|Cap ₁₂|Quema ropa.

30.2K 2.6K 327
                                    


Unió nuestros dedos, dejando así un lazo de piel con piel entre nosotros.

Cuando pude por fin reaccionar, desenlacé nuestras manos como si se tratara del mismísimo fuego ardiente que trataba de sobrepasar mis tejidos. Sin saber qué hacer, ni qué rumbo llevar, me di vuelta, dándole la espalda. Arrullé mis brazos a mi pecho y di un sonoro suspiro.

Intento respirar con normalidad, no quiero hacer notar que él me ha puesto nerviosa. No él y su repugnante tacto. 

Sin embargo, todo eso se va a la mierda, cuando un camino de escalofríos recorre cada extremidad de mi cuerpo, como un virus del cual no tengo una dosis que pueda aliviar mi tortuosa sensación.

El virus no se quita, abona el dolor, palmando su mano sobre mi brazo y acariciando mi piel con firmeza. Y entonces, su mentón se apoya en mi hombro. Su cercanía me atormenta.

—¿A qué le tienes miedo? —sentí su respiración chocar con la piel de mi cuello.

—A nada que esté o no esté vivo —mascullé.

Mi respiración se encontraba subiendo de nivel. Jamás había dejado a una persona pasarse de la raya, y claramente Jungkook lo hacía.

Su mano fue bajando desde mi brazo hasta mi cintura, su piel se encontraba cálida y parecía bastante tranquilo con la situación, en cambio yo, me había vuelto en un manojo de nervios sin control.

—Aléjate —sentencié.

—¿Te asusta romper las reglas? ¿No es acaso lo que has hecho toda tu vida, ___?

Siento el roce de su esculpido cuerpo, cubierto por aquella maldita pijama de seda fina. Maldita sean las telas finas. Maldita sean los policías. Maldito sea ese beso. Maldito sea Jungkook.

—No lo hagas —me doy vuelta, su cara está tan cerca de la mía.

—¿Qué no quieres que haga?

—Lo harás de nuevo, ¿verdad? Besarme.

—No lo sé.

—Pues no, Jungkook, no lo hagas.

Pero pareciera como si aquellas palabras no sirvieran de nada, porque todo lo que sucedió después de que me negara y él me abrazara más a él, fue lo que me llevaría a lo prohibido por segunda vez. Porque sí, Jungkook volvió a besarme, y yo... yo también.

La delicada piel de sus labios era más suave que tal vez muchas cosas con las que alguna vez tuve contacto, el toque fino de éstos lo hacían mucho más deseables y detestables a la vez.

Abrió un poco su boca y succionó mi labio inferior. Pasé mi dedo índice desde el costado de su ojo hasta llegar a su mejilla, y tomé su rostro entre mis dos manos.

Inconscientemente, abrí mis labios y metí un poco de mi lengua en su interior, empecé a mover mi boca junto a la suya, desconociendo a mi persona por completo. Hasta que, de un momento a otro, me separé de su piel. Jeon también lo hizo al instante, quedando su vista en el techo, para luego dar un suspiro frustrado. Todo demasiado rápido. Todo demasiado desesperante.

Sabía que mañana me arrepentiría de mis actos, lo sabía.

—Jeon...

—¿Mmh...? —aún tenía la vista perdida en algún lugar del techo de la habitación.

No dije nada más, para lo que mis impulsos tenían ganas no se necesitaban letras del abecedario. Me acerqué a él, di vuelta su cuerpo con mis manos, tomé de sus mejillas y uní finalmente nuestras pieles. Éste no hizo nada, había dejado sus labios inmóviles, tal vez sorprendido de mi acción.

Moví mi mano derecha hasta donde se situaba el último botón de su camisa de dormir, desabotoné ésta, hice lo mismo con el próximo y el próximo, hasta quedar completamente un abdomen desnudo ante mis manos.

Acaricié éste de arriba a abajo, pudiendo sentir cada cuadrito situado en su piel.

Jungkook tomó los costados de mi camiseta y los subió, dejándome en sostén. Yo por otra parte, había hecho que se sentara para quitarle por completo la camisa.

Él me tomó de la cintura y me sentó en su regazo con las piernas abiertas. Me sujetó de las mejillas e implantó un beso en mis labios, yo se lo seguí. Bajé mis manos hasta su pecho y acaricié levemente éste.

Jeon tomó mis caderas y las movió a su gusto, de adelante hacia atrás, causando fricción entre nuestros sexos una y otra vez. Un jadeo es expulsado de mis cuerdas vocales al sentir algo tan rígido bajo mi intimidad, y no me controlo, me aferro a los cabellos de Jungkook y tiro de ellos cuando profundizo mis movimientos.

El beso se estaba convirtiendo en algo más bruto, me estaba faltando la respiración.

Sus labios se separan de los míos, ahora comen parte de mi cuello y bajan a mi clavícula, donde reparte mordidas, demasiado dolorosas como para no gritar su nombre.

—¡Jungkook! —cierro mis ojos con fuerza.

Su lengua se apodera descaradamente de mi mentón, hasta poder volverme a besar. Y me muevo, no dejo de mover mi pelvis. Jungkook gime sobre mi boca.

Y entonces, nos separamos para respirar. Necesitaba procesar cómo todo había sucedido tan rápido, pero no ahora. No ahora cuando juntamos nuestras narices sin chocar nuestros labios y sonreímos junto a caricias que esparzo por su pecho y nuca.

Me encontraba exhausta, y sólo nos habíamos frotado.





•••






Desperté por un choque de puerta, aquel estruendoso ruido causó asustarme y abrir mis ojos de inmediato, alarmada, examinando todo mi campo de visión, aunque aún tenía la vista borrosa, no pude pasar desapercibido el detalle más importante.

Y es que Jeon Jungkook no se encontraba a mi lado.

Me levanté de la cama, exaltada.

¿Escapó?

Me acerqué a la ventana a paso rápido. La escena que presencié me había dejado atónita, pues Jeon tenía el control del gran portón en mano, apretó un botón, provocando que éste se abriera.

Dio una última mirada rápida por todo el jardín, por toda la primera planta de la mansión, hasta fijarse en la ventana de mi habitación. Chocamos miradas rápidas, aunque para mí, toda acción de parte suya había sido en cámara lenta, así como cuando no quieres olvidar o desechar aquel momento de tus recuerdos.

Su mirada había sido fruncida y tal vez, asustadiza. Abrió paso y, salió corriendo de la cárcel en que lo había metido.

Pude salir corriendo y atraparlo, dispararle desde aquí o tomar otro control y bloquear la entrada con el botón de emergencia. Pero no, no había hecho nada de eso, y lamentablemente, aquella decisión no tomada, me costaría la vida entera. 

Jungkook había jugado conmigo, siendo ingenioso de su parte haber calentado a su secuestradora, para luego irse hábilmente.



Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Poles Apart | JJK [+18][✔] ©Where stories live. Discover now