Capítulo 29: Misión y encuentro

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Naruto se levantó por la mañana, se bañó y fue a desayunar. Era bastante temprano, y el día anterior habíam bebido mucho por la resurreción de Minato. El rubio tenía un poco de resaca, pero el dolor de cabeza se fue luego de beberse un medicamento. Vio como Itachi llegaba a la cocina, y luego de saludarlo procedió a hacer el desayuno. Tostó algunos panes, preparó unos huevos fritos y cocinó un poco de panceta y algunas salchichas. Ambos comieron tranquilamente, y a Naruto se le ocurrió una idea.

-¿Qué te parece si probamos nuestras habilidades en una misión?- sugirió el ojiazul.

-Me parece bien, quiero matar el tiempo mientras entreno a la vez...- dijo el Uchiha, y ambos se pusieron sus túnicas negras con capucha.

Debajo de la túnica, Naruto usaba una camiseta de manga larga negra similar a la de Madara con el símbolo Uzumaki en rojo en la espalda. Los pantalones ANBU y las sandalias eran del mismo color, negros ambos.
Salieron de la mansión, y al cabo de unos minutos llegaron a la taberna principal. Pidieron una misión rango A, y el cantinero barbudo les hizo caso.

-¿Quién es nuestro objetivo?- preguntó Itachi.

-En el País del Arroz, hay un ninja renegado de Konoha que está usando jutsus Katon para destruir los cultivos. Su nombre es Daichi Tsuchigumo, es un hombre de tu estatura que normalmente viste como un campesino. Tiene el pelo negro y una barba un tanto grande de ojos verdes.- explicó el Uzumaki, y ambos partieron a su destino.

No tardaron mucho en llegar al pequeño pueblo que era asechado por el renegado. Naruto llamó la atención de un hombre anciano, el cual se asustó por la apariencia del ojiazul.

-¡No nos hagas daño, por favor!- dijo el viejo.

-Tranquilo, solo venimos a preguntarle sobre el que los molesta.- dijo el rubio.

-Ese desgraciado quema nuestros cultivos y nuestras casas por la noche, y como si fuera poco no recibimos ninguna ayuda. Tiene varios soldados a su mando, y vive en esa mansión en la montaña.- dijo el anciano, señalando a la vivienda del hombre.

-Itachi, tú te quedarás aquí a defender el pueblo. Yo voy a preparar unos fuegos artificiales...- dijo el rubio, el cual comenzó a volar hacia la mansión.

El día pasó rápidamente, y Naruto estaba con un jutsu de camuflaje en el salón principal. 50 renegados de bajo rango estaban escuchando las estrategias de su líder, y luego de esto todos se fueron. Naruto comenzó a poner papeles bomba por todos lados, y cuando terminó los preparativos vio la caja fuerte enorme. Usó un jutsu Raiton y logró abrirla, viendo mucho dinero. Selló todo el dinero en un pergamino y se fue en un destello amarillo.

Apareció al lado de Itachi, y ambos vieron como el ejército se aproximaba. Realizaron varios sellos de mano, con el objetivo de hacer un jutsu de colaboración.

-¡Katon: Gran aniquilación!- dijo Itachi, escupiendo una ola de fuego.

-¡Fuuton: Gran avance!- dijo el rubio, multiplicando la fuerza y tamaño de la ola de fuego.

El jutsu mató a todos los soldados, dejando vivo a un ileso Daichi. Él se quejaba de lo inútiles que eran sus subordinados, y les lanzó una bola de fuego a ambos.
Naruto absorbió el jutsu con su Rinnegan, cosa que sorprendió al renegado.

-¿Quiénes son ustedes?- preguntó el Tsuchigumo.

-No es de tu incumbencia.- respondió Naruto detrás del hombre, mandándolo a volar hacia Itachi de una patada.

El Uchiha le lanzó una bola de fuego, y Naruto le lanzó otra desde su posición. Daichi quedó atrapado en el choque de jutsus, quedando muy herido. El Uzumaki hizo que unas ramas inmovilizaran al barbudo, y comenzó a torturarlo con un jutsu Katon en su dedo índice derecho.

-Vas a aprender una lección...- murmuró el rubio.

-¡Lo lamento, estaba siguiendo órdenes!- dijo el pelinegro.

-¿De quién?- preguntó el azabache.

-No puedo decirlo, me mataría si lo hago.- dijo asustado el hombre.

-Eres un inútil, no se para qué intenté contactarte...- dijo una voz desconocida, y una serpiente mordió al pelinegro y lo mató con su veneno.

El animal se arrastró hasta su dueño, el cual era nada más y nada menos que Orochimaru. A su lado, un pelinegro sostenía su espada con firmeza.

-Orochimaru del Sannin, Sasuke Uchiha...- murmuró Itachi.

-Esa voz...- dijo sorprendido Sasuke.

-Itachi...- murmuró con aparente diversión el Sannin.

-Orochimaru, ¿Cómo andas con el dolor?- preguntó Naruto, y la cara del mencionado cambió a una de fastidio y odio.

-Mocoso...- dijo el pálido.

-¿Qué hacen aquí?- preguntó Itachi, quitándose la capucha y revelando su cara.

-¡Te mataré!- gritó Sasuke, que había reaparecido cerca de su hermano en un borrón de velocidad con un Chidori en su mano izquierda.

Una mano atrapó la muñeca del Uchiha menor, y el dueño era el rubio que ahora andaba sin capucha. Pero de lo que nadie se dio cuenta fue que el Uzumaki había dejado un kunai de tres puntas detrás de Orochimaru. Naruto reapareció detrás del Sannin con Sasuke, y usó el Chidori para atravesar la espalda del pálido. El Uchiha menor sacó su mano del cuerpo de su maestro, viendo como Naruto se iba al lado de su compañero.

-No tiene caso pelear contra un Sannin que no está a su 100% y un Uchiha sin Mangekyou Sharingan.- dijo el rubio, pero este atrapó un shuriken que le iba a la cabeza.

El que lanzó el arma fue Sasuke, que sostenía sobre su hombro a Orochimaru y con la mano libre había lanzado el Shuriken.

-No subestimes a un Uchiha...- dijo el azabache, pero escupió sangre de repente. Miró hacia abajo, y a la altura de su corazón estaba el mismo shuriken clavado.

-Idiota, escapa ahora que tienes la posibilidad...- dijo Itachi, que no pudo ver a Naruto lanzar el arma.

El ojiazul se acercó al anciano con el que habían estado hablando a la mañana, y le entregó un pergamino. Sacó la bolsa enorme que contenía, y se la entregó.

-Esta es la recompensa por haber aguantado los ataques de ese idiota. Le recomiendo ver esos fuegos artificiales...- dijo con una sonrisa Naruto mientras señalaba la mansión de la montaña.

Para la sorpresa de todos, la construcción voló en mil pedazos por la gran explosión. Itachi volteó, y vio como Orochimaru y Sasuke habían aprovechado el momento para escapar.

-Hermanito tonto...- murmuró el Uchiha, el cual se fue del País del Arroz con Naruto luego de despedirse del pequeño pueblo.

Una nueva oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora