|Cap ₃₉|Fuiste bueno.

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Todas las horribles y espantosas palabras que le había escupido a Jungkook en su misma cara, mientras le observaba al borde de las lágrimas, para luego presenciar con mis propios ojos cómo éste lloraba frente a mí. Verlo sufrir, y a la vez sentirlo. Todas las mentiras que había soltado, se habían convertido en un verdadero y doloroso martirio, el cual me acompañarían hasta ser desmentidas por mis propias palabras.

Saqué unos cuántos billetes de mi bolsillo, sin tener mucha noción de lo que me estaba pasando. Le entregué el dinero al profesional, sin siquiera saber el monto de dinero que le había entregado en sus mismas manos.

—Oh, esto es demasiado —quiso devolvérmelo.

—No importa... —me levanté de la camilla, dejé mis manos en mi cabeza y apreté mis cabellos.

Estresada y adolorida, internamente. Me sentía la persona más horrible del mundo, sentía asco por mí misma, me odiaba por decir y hacer tantas estupideces, que al fin y al cabo todo se había convertido en algo en vano.

Me sentía mareada, mi cabeza ardía y lo único que anhelaba era llorar, sin embargo, no podía. Quería explotar, correr y gritar. Gritar lo que sea, y correr sin fin. Caí al suelo, arrodillada y con las palmas de mis manos aferradas al suelo.

—Jungkook... —reventé en llanto al pronunciar su nombre.

Lo quería, anhelaba su cuerpo junto al mío, necesitaba sus palabras a mi lado. Le di golpes al suelo, mientras unas lágrimas caían en este mismo.

Vaya estupidez.

—Señorita, ¿Qué le sucede? —el doctor se levantó de su asiento y se acercó a mí con intenciones de ayudar a levantar mi cuerpo. Su voz demostraba un poco de preocupación.

—Q-quiero a Jungkook... —dije entre sollozos.

—Perdone, pero no sé de quién me habla —se puso en cuclillas junto a mí.

—¡Jungkook! —grité.

—Espere aquí... —se levantó, abrió la puerta y salió de la sala.

—¡Jungkook! —me dolía el pecho.

Me sentía horrible, y lo único que quería era ver el rostro de Jeon, tomarlo entre mis manos y decirle lo mucho que lo sentía, que soy la peor persona del mundo, que me perdone por el daño que le he hecho. Aunque dentro de mí, sabía muy bien que éstas cosas no se perdonarían así de fácil.

—Señorita... —llegó el hombre a la sala, entonces alcé la mirada.

Pude toparme con la mirada de Jungkook, éste tenía los ojos brillantes, no sonreía, no se veía enojado, no se veía triste. Su rostro se encontraba en blanco, neutro.

—Jungkook... —se me cayeron algunas otras lágrimas, me sentía la persona más sentimental y a la vez la más contaminada.

—Levántate... —se acercó a mí y extendió una mano, la cual no dude en aceptar.

—Jungkook, yo...

—No hables —algo en sus ojos me demostraba lo dolido de su estado.

—Pero...

—Gracias, señor —dio una pequeña reverencia en forma de despedida hacia el medico. Luego de eso, no dudó en salir lo más rápido de la sala, sin mirar atrás, yo salí tras él.

—Mírame por favor... —mi rostro no demostraba alguna mueca, pero mis lágrimas no cesaban.

—Te llevaré a casa —dijo, sin mirarme. Yo iba detrás de él, éste caminaba a paso acelerado.

Poles Apart | JJK [+18][✔] ©Where stories live. Discover now