Mi Discípulo murió una vez más

Capítulo 180: Desconexión Forzada Asistida

Zhu Yao se quedó en blanco. ¿Inmortales demoniacos? ¿Podría ser que estas cuatro personas estuvieran aquí para recibir a ese minion?

—Hey, les estoy haciendo una pregunta? Respondan bien, y les perdonaré la vida. —Al ver que no respondían, incluso después de un largo rato, uno de los inmortales demoniacos de cabello rojo evidentemente se irritó un poco.

—¿Por qué estás siendo tan cortés con ellos? —otro inmortal demoníaco resopló fríamente—. Las deidades no son nada bueno de todos modos, solo mátalos desde el principio.

Los otros dos sonrieron, como si estuvieran sintiendo lo mismo. En un instante, varias espadas llenaron el cielo, volando directamente hacia los dos.

¿Tenían que ser tan violentos?

Antes de que Zhu Yao pudiera reaccionar a tiempo, una voz helada sonó al lado de su oído.

—Ruidoso.

Ella de repente tuvo una mala premonición.

En un abrir y cerrar de ojos, las espadas que llenaban todo el cielo se hicieron añicos y se convirtieron en luces fluorescentes de colores similares a las de una aurora. Mientras que el inmortal demoníaco que lanzó el ataque, estaba presionando su sangrado pecho. Con una expresión de sorpresa, cayó directamente del cielo.

A solo unos pasos de ella, la mano de Yue Ying sostenía un corazón palpitante, y una sangre fresca corría por su brazo. Sin embargo, era como si él pensara que no era suficiente, con las manos lo apretó. En un instante, el corazón se convirtió en trozos de carne, mezclándose con la sangre fresca que manchó todo su brazo.

Todo sucedió demasiado rápido. Antes de que cualquiera de los presentes pudiera reaccionar, ese arrogante inmortal demoniaco, ya había perdido su vida.

—¿Ustedes también me quieren robar a mi Hermana Mayor Yao?

Él estaba sonriendo. Sin embargo, esa sonrisa no provenía de lo profundo de su corazón, sino que estaba llena de una intención fría y penetrante.

Sólo entonces los otros tres volvieron a sus sentidos. Dándose la vuelta, ellos planeaban huir, pero ya era demasiado tarde. Las tres personas estaban fijadas en el aire por una poderosa presión, evitando que se movieran.

—No fue fácil para Yue Ying encontrarla, Yue Ying no se las entregará.

Era como si Yue Ying fuera a caminar. Con cada paso, la presión que sentían las tres personas crecía un poco más. Primero, sus manos y pies estallaron, y lentamente, las rupturas se extendieron hacia el centro de sus cuerpos. Todos sus cuerpos estaban sangrando.

Zhu Yao se sintió mareada al instante, mientras se daba la vuelta y vomitaba. Sin embargo, ella no pudo evitar detener en voz alta sus acciones. Se sentía como si Yue Ying estaba jugando un juego de asesinato tortuoso.

—¡Suficiente!

¿Era este todavía ese pequeño Yue Ying de ella? Él era simplemente un demonio encarnado.

Yue Ying se quedó en blanco, mientras obedientemente detuvo su avance. Un momento después, él lentamente se dio la vuelta. En un instante, él volvió a su lado y extendió las manos para abrazarla.

Zhu Yao se quedó mirando esa mano roja y sangrienta de él, recordando lo que había hecho antes, ella retrocedió unos pasos.

—Hermana Mayor Yao...

Yue Ying la miró sin comprender, sus ojos estaban llenos de pérdida. Cuando daba unos pasos más hacia adelante, Zhu Yao daría los mismos pasos hacia atrás.