23.- Flavour.

989 174 14
                                    

Al principio el sabor en su boca era amargo; tal vez hasta con tintes ácidos. Le entumecía la lengua hasta quedar completamente paralizada.

Desagradable. Simplemente asqueroso. Así era aquel sabor tan peculiar. Y era curioso, porque sólo lo había intentado probar en dos ocasiones; ambas un desastre.

La primera vez que lo probó fue de pequeño, por curiosidad, porque todo mundo lo hacía. Cuando aquel sabor, que era una mezcla de los calcetines de Mycroft y pimientos podridos se adhirió a su paladar, entonces supo que quizá él no era como "todo mundo".

La segunda ocasión fue por necesidad. Era totalmente necesario que después de tantos años, aquella sensación se impregnara a su cavidad bucal. Desagradable, sí, pero debió hacerlo.

Se preguntaba qué se sentiría probar una tercera vez. Comprobar si realmente era tan asqueroso. Y lo hizo. Lo probó de nuevo.

No era como lo recordaba. ¿Qué había pasado con esa amargura? Había sido una sensación un tanto extraña y desconcertante, tenía que admitirlo; y no sólo para él.

John lo miró con ternura. Creyó que haría una mueca que expresara su desagrado, pero se llevó la sorpresa de que en lugar de eso, una sonrisa se le esbozaba y los colores se le subían al rostro. Ninguno de los dos lo hubiese esperado o deducido.

Otra vez le había acalambrado la lengua, pero ahora de una forma diferente. Ahora, extrañamente, sabía dulce, quizá demasiado. Pero le gustó.

Le había gustado, por primera vez, el sabor de decir "te amo".

Johnlock DrabblesDove le storie prendono vita. Scoprilo ora