Capítulo 32: Clan Uchiha

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Itachi se despertó en una camilla un poco incómoda en un lugar casi completamente a oscuras. Recordaba haber ido a la isla desierta en Kiri para matar a Naruto y los otros dos, pero había sido derrotado rápidamente. Miró a su derecha, y la sorpresa apareció en su cara cuando vio en otra camilla a su hermanito.

-Así que ya despertaste, Itachi...- dijo un hombre enmascarado a espaldas del Uchiha.

-Tobi, ¿Qué le has hecho a mis ojos?- preguntó confundido el pelinegro, que ahora podía ver mucho mejor.

-He intercambiado tus ojos con los de Sasuke. Le he puesto un Genjutsu muy especial, y en él le mostré la muerte de sus padres. Debido a esto despertó su Mangekyou Sharingan aunque se desmayó.- explicó Tobi, a lo que Itachi asintió.

Ahora ambos hijos de Fugaku tenían el Mangekyou Sharingan Eterno, y estaban bajo las órdenes de Akatsuki.
Sasuke se despertó, e Itachi le explicó toda su verdad.

-Entiendo, ¿Dónde están todos?- preguntó el azabache menor.

-En el Valle del Fin, hay una cueva detrás de la catarata.- informó Itachi.

Ambos hermanos se pusieron la capa de Akatsuki y partieron hacia su destino. Llegaron al cabo de una hora y se dispusieron a entrar, pero fueron recibidos por alguien especial. La catarata se partió a la mitad, y Fugaku Uchiha los invitó a pasar.

-Padre...- murmuró Sasuke, abrazando con fuerza al líder del clan Uchiha.

Entraron a una gran fortaleza, y caminaron hasta la casa más grande que había. Mikoto Uchiha recibió a sus hijos con un fuerte abrazo, y les enseñó todo el lugar. Ambos hermanos terminaron de reconocer el lugar, pero un gran chakra proveniente de fuera los alertó a todos. Todos los Uchihas guerreros salieron, y se encontraron con una figura muy conocida.

-Mi clan se refugia del mundo en una cueva, esto es una vergüenza...- dijo Madara, que se encontraba sentado en el medio del río.

-Es Madara Uchiha...- murmuraban algunos.

-Deberíamos retirarnos...- murmuraban otros.

-¡Prepárense para pelear!- ordenó Fugaku, y todos los Uchihas activaron su Sharingan.

Todos le lanzaron una bola de fuego al Uchiha más fuerte de la historia, pero este no se movió. Luego de que el humo se disipara, se podía ver que unas costillas azules rodeaban a un ileso Madara. El Susanoo evolucionó hasta su estado más perfecto, y medía el doble que las estatuas de Hashirama y Madara en el Valle del Fin.

El ser de chakra tomó sus dos espadas y las blandió con fuerza, provocando un estallido de luz. Cuando el panorama se aclaró se podían ver muchos cuerpos de Uchihas muertos en el suelo. Los únicos sobrevivientes fueron los 4 de la familia principal, que habían activado sus Mangekyou Sharingan Eterno y sus Susanoo. El de Sasuke era morado, el de Itachi era naranja rojizo, el de Fugaku era negro y el de Mikoto era rosa un poco oscuro.

Madara activó su Rinnegan, haciendo que su Susanoo azul crezca todavía más. El ser de chakra comenzó a hacer sellos de manos, y escupió por su boca una gran cantidad de fuego. Esto provocó que el Susanoo de los otros 4 se agrietara y les causara daño.

Madara vio como todos estaban un poco debilitados, por lo que se confió y desactivó su Susanoo. Mikoto creó una espada de llamas negras y comenzó a atacar al Uchiha más fuerte. Madara esquivaba las estocadas fácilmente, y luego de una estocada desesperada por parte de la matriarca logró realizar un contraataque de golpea certeros que la dejaron muy lastimada.

Fugaku entró en el combate, pero Madara simplemente le dio tres golpes en puntos vitales y lo hizo estrellarse contra su esposa.

-¡Amaterasu!- gritó Madara, y las llamas negras rodearon a ambos Uchihas mayores.

Al cabo de unos minutos entre gritos y gemidos de dolor, Fugaku y Mikoto pasaron al otro mundo. Itachi y Sasuke se enfadaron mucho por la muerte de sus padres, a lo que evolucionaron su Susanoo al siguiente nivel. El de Sasuke creó una ballesta y creó una flecha de llamas negras, la cual fue lanzada hacia Madara a gran velocidad. Este último esquivó el ataque fácilmente, y luego logró desviar el ataque de la espada Totsuka del Susanoo de Itachi.

Madara realizó el Chibaku Tensei en ambos, pero el menor de los hermanos logró escapar. Itachi fue encerrado en una pequeña luna, para luego ser exterminado por un ataque de chakra masivo del camino Asura. El único Uchiha que quedaba era Sasuke, el cual tenía mucho miedo de ser asesinado.

-Vete.- dijo Madara.

-¿Qué...?- murmuró el azabache.

-No me sirve gastar energía en un debilucho como tú...- dijo Madara, dándose la vuelta como para irse del lugar.

-No... no otra vez...- murmuró con rabia Sasuke, que se lanzó hacia Madara con un kunai para matarlo.

Pero para su sorpresa, el que terminó siendo acuchillado por la espalda fue él mismo. Madara había usado su Rinnegan para cambiar de lugar con Sasuke.

-Te lo advertí, pero no quisiste hacerme caso. Ahora, muérete en paz y soledad.- dijo Madara, desactivando su Rinnegan y viendo como el joven Uchiha caía al suelo.

Madara se fue, y en el Valle del Fin solo quedaba Sasuke agonizando en el suelo pensando en la masacre de su clan a manos del más fuerte. Pero para su suerte, una planta carnívora salió del suelo, y un hombre mitad blanco y mitad negro salió de esta. Un dedo de la parte blanca se separó del hombre y cerró la herida en la espalda de Sasuke, deteniendo el desangrado. Posterior a esto, un vórtice en forma de remolino dio paso a Tobi, el cual tragó el cuerpo inconsciente de Sasuke con su misterioso jutsu.

-Ha tenido suerte de que Madara fue compasivo...- murmuró Zetsu.

-¿Tienes idea de por qué él está aquí?- preguntó molesto Tobi.

-No he encontrado nada, pero sigo buscando. Otra cosa que no encuentro son los Jinchurikis...- dijo confunfido el hombre.

-Y todo por culpa de Naruto...- dijo furioso el enmascarado, que luego comenzó a reir.

-¿Qué te resulta gracioso?- preguntó Zetsu.

-¡Es divertido intentar cazar a alguien tan escurridizo!- exclamó Tobi, desapareciendo en un vórtice como en el que había llegado.

Zetsu simplemente rió y se hundió en la tierra. Pronto atraparían a todos los Bijuus y nada ni nadie se opondría a la resurrección de su todopoderosa madre, ni siquiera Naruto.

Una nueva oportunidadWhere stories live. Discover now