40.- The third person.

807 151 49
                                    

—Molly dijo que tal vez debería decirle a Mary que me gusta —susurró el chico rubio, a lo que su compañero de mesa sólo alzó las cejas—. ¿Tú crees que sea buena idea?

—Da igual, sólo es decirle que te sientes atraído por ella; no sé por qué te asusta tanto —opinó el rizado, justo para después darle un mordisco a una manzana.

—¡Podría dejarme de hablar!

—¿Y?

—Podría decírselo a sus amigas y entonces lo sabrían más personas.

—Eres tan obvio que de seguro todo el salón lo sabe ya.

—¿Hasta Anderson?

—Hay excepciones —dijo en un suspiro.

—Sherlock, no lo entiendes...

—No, la verdad es que no —lo interrumpió.

—... quiero decir, no tendría problema en decírselo a las personas que me llegaron a gustar antes, pero con Mary es diferente; Mary me gusta justo ahora.

—John, son muchas las personas las que te han gustado antes, de seguro que sí tendrías problemas.

—En realidad no. En toda mi vida sólo me he enamorado de 3 personas.

—Mary, Sarah, la doctora Stapleton...

—¡La doctora no! Sólo es admiración.

—Entonces, ¿quién es la otra?

—Uhm... es alguien... alguien que no conoces.

—John —dijo rodando los ojos—, sé cuando mientes.

—¡Está bien, está bien! Sherlock, creo que soy bisexual.

—Así que es un chico.

—Era —corrigió.

—Da igual. De todos modos ya sospechaba de Lestrade.

—¡No es él! ¡Lestrade sale con tu hermano, por Dios! —exclamó el mayor con cierta molestia.

—Buen punto —hizo una breve pausa y luego continuó—. Entonces es Jim, porque ese día en el laboratorio comenté lo del producto para cabello y tú te molestaste porque usas productos para el cabello, por lo tanto...

—¡Dios, no! Olvídalo, Sherlock. ¡No es Jim, no es Lestrade, no es tu hermano, no es Anderson, no es Trevor, no es nadie de tus conocidos! ¡Y ya es hora de entrar a clase!

El más alto ya no quiso insistir, así que mejor optó por dejar el tema de lado e ir al salón de clases junto a su amigo.

El día siguió como si nada hubiese pasado; las clases terminaron, cada quien se dirigió a su casa, y el tema de la bisexualidad de Watson no volvió a tocarse, hasta que dieron las doce de la noche. A esa hora, la pantalla del celular de Holmes se iluminó por la llegada de un mensaje:

"Tú eras la tercera persona

J.W."

Johnlock DrabblesWhere stories live. Discover now