El es MÍO

Capitulo 22: Solo dos personas que se quieren.

25 de diciembre

12 de la mañana y apenas nos vamos  despertando, estoy muerto, ayer estuvimos desde la madrugada hasta las 7 de esta mañana repartiendo juguetes, la verdad fue algo muy lindo ver a todos esos niños y poderles dar un poco de alegría en estas fechas, sin duda me hubiera gustado que lo hayan hecho conmigo y me encanto la sensación y los niños fueron súper lindos y... es que no tengo palabras para describir lo bien que se comportaron y la hermosa sonrisa que nos regalaban, su alegría, su pureza.

La verdad aunque aun tengo sueño, también tengo hambre y eso fue lo que me levanto, a demás de qué hay mas ruido de lo usual afuera y esa es la razón por la que aun no he bajado por algo de comer, tengo que admitir que aun me da miedo estar con personas desconocidas o en lugares con muchas personas y esos ruidos me indican que hay alguien más ahí abajo, o quizás solo están haciendo ruido los empleados, quien sabe.

Con la esperanza de que fueran los empleados y el gruñir de mi estómago, me encamino a la cocina, cuidando de no encontrarme a alguien.

Al llegar a la sala encuentra que de ahí viene el ruido, y no es más que una Luna rugiendo órdenes a todos sus empleados, y ellos corren de un lado a otro, nunca la había visto así y siendo sincero asusta un poco, o un mucho mejor dicho.

Armándome de valor me acerco a ella, repitiéndome en la mente que solo es Luna y que no me gritara o me hará daño.

-buenos días Luna-dijo atrás de ella bajito.

Veo cómo se voltea con intención de gritarme algo pero al ver que era yo su rostro se relajó,  me miro con calma y sonrió, yo respiré con alivio al no estar equivocado.

Ella no me lastimara.

-buenos días Ian, ¿como amaneciste?-me pregunto.

Eso si que fue un cambio brusco en su actitud.

O quizás solo se está conteniendo, sabe que me podría asustar, y poco a poco estoy comprendiendo que ella no quiere hacer eso, si no que quiere que vuelva a ser feliz y ya no tema.

-muy bien Luna gracias por preguntar, por que todo este escándalo?-cuestioné dudativo, no se si tengo la suficiente autoridad para cuestionarla.

-no es nada-suspiro- solo son problemas de trabajo-dijo solamente.

-¿que clase de problemas?-pregunte sin saber que tan lejos podía llegar con mis preguntas.

-¿de verdad quieres saber?-se aseguro.

-si, lo que sea que te afecta, me afecta a mi también y quizás pueda ayudar en algo-.

-esta bien, vamos a mi oficina para hablar con más privacidad-dijo y me guío hasta esta.

Al entrar lo primero que vi fue la vista de la ciudad desde lo alto, creo que a luna le gusta esto, poder ver todo, no la culpo, es hermoso.

Ambos tomamos asiento, y Luna fue la primera en hablar.

-esta bien, tu sabes a que me dedico ¿cierto?-.

-si-dije solamente, sin saber cómo llevarlo.

-bueno-suspiro- por donde empezar...pues seré directa y sincera.
surgió un problema en un laboratorio de producción de drogas, y sumándole a eso un cargamento de armas militares fue interceptado por un grupo contrario, se controló la situación pero algunos murieron y llamaron la atención del gobierno de la zona y por eso tengo que mover influencias para que esto no se haga más grande-hablo y quede impresionado por la frialdad de sus palabras, lo dijo como si fuera cosa de todos los días.

-y eso es mucho problema?-pregunte desde mi ignorancia.

Me miro y lo pensó.

-la verdad no, se que puedo resolverlo rápidamente-dijo calmándose mucho más, al ver que yo no me asustaba.