Lorena tenía siete años cuando descubrió el poder que poseía. Estaba en clase de lengua, mientras la profesora explicaba el tema de ese día, la niña empezó a hacer un dibujo, los trazos parecían salir solos del lápiz que sostenía. Cuando se dio cuenta una pequeña hada apareció en su libreta, el dibujo era tan real que parecía que el hada iba a salir volando en cualquier momento. La profesora al verla tan distraída, se acercó con sigilo al pupitre de la pequeña, cuando vio lo que había hecho, se quedó asombrada, incapaz de regañarle.
- ¿Lo has hecho tú, Lorena?
La niña asintió.
- Es precioso. Quédate después de clase un momento, por favor.
Lorena pensó que la profesora la iba a castigar por no prestar atención a la lección de aquel día. Pero hizo todo lo contrario, la llevó consigo hacia la sala de profesores y le mostró el dibujo a su profesor de Plástica.
- Lo ha hecho ella sola. - Dijo la profesora sorprendida.
- Sabía que tenía talento.
Desde aquel momento, Lorena siempre recuerda con cariño a aquella profesora de Lengua, que la impulsó a seguir adelante.
