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Jungkook.

—Hola, Jimin— dije sentándome a un lado del rubio.

—Jungkook ¿Qué pasa?— preguntó desconcertado, mirando a su alrededor, notando como todos los del salón presente nos miraban.

—¿No puedo saludar a mi nuevo amigo?— reí al ver como levemente se sonrojaba.

—Pero yo no...

—¡Buenos días, alumnos!— saludó la profesora de inglés con su típica sonrisa fingida.

Inglés no me llamaba la atención en lo absoluto, ¿para que saber inglés si tenía claro que jamás iba a utilizar ese idioma?, ni que fuera tan importante.

Mientras que la profesora con sonrisa farsante daba su aburrida clase, yo solo miraba a Jimin, quién al contrario mío, no dejaba de mirar hacia el tablero y anotar cosas en su cuaderno.

Pero no pasaba desapercibido cuando él me miraba y se daba cuenta que yo a él igual, se volteaba con sus mejillas sonrojadas y cerraba fuertemente sus ojos.

Era tan tierno.

—Jungkook ¿Por qué no estás copiando?— preguntó en un susurro.

—Tengo cosas más importantes que hacer, como por ejemplo, mirar a cierto rubio— sonreí.


•••

—Pero estarás conmigo.

—Jungkook...si mi madre ve que no voy a casa se va a preocupar y...

Lo interrumpí acercándome un poco mas a él.

—Pues llámala y dile que estás conmigo.

—Ella no te conoce y siempre he ido a tu casa casi en la noche ¿Por qué insistes en ir, ya?

—Voy a estar solo en mi casa.

—...

—No me gusta estar solo, podemos aprovechar el tiempo, haciendo el taller— agregué— por favor, Jimin, hazlo por tu nuevo amigo.

—Jungkook yo...—mordió su labio inferior y me miró de nuevo—está bien, la llamaré.

De verdad que Jimin era demasiado terco, pero lo había logrado.

Si, no me gustaba estar solo y mucho menos sin nada que hacer, por eso le propuse en ir a mi casa, la idea no era hacer tareas, pero ya iba ver cómo hacía para convencerlo de hacer otras cosas.

—¿Listo?— pregunté cuando vi que cortó la llamada.

—Si, entonces...

—Te llevo— dije señalándole la moto que se encontraba estacionada en el campus.

Si, no era permitido estacionarla ahí, pero yo era Jeon Jungkook y nadie me decía que hacía y qué no. No me importaba.

—No— negó moviendo rápidamente su cabeza de un lado al otro— traje mi auto.

—Pero puedes venir por él mañana—hice un puchero— Y para que no tengas que coger un taxi para venir mañana aquí a la universidad, yo iré por ti a tu casa y hoy en la noche igual te llevaré hoy ¿Si? Seré tu chófer. 

Él asintió cansino y caminamos hasta llegar a la motocicleta. Le extendí un casco y el se lo puso enseguida, nos montamos en ella y Jimin posó suavemente sus manos en mis caderas, sonreí y arranqué rumbo a mí casa.

Sonreí victoriosamente, lo había logrado.


Jimin.

—D-duele~ Jung... Ahh, hazlo más despacio por favor.

—Quédate quieto, ya voy a terminar.

Maldición. 

—Todo esto es tu culpa, así que hazlo m-más despacio. Ahg~

—Yo solo quería diversión...

—¡Nada te pidió diversión!...Lo siento...pero dijiste que haríamos el taller y mira en lo que estamos.

—Pero...

Quería tirarle todo lo que había alrededor pero en ese momento no podía, joder.

—Primero que todo, no d-debiste... ahg.. quitarme mi zapato.

Minutos antes.

—¡Jungkook, que me devuelvas mi zapato!

—No te lo voy a devolver, Jiminnie~

—Pero...— suspiré cansino al ver como Jungkook bajaba corriendo las escalas con mi zapato en su mano.

Estaba cansado de tanto rogarle para que me devolviera mi zapato, ¡Yo no quería jugar! ¡Quería hacer otra cosa! Cómo por ejemplo, el taller.

Pero claramente Jungkook no se daría por vencido y yo no es que tuviese mucha paciencia de por sí, así que con todos mis ánimos posibles bajé corriendo las escaleras para después dirigirme hacia el castaño y sin darme cuenta se encerró en el baño.

—Jungkook sal de ahí, por favor, ya no quiero jugar—no había respuesta alguna así que me alejé levemente de la puerta, pero al sentir un ruido dentro del baño me acerqué nuevamente.

—Ya, jiminni...— fue interrumpido por el fuerte sonido que provocó mi frente al chocar con la puerta.

Mierda, dolió y mucho.

—¡Jimin! ¿Te duele mucho? ¡Estás sangrando, Dios mío!

—Duele...

Él me ayudó a pararme del suelo, porque cuando intenté hacerlo solo me caí de nuevo con el fuerte mareo que tenía.

Me senté en el sofá mientras el corría hacia la cocina. Minutos después apareció con un botiquín en sus manos.

—Yo...lo siento mucho— dijo sacando un pedazo de algodón del botiquín y echándole un líquido medio rojo.

—¿Sabes cómo h-hacerlo?— pregunté preocupado.

—Si, sé cómo hacerlo.

Actualidad.

Me vi al espejo y ¡Dios mío!, Parecía una papa de lo inflamada que estaba mi frente, todo el por el "divertido" de Jungkook.

No iba salir de la casa hasta que mi cara volviera a la normalidad, o bueno...eso era imposible ¿No?

¿Tan difícil era sentarnos como personas civilizadas y hacer tareas? No, no era para nada difícil, pero cierto castaño prefería ponerle conflicto al asunto y vaya que salió bien su "diversión".

—Te llevaré a tu casa si quieres, ya está muy tarde y...—dijo Jungkook entrando al baño.

—¡No!...bueno yo...no quiero salir así...— señalé mi cara.

—¿Y si...?— negó varias veces con su cabeza.

—¿Y si, qué...?— pregunté intrigado.

—Es algo estúpido, además no aceptarás.

—Dime, tal vez acepte.

Lo miré expectante. 

—¿Y si te quedas a dormir hoy aquí...?

¡¿Qué?! No, era un rotundo no, no podía... aunque no era mala idea del todo, pues no quería salir con cara de papa pero tampoco me imaginaba estar toda una noche con Jungkook...pero nada malo podía pasar, ¿Verdad?...


Eres tú // KookminOnde histórias criam vida. Descubra agora