Capítulo 25: Kenjutsu y llegada a Uzu

3K 180 5
                                    

Naruto se levantó por la mañana, pero no se podía mover. Miró hacia su pecho y vio a Yugito durmiendo plácidamente sobre él. La despertó con una suave caricia en el cabello, y ella le sonrió. Ambos se ducharon y desayunaron, y escucharon la puerta abrirse. Era Killer B, que había vuelto de la isla.

-¿Y los demás?- preguntó Naruto.

-Se quedaron en la isla, y estarán allí por los próximos 3 años.- dijo el Jinchuriki del Hachibi.

-¿Sabes algo de Madara y los otros dos?- preguntó Yugito.

-Hashirama llegó a la isla ayer y se quedó a supervisar. Me dijo que Madara e Itachi estaban terminando con la misión y que volverían en poco tiempo.- explicó el peliblanco.

-B, necesito que me enseñes Kenjutsu.- dijo el rubio, a lo que el moreno asintió.

Ambos fueron al Dojo y tomaron una katana de madera.

-¿Cuánto sabes?- preguntó el peliblanco.

-Lo básico.- aseguró el ojiazul.

-Bien, ven a atacarme...- dijo Killer B, y el Uzumaki salió corriendo hacia él.

Como era obvio, el moreno frenaba todos los ataques y golpeaba con la espada de madera en las aperturas de Naruto, que no eran pocas.

Los días fueron pasando poco a poco, pero el moreno notó algo que le causó mucha duda.

-¿Por qué no usas tu Rinnegan?- preguntó el Jinchuriki del Hachibi.

-No quiero aprender tus movimientos, quiero perfeccionar los míos propios.- explicó el rubio.

-Debe ser por eso que notaba tus golpes tan extraños. ¿Qué estilo de Kenjutsu usas?- preguntó el moreno.

-El Uzumaki. Envié un clon a Uzu para que busque entre las ruinas, y me trajo este pergamino y muchas técnicas más.- dijo el rubio, mostrándole un pergamino que guardaba en uno de sus bolsillos.

-Entiendo. Pero primero debes copiar mis movimientos a la perfección, para tener una base sólida y poder aprender ese estilo ancestral.- explicó el peliblanco.

-Está bien...- dijo el Uzumaki, activando su Rinnegan Supremo.

Simplemente le costó una semana a Naruto para aprender las bases del Kenjutsu. Killer B volvió a la isla para ver el progreso de los demás, y el rubio comenzó a aprender las katas del Kenjutsu Uzumaki. Itachi y Madara regresaron de la misión, y este último entrenó Kenjutsu con el rubio.

Pasó el primer año de manera rápida, y el rubio entrenaba con Madara. Ambos activaron su Rinnegan y comenzaron el duelo de espadas. Estaban muy parejos, nadie le ganaba territorio al contrario. Naruto recargó de chakra su espada e intentó cortar en dos al Uchiha, que saltó hacia atrás. Pero un clon de Naruto lo atrapó en el aire y el verdadero le apuntó con su katana a la cara.

-Gané.- dijo el Uzumaki, haciendo suspirar al pelinegro.

Ambos salieron del Dojo y almorzaron con Yugito e Itachi. Cuando terminó de comer, Naruto salió al campo de entrenamiento. Ya había aprendido todas las posturas y cortes del estilo Uzumaki, pero le faltaba aprender las técnicas especiales. La primera de todas se llamaba "Mil cortes", un nombre bastante básico. Pudo aprenderla al cabo de una hora, ya que solo requería gran velocidad y presición. Pero para darle más emoción al asunto, el rubio infundió su espada con chakra Fuuton. Practicó la técnica con cada elemento, y consideró que había evolucionado la habilidad.
La siguiente requería tener afinidad con el Fuuton, y consistía en hacer un tajo al aire. Esto crearía una hoja de viento capaz de cortar una roca en dos. Debido a su afinidad divina hacia ese elemento, solo le costaron unos cuantos intentos para conseguir aprender la habilidad y perfeccionarla al máximo.

Siguió aprendiendo las técnicas, pero notó que el campo le quedaba chico. Comenzó a preparar sus cosas, pero fue interrumpido por una preocupada Yugito.

-¿A dónde vas?- preguntó la rubia.

-Voy a entrenar a Uzu.- dijo el ojiazul.

En ese momento, un pelinegro entró en la mansión.

-He vuelto.- anunció Haku, que parecía mucho más grande.

-¿Cómo ha ido la visita a Kiri?- preguntó el rubio, saludando al chico.

-Por suerte fue bien. La aldea está repuntando para arriba luego de tu llegada a la aldea...- dijo el pelinegro.

-Naruto, no cambies de tema...- murmuró la ojimarrón.

-Ustedes irán a la isla cerca de Kumo.- dijo el rubio, dándole un kunai de tres puntas.

-¿Para qué es esto?- preguntó la rubia.

-Si te sientes sola, canaliza tu chakra hacia el arma. Pero si están en peligro, canaliza el chakra de tu Bijuu.- explicó Naruto, a lo que su novia asintió.

-¿Hay muchos integrantes nuevos?- preguntó Haku.

-Los irás conociendo cuando estemos en la isla...- dijo el rubio, viendo como los demás se preparaban para el viaje.

Ya todos estaban reunidos en la sala de estar, y apoyaron una mano en el cuerpo de Naruto. Desaparecieron en un destello amarillo, y volvieron a aparecer al lado de Hashirama.

-Te los dejo a cargo, Madara.- dijo Naruto, que volvió a desaparecer en un destello amarillo.

-Este chico...- murmuró el Senju, explicándoles el plan de entrenamiento a los recién llegados.

Naruto volvió a aparecer en Nami. Compró una pequeña barca y se encaminó a Uzu. Cuando llegó a la barrera de remolinos, solo le bastó una gota de su sangre para hacerlos desaparecer y poder ingresar a las ruinas.
Naruto tomó su katana y concentró muchísimo chakra de viento en ella.

-¡Fuuton: Gran corte de viento!- dijo el ojiazul, realizando un tajo al aire.

Una gran onda de aire salió disparada y barrió con todas las ruinas. Cuando el polvo se fue, lo único que quedaba era una gran llanura. Pero para su sorpresa, lo que parecía una gran torre seguía en pie. Le lanzó una pequeña bola de fuego, y vio como esta era absorbida por una barrera. Quizo dejar el misterio para el día siguiente, y se creó una casa de madera con el Mokuton.

Se quedaría allí dos años enteros, y los aprovecharía lo máximo posible. Akatsuki comenzaría a trabajar luego de que pasen ese plazo de tiempo, y debía proteger a sus amigos.

Una nueva oportunidadWhere stories live. Discover now