor, puedo ser muy paranoico hay veces— fingí una sonrisa que salió más bien como una débil mueca.

—Entiendo...— dijo pero no se veía convencido— ¿Vamos a almorzar, entonces?

—Si, tengo un poco de hambre.

Me bañé en las duchas de los vestidores ligero y salimos del salón de danzas, para después adentrarnos a la cafetería.

—¿Qué te gustaría comer?— preguntó el castaño.

—Lo que tú comes siempre— sonreí.

—Esta bien, espérame ahí sentado— señaló una banca vacía— ya vengo y guarda mi puesto— asentí.

Me maldecía una y mil veces por haber reaccionado de tal manera y haber asustado de paso a mi novio.

La tarde pasó y todo iba bien, almorcé con Jungkook y al final de día el decidió quedarse a dormir en mi casa, yo encantado acepté.

Eres tú // KookminHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin