|Cap ₂₀|¿Quieres jugar?

27K 2.4K 340
                                    


En ningún momento dejó de tensar su mandíbula, era como si se tratara de algo automático en él. Cuando algo le molestaba, hacía tales gestos; morder el interior de sus mejillas, jugar con su lengua y apretar su puños.

Lo miré con el ceño fruncido cuando pude darme cuenta de que algo andaba mal. Él nada más ladeó la cabeza y esquivó mi mirada. Su amigo le habló y pudo girarse completamente. Cruzaron algunas palabras con el administrador de la caja para al final tomar su orden envuelta en una bolsa de cartón.

Él y su amigo salieron de tal lugar.

Miré a Jimin, no me había percatado de que éste ya no se encontraba en el celular.

—¿En qué piensas? —pasó su mano reiteradas veces en frente de mi rostro.

—En nada —fui cortante. En lo único que podía pensar era en la situación de Jeon.

¿Quién se cree?

—___ —tomó mi atención, volviendo a nuestra conversación y dejando el asunto de Jungkook de lado.

—¿Mhmm? —alcé las cejas.

—Te extrañé, lo digo en serio.

—Yo lo hice por algún tiempo... —boté aire—. El tiempo me ayudó, Jimin.

—¿Te ayudó a olvidarme? —apoyó sus antebrazos en la mesa, entrelazando sus dedos entre sí.

El tiempo me ayudó a olvidar a Park. Luego de mucho tiempo, decidí que llorar por alguien quien ni si quiera tenía la necesidad de saber de mí, no valía la pena, por lo que me volví una mujer fuerte. Aprendí a nunca más llorar por hombres, aunque ya lo hubiera hecho mucho antes que apareciera Park en mi vida.

—El tiempo me ayudó a seguir, Jimin, sólo eso —tomé una de las tantas servilletas que se hallaban en la mesa y empecé a hacer un barco con ese material. Era divertido doblar y doblar la servilleta hasta formar un pequeño barco.

—No me quedaré por mucho —soltó.

Fantástico, Park había llegado nuevamente a mi vida luego de 2190 días sin su presencia, ahora se va, se va por segunda vez. Otra vez se irá y, me dejará.

—¿Cuándo...? —no lo quise mirar a los ojos, prefería concentrarme en el barquito.

Además, verlo a los ojos sería peor. Le suplicaría que no se fuera, porque en realidad no quería que lo hiciera, aunque mi afecto por él se hubiera desvanecido con los años.

—No lo sé —murmuró.

La camarera llegó con una bandeja, sobre ella se encontraban nuestros pedidos. Dos capuchinos con crema y una torta de chocolate para mí.

—Gracias —dije al instante, luego de ver mi pedido frente a mis ojos.

—Claro —dijo de mala gana.

¿Qué le he hecho a la perra?

—Gracias —formuló Jimin, al tomar el capuchino entre sus manos.

—De nada, corazón.

CLARO, A ÉL LE CONTESTAS BIEN PEDAZO DE SURUYO.

—¿Puedes tenerle un poco de respeto a mi pareja? —Jimin tomó de mi mano mientras miraba a la camarera.

Definitivamente, ella no esperaba esas palabras del rubio. Su rostro entero se desfiguró.

—Oh, sí, lo siento, señor. No sabía que era su pareja.

Poles Apart | JJK [+18][✔] ©Kde žijí příběhy. Začni objevovat