Capítulo 26: Descubrimientos

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Naruto estuvo practicando las habilidades con la katana mucho tiempo, y esto conllevó a que el arma se rompiera. Miró hacia la única torre que seguía en pie luego de su barrida, y se decidió por entrar. La puerta estaba abierta, cosa que le sorprendió. Vio lo que sería una recepción, y subió unas escaleras. Llegó a una puerta de considerable tamaño, a lo que decidió entrar. Esa puerta no estaba abierta, así que suspiró y preparó su puño.

-¡Espera!- intentó advertir Kurama, pero fue muy tarde.

Naruto terminó golpeando una barrera, la cual le devolvió el golpe con un empujón y lo hizo estrellarse contra la pared.

-Eso dolió...- murmuró el rubio, siendo regañado por su inquilino.

-Debes colocar una gota de tu sangre en el picaporte de la puerta.- dijo el zorro, y su Jinchuriki obedeció.

Notó como la barrera desaparecía, y abrió la puerta con tranquilidad.

-¡Hasta que por fin apareces!- dijo un viejo de pelo blanco, barba larga y bigote blanco, que vestía una armadura sin hombreras azul y con un atuendo largo negro que tenía un símbolo del clan Uzumaki en cada lado del brazo.

-¡¿Pero qué?!- gritó Naruto, que casi le provoca un infarto.

-Tranquilo, joven heredero...- pidió el viejo.

-¿Y usted quién es?- preguntó el ojiazul.

-Invoca al zorrito y pregúntale a él quién soy yo.- ordenó el hombre de avanzada edad, y el rubio se sorprendió. Pero aún así, decidió obedecerlo.

Kurama apareció en forma chibi, y se quedó mirando al viejo.

-Naruto, él es Ashina Uzumaki, último líder del clan. Según la mayoría de humanos, es el Uzumaki más fuerte de la historia.- dijo el Kyubi.

-Gracias por presentarme.- dijo amablemente el viejo.

-¿Acaso no habían masacrado al clan?- preguntó el rubio.

-Así es, la gran mayoría murió ese día...- dijo nostálgico Ashina.

-¿Y por qué está vivo usted?- preguntó el ojiazul.

-Estoy muerto, lo que ves es una materialización del chakra que dejé guardado aquí antes de mi muerte.- explicó el peliblanco.

-Entiendo...- murmuró Naruto.

-Eres un Uzumaki, ya que solo las personas del clan pueden superar esa barrera con su sangre. Esto indica que debes ser hijo de Kushina...- dedujo el hombre.

-Pues sí que es listo...- dijo el rubio, haciendo reir a Ashina.

-¿Cómo está mi nieta?- preguntó el hombre.

-Ella murió en el ataque del Kyubi a Konoha, el mismo día de mi nacimiento...- dijo el ojiazul.

-Entiendo...- dijo triste el Uzumaki viejo.

-Abuelo, por algo dejaste tu chakra aquí...- dijo el rubio.

-Sí, debo darte una cosa...- dijo el hombre.

Metió su mano debajo del escritorio, y sacó una bolsa enorme y un pergamino de gran tamaño.

-¿Qué es esto?- preguntó Naruto.

-En esa bolsa hay una gran cantidad de ryos, y en ese pergamino hay técnicas de Fuinjutsu y Kenjutsu.- dijo el viejo, levantándose de su asiento.

-Abuelo...- murmuró el ojiazul, al ver como Ashina lo abrazaba.

-Debes reconstruir el clan... Kurama, cuida de mi nieto...- dijo el peliblanco.

-Te lo debo...- dijo el zorro, viendo con tristeza como Ashina desaparecía como un fantasma.

Naruto abrió el pergamino, y luego de canalizar su chakra a un kangi correspondiente a "ESPADA" apareció un mapa. Esto desconcertó al rubio, pero Kurama le explicó que esa era la localización del arma. Selló la bolsa con dinero en el pergamino y se colocó dicho pergamino en la espalda, al estilo Jiraiya.

Naruto salió de la torre y miró el mapa. Su objetivo se encontraba en una montaña, así que activó su Rinnegan Supremo y voló hacia él. Al cabo de unos minutos llegó a donde la cruz marcaba, y vio unas hermosas cataratas y una laguna cristalina. Se paró en una roca que estaba en el medio de la laguna, y luego volvió a mirar el mapa. Le echó un vistazo al dorso del papel, y vio lo que decía.

"Solo un Uzumaki puede saber el camino correcto".

Se quedó pensando un rato, hasta que una idea se le vino a la mente. Se cortó un poco la palma de la mano con un kunai, la apoyó en la roca y canalizó su chakra también.
Un sendero de rocas se marcó de repente, y esto conectaba a Naruto con la catarata de la izquierda suya.
Atravesó el agua, y caminó por un sendero iluminado de antorchas. Llegó a una piedra enorme, y una espada estaba clavada en ella. Vio a su alrededor, y el sitio estaba lleno de esqueletos.

-Hace mucho tiempo que un humano no venía a este sitio...- murmuró una voz ronca, que provenía de una cueva oscura.

-Muéstrate.- ordenó con voz seria Naruto.

La voz comenzó a reirse de sobremanera, hasta que en un punto colmó la paciencia del ojiazul.

-Me estás empezando a molestar, dime por qué te ríes...- dijo el rubio.

-Nunca nadie me habló de esa manera. Te voy a explicar lo que debes hacer para conseguir esa espada.

-Está bien.- dijo Naruto.

-Solo el heredero legítimo del clan Uzumaki podrá sacar el arma de la roca...- fue interrumpida la voz, cuando Naruto la sacó sin problemas.

-Listo, ya está.- anunció el Uzumaki, sorprendiendo al desconocido.

-Vaya...- dijo la voz, y ahora una gran figura se asomaba desde la oscura cueva.

-No puede ser...- murmuró el rubio, mirando hacia arriba.

-Soy Ryuu, heredero del Clan de los Dragones.- se presentó el enorme ser mitológico. Era un dragón negro enorme, con dos alas muy imponentes y escamas que parecían impenetrables.

-Soy Naruto Uzumaki.- dijo amistosamente el rubio.

-Esa espada es muy especial. Puedes reflejar los ataques del enemigo con el doble de fuerza, puedes crear jutsus a partir de ella, es irrompible y puede cortar lo que sea.- explicó brevemente el dragón.

-Muchas gracias por la explicación.- agradeció el ojiazul, pero de repente lo rodeó un haz de luz.

-No puede ser...- murmuró Ryuu, con cara de asombro total.

-¿Qué está pasando?- preguntó el rubio.

-Solo sobrevive, y recuerda tu gran voluntad como el heredero del Clan Uzumaki.- dijo el dragón negro, antes de que Naruto desaparezca de la cueva.

Ryuu quedó solo, y lo único que hizo fue suspirar.

-¿Estás seguro de esto, papá?- preguntó al aire el ser mitológico, que volvió a su solitaria cueva y se quedó dormido.

Una nueva oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora